El mundo editorial vive una transformación como la que sufrió Gregor Samsa antes de despertar en el primer párrafo de la famosa novela de Kafka. Que se lo digan al editor alemán Mathias Gatza, que en pocos años tuvo que cerrar su editorial y una imprenta, luego trabajar para otros y, posteriormente, salir de ahí cansado de la obsesión comercial de las editoriales.
Harto, se reconvirtió en escritor, pero el gusanillo de la edición lo perseguía a cada instante. Sin embargo, no estaba dispuesto a volver a lo convencional. Fue así como, junto con su amigo el escritor Ingo Niermann, decidieron llevar a cabo un experimento que va a contracorriente del mundo editorial y con un punto de originalidad. Así nació Fiktion.
Un proyecto que rechaza las necesidades económicas de la industria editorial y que trabaja en la creación de una red internacional de escritores que actualmente incluyen a la premio Nobel Elfriede Jelinek y Tom McCarthy, entre otros.
Durante la presentación del proyecto en el marco de Kosmopolis 15 en el CCCB de Barcelona, Ingo Niermann aseguró que tanto él como Mathias Gatza se dieron cuenta de que existen muchas obras sin publicar debido a los intereses comerciales de las editoriales, pero que son manuscritos con un alto nivel literario.
Ambos se pusieron manos a la obra, y uno de los primeros publicados por Fiktion es la novela ALFF, del autor de cómics y de obras de teatro Jakob Nolte. Un thriller que se desarrolla en una universidad del norte de los Estados Unidos, donde se comente una serie de asesinatos en la década de los noventa. La novela, en un principio, iba a ser editada por una editorial convencional. Sin embargo, poco después devolvieron el manuscrito alegando que el argumento era complicado y contaba con demasiados personajes.
Para los creadores de Fiktion esto fue precisamente lo que gustó de la obra. «Porque al leerla parece que estás viendo una serie de televisión, donde aparecen varias historias a la vez, pero que van creando una sola trama», asegura Niermann.
Actualmente Fiktion ha publicado tres novelas simultáneamente en alemán e inglés (y hay seis más en espera). La ya mencionada ALFF de Nolte; Starstruck, del escritor británico Rajeev Balasubramanyam; y HERR F, del polémico y polifacético artista escocés Momus. Esta última, curiosamente, será publicada por una editorial convencional, lo que no impedirá que la obra siga siendo de acceso gratuito en la web de Fiktion, como todas las que publica. De esta manera se inaugura en Alemania un fenómeno común en Estados Unidos: que una obra esté a disposición del público de forma gratuita en digital y a la venta en papel.
[pullquote class=»left»]Para los creadores de Fiktion, el valor está en la satisfacción de editar una obra[/pullquote]
Para Niermann es una gran noticia porque demuestra la validez del proyecto y, tal vez, por fin un libro de Fiktion atraiga la atención de los medios. «Hasta el momento han hablado mucho de nosotros, pero no ha salido una sola reseña o crítica sobre las obras».
Quizá esto se deba a que ha llamado mucho la atención el Reader creado para el proyecto, que dista de lo convencional. Se dieron cuenta de que aquellos que leen en eReader suelen aumentar el tamaño de la letra para tener líneas más cortas y una página más pequeña, como una manera de facilitar la lectura.
Para conseguir mejorar la experiencia, crearon un Reader con un sistema de scroll, muy parecido al teleprompter que utilizan los conductores de los telediarios. Con la ventaja de que cada usuario puede controlar el tamaño de letra, el tono del fondo de la pantalla y la velocidad del scroll.
Niermann dice que lo ideal sería que la pantalla supiera cómo leemos. «Aunque ahora no es posible, los elementos que proporcionamos ofrecen diversas variantes a los lectores».
El Reader ha sido utilizado tanto por los escritores como por los editores y se han percatado de que tiene un efecto importante en las lecturas públicas, como presentaciones o conferencias.
Fiktion está financiado por una beca de la Fundación Cultural Federal Alemana. «En un principio parecía que no nos la darían porque pensaban que competiríamos con las editoriales», asegura Niermann. Al final, al presentar los detalles del proyecto, comprendieron que Fiktion no busca un beneficio económico. Para sus creadores, el valor está en la satisfacción de editar una obra.
@lopez_aguirre
Imagen de portada: windu / Shutterstock