Gloria Ruiz y María Carmona son dos diseñadoras con una dilatada carrera en el mundo del diseño. De la primera destacan en su currículum, entre otros muchos puntos, una carrera en Historia del Arte, haber sido gestora cultural y ser la fundadora del reconocido Brief Festival. Sobre la segunda, basta con decir que lleva más de 12 años a los mandos de su estudio homónimo.
Un tiempo en el que han podido apreciar que muchas diseñadoras siguen viviendo su profesión en la sombra. «Aunque he visto que hay muchas de ellas que se forman como tal, luego hay pocas que funden su propio estudio, lideren proyectos o incluso que lleguen a alcanzar puestos de más responsabilidad. Y eso que hay una representación muy alta de mujeres en el sector», cuenta Gloria Ruiz.
Entonces, ¿a qué se debe esta desigualdad? «El problema es la falta de reconocimiento en instituciones e infraestructuras dentro del sector que forman parte del diseño», asegura.
Con el fin de intentar revertir esta situación y conseguir una igualdad que muchas veces no se les permite a las mujeres en este campo, fundaron hace un año el proyecto FIDO.
El nombre de FIDO proviene del acrónimo Feminism in Design Office (Feminismo en la Oficina de Diseño). Una iniciativa con dos funciones claras: albergar el mayor directorio profesional de diseñadoras y dar visibilidad a los trabajos de las mujeres de este sector a través de artículos y entrevistas.
Una herramienta que, en muy poco tiempo, ya cuenta con unos 200 perfiles de profesionales de todo el mundo y que, según Gloria Ruiz, está teniendo muy buena acogida. «Tanto las mujeres que conocemos como las que nos han descubierto a través del proyecto creen que es algo muy necesario», explica.
Una plataforma que también les ha servido a muchas mujeres para expresarse y liberar lo que tienen dentro y no se han atrevido a comentar con otras personas. «Nos hemos dado cuenta de que las diseñadoras necesitan contar las situaciones que han vivido, cómo es su día de trabajo, la conciliación familiar, cómo afectan sus horarios a su vida y un largo etcétera», dice Gloria Ruiz.
Porque, aunque del sector del diseño se pueda tener la idea de que está muy avanzado y modernizado ya que ha supuesto cambios sociales, económicos y culturales, en materia de igualdad suspende. Gloria Ruiz no sabe por qué exactamente, aunque teoriza que puede ser debido a que no ha vivido movimientos tan importantes como el del #metoo del cine.
Eso sí, afirma que poco a poco se va avanzando, pero las diseñadoras no tienen el espacio que merecen. Y que siguen viviendo y presenciando muchos micromachismos. «Como pasa con la meritocracia. Parece que las mujeres tenemos que ser buenísimas, si no, es complicado que muestren interés por nosotras. Mientras que nos encontramos en el sector a diseñadores de todo tipo: mediocres, malos y muy buenos. Y no pasa nada», sostiene.
Para darle la vuelta a esta situación, es necesario que, además de iniciativas como la del proyecto FIDO, se den otra serie de cambios. «Como que en las escuelas y universidades se estudien referentes femeninos en el ámbito del diseño», apunta Gloria Ruiz.
«También que haya mayor presencia de profesorado femenino. Y en los jurados y en los festivales, que son los lugares en los que se da más visibilidad a los profesionales. Necesitamos que esto se normalice», sostiene. «Y por supuesto, documentos de apoyo en empresas para que todo el mundo tenga claro cómo actuar en el tema de igualdad. Desde la contratación hasta la gestión de equipos».
Pero mientras todo esto llega, desde FIDO seguirán peleando para que las mujeres tengan más visibilidad y poder conseguir acceso a otros trabajos. «La idea es continuar así, que el proyecto pueda dar pie a que salgan más iniciativas todavía», concluye.
«Medio lapona, medio esquimal, medio mongola», parodiaba Joaquín Reyes y recuerda Pablo Gil en un…
Si eres un imperio, la única verdad de la que puedes estar seguro es que…
El Conde de Torrefiel es un proyecto escénico que fluctúa entre la literatura, las artes…
Les gustaba leer, pero nunca encontraban tiempo. También les gustaba quedar y divertirse juntos, pero…
La tecnología (pero no cualquiera, esa que se nos muestra en las pelis de ciencia…
La ciudad nos habla. Lo hace a través de las paredes, los cuadros eléctricos ubicados…