Se llevó un cuaderno para dibujar, pero la verdad es que no pasó de garabatear unas cuantas ideas. Tampoco es que buscara inspiración. Florent ya estaba influido por un puñado de autores sudamericanos, así que ese viaje era más una huida que una búsqueda. Huía de la vida como se huye siempre, con una mochila a la espalda y un ser querido al flanco. Y después de ocho meses huyendo, Florent cambió la mochila por el lápiz, Sudamérica por Francia. Y volvió a dibujar.
No quería que el viaje guiara su trazo, pero sin darse cuenta empezó a dar forma a un vaquero andino, con unas generosas patillas, una camisa estampada, una chamarra ondeante y un sombrero gigantesco que inclinaba con la mano, saludando a aquél que quisiera mirarlo. Este GIF se ha convertido en la firma de Florent Hauchard, la imagen con la que este ilustrador francés cierra todos sus trabajos en su página de Behance. Un hombre desafiante que parece decir al espectador «buena suerte, vaquero». Lo cierto es que Hauchard no la necesita.
Siempre ha sentido debilidad por los vaqueros, por Sudamérica y por la ilustración, pero Florent Hauchard no podía imaginar cómo estos tres elementos iban a determinar su futuro laboral. Pasó la infancia dibujando motos, imitando a su padre, que era un gran dibujante y un lector empedernido del cómic motero Joe bar team.
Pasó la adolescencia formándose como diseñador gráfico, buscando un trabajo realista que no le obligara a renunciar a sus sueños. Finalmente, Hauchard ha pasado sus primeros años como adulto (ahora suma 26) volviendo a los orígenes, dejando de lado el diseño para volcarse en la ilustración clásica. «Hice unas cuantas búsquedas», recuerda, «y decidí que ese era el trabajo que siempre quise hacer. Bueno, quizá no tanto como el de estrella de rock».
De momento, Hauchard se conforma con escuchar la música de otros. «Puedo pasar horas y horas buscando nueva música y nuevos visuales para inspirarme», comenta. Su universo colorido nace de algún lugar de la mente que estimula a base de riffs de guitarra. El resultado son ilustraciones suaves, con referencias retro y elementos futuristas. Coristas con cascos espaciales, gatos con tupé, hombres con cabeza de naranja, todos estos elementos encuentran cabida en el universo de Hauchard.
«Quiero alcanzar un punto entre la diversión y la magia», explica el ilustrador sobre la heterogénea fauna que sale de su cabeza. «Me encanta cuando un trabajo visual te transporta a otra dimensión y te hacer reír o pensar». Él lo consigue tirando de colores brillantes y saturados, de cultura pop y estilo ochentero.
En ocasiones, Hauchard abandona su universo para adentrarse en galaxias ajenas. Sobre todo lo hace por trabajo, dibujando infografías para marcas e ilustraciones para revistas o anuncios. Pero a veces lo hace por diversión, zambulléndose en el mundo de otros creadores como Wes Anderson y reinterpretando sus códigos.
En sus últimos trabajos Hauchard se ha adentrado en la animación GIF. «Es muy difícil contar una historia en unos pocos segundos», reconoce, «pero en mi caso, la imagen suele ser lo suficientemente fuerte para contar el mensaje, el GIF sólo lo hace más potente o más divertido».
Esta técnica le ha permitido hacer una crítica más mordaz de las redes sociales, mostrar al hombre-naranja haciendo flexiones y sobre todo hacer que su firma mire fijamente al autor como diciendo «buena suerte, vaquero». Aunque ya sabemos que Florent Hauchard no la necesita.
3 respuestas a «La variada fauna que sale de la cabeza de Florent Hauchard»
Tengo 46 años, desde ayer. 20 de los cuales he pasado creando y creyendo. Porque cuando se cree se crea y viceversa. Mi proceso creativo es único, individual, como el de cualquier humano o ser en esta superficie y dimensión. Gano cuando trabajo y cuando no también. Pero nunca dejo de crear. En ocasiones comparto lo que creo. Y lo que creo también.
Florent tiene una buena técnica para los dibujos, cada vez son mas interesantes
[…] Florent Hauchard y sus ilustraciones psicotrópicas: http://www.yorokobu.es/florent-hauchard/ […]