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¿Cómo debería ser la mano para convertirse en tu juguete sexual favorito?

Por el camino nos hemos dejado las branquias, el pelo y la cola; hemos ganado en altura e inteligencia y, comparados con nuestros primeros antecesores, podría decirse que hemos ganado también en belleza. No hay duda de que la evolución nos ha sentado bien, aunque todavía nos queda mucho por mejorar.

Y puestos a imaginar, desde la firma de juguetes sexuales We-Vibe han pensando en cómo tendría que haber evolucionado nuestra mano (derecha o izquierda, dependiendo de los gustos) para convertirse en una herramienta de placer. O dicho en román paladino, cómo tendría que ser anatómicamente para la perfecta masturbación.

Para hacer estos prototipos, masculino y femenino respectivamente, se han basado en la tecnología y en la amplia gama de juguetes sexuales que hay hoy en el mercado.

En el caso de la masturbación de la vulva, la mano debería tener un diseño que proporcionar la doble estimulación, la succión del clítoris y otras zonas erógenas mediante vibraciones y la estimulación del punto G.

Para la masturbación del pene, la ideal, dicen en su estudio, es la que se da a través de los receptores de Pacini, situados en la parte posterior del glande, la estimulación de los receptores de Merkel y la estimulación de próstata y perineo por medio de vibraciones.

Eso sí, a juzgar por la representación de esas manos masturbatorias ideales, prácticas deben ser, pero raras, un rato.

Por Ximena Arnau

Ximena es redactora de Yorokobu y Ling

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