Que el coche de la plaza de la derecha sea un cementerio de basura tecnológica con las puertas abiertas, o que el 600 de la izquierda esté aplastado hasta una anchura de apenas centímetros, o que el de en frente esté baleado de arriba abajo, podría parecer algo inquietante en el parking del súper de tu barrio, pero en el estacionamiento 1111 Lincoln Road (Miami, EE UU) esos vehículos yacen a gastos pagados.
“Automobile-Centric” es una exposición mecánico-artística que ha presentado este garaje con alma de galería. Con motivo de las jornadas culturales de semana de Art Basel, la iniciativa del 1111, un aparcamiento inaugurado en 2010 en Miami Beach (Florida) y diseñado por el estudio de arquitectura suizo Herzog & de Meuron (Premio Pritzker), quiso estacionar arte y funcionalidad del espacio en el mismo hueco.
La muestra ha expuesto durante los últimos cuatro días una colección de vehículos en desuso que fueron pintados, transformados, aplastados y renovados para convertirse en piezas artísticas de colección. Creadores contemporáneos como Richard Phillips y Damien Hirst se pusieron el mono de mecánicos para acometer las chapuzas, que después, para “alejarse de la esterilidad de las paredes blancas”, en palabras del director de la muestra, fueron diseminadas por las diferentes plantas de este estacionamiento lleno de reliquias en decadencia.
