Categorías
Digital Ideas

Estas focas se parecen a los refugiados sirios

La inteligencia artificial y los algoritmos que determinan su funcionamiento son un misterio para el usuario común de internet. Vemos cómo los asistentes de nuestros móviles nos contestan cuando hablamos con ellos; vemos cómo redes sociales como Facebook ofrece un contenido u otro dependiendo del usuario o vemos, en el caso de Google, cómo el buscador es capaz de buscar imágenes similares a una sugerida por el usuario.
(Opinión)
El terreno por conquistar es aún amplísimo. Sin un ser humano capaz de decidir la conveniencia de un contenido es casi imposible aplicar una dimensión moral a la organización de la información en la red. Eso puede dar lugar a situaciones incómodas.

Esta foto de Reuters ha estado en las pantallas de ordenador de medio mundo durante el fin de semana. Si alguien ha estado en fuera de juego durante ese tiempo, es posible que trate de averiguar su origen para escarbar en la historia en la que se enmarca.
Una de las maneras más sencillas se basa en utilizar el buscador de imágenes de Google. Así, puedes acercarte al primer sitio web en el que se publicó o a una web en la que cuente la historia de la foto.
Google, a la vez, ofrece imágenes visualmente similares a la que se introduce el buscador. Estos son algunos de los resultados ofrecidos por la inteligencia artificial.

No hay nada ofensivo en que un buscador asimile fotos de similares patrones estéticos y, por supuesto, no hay nada ofensivo en que exista una similitud con un animal. Pero los resultados ofrecidos en un tema tan sensible como el del cementerio en el que se ha convertido el Mediterráneo debería hacer reflexionar a los desarrolladores acerca del comportamiento automático de las tecnología que utilizamos.
 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

Salir de la versión móvil