Traductor simultáneo: ‘F’, la manera más sencilla de expresar la frustración

Nunca una sola letra expresó tanto. Economía del lenguaje nivel Dios. Ya ves con qué concisión se puede decir que te compadeces por la mala suerte de un colega o para confirmar que las cosas han salido mal o, al menos, no como esperabas.

Equivaldría a algo así como decir «mierda» para responder a ese mensaje que te llega cancelando ese plan estupendísimo que habías programado. Un fail, vaya (aunque no es ese su origen). Pero no es una respuesta dramática, aunque ya se sabe que toda tragedia tiene su grado de intensidad imposible de medir objetivamente.

Del mundo de los videojuegos donde nació saltó al universo digital de los chats y los guasaps, donde también puede verse escrito en versión larga como «F en el chat» (por favor, léase efe, no fffff). Y en otro salto mortal con doble pirueta hacia delante, ha dejado su formato online para incorporarse a la conversación hablada de los centenials.

—Nos estamos cargando el planeta, F.

La cosa nació con un videojuego. El Call of Duty: Advanced Warfare, dicen algunos para concretar. En esta versión, uno de los personajes fallece y el jugador debe obligatoriamente presentarle sus respetos en el entierro apretando F en el teclado, si jugaba desde un PC, para poder seguir jugando. La cosa era tan absurda que en seguida nació el primer meme como burla. Te mataban en una partida, pues ahí estaban los colegas para reírse de ti con un «F en el chat», y a otra cosa.

Entonces se usaba como una forma de presentar sus respetos a alguien que había caído eliminado, un «lo siento, majo» milenial a modo de palmadita en la espalda. Pero llegó la generación Z y decidió ampliar horizontes. Así que lo que empezó siendo una broma entre jugadores acabó haciéndose tan viral que hoy forma parte de las conversaciones normales de muchos jóvenes, sean gamers o no.

Plataformas de streaming como Twich, el reino del Rubius o Ibai Llanos, han contribuido a expandir la gracia a diestro y siniestro. Por el camino, ha ido añadiendo capas a su vestuario. Ya no es solo «F en el chat» o «F» a secas, también lo puedes escuchar (y leer) como «Vaya f», «F por ti» y lo que vaya surgiendo, que el lenguaje es una cosa viva y el de lo shavale en concreto, mucho más.

Autor: Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista. Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu. A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá. Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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