The following, Cult, Hannibal… tres de las series que más interés han despertado en lo que va de año tanto fuera como dentro de Los Estados Unidos. (La última, aún por estrenar, viene precedida por la fama de Lecter). Los protagonistas son criminales maestros en la manipulación mental que conducen a sus víctimas al asesinato o al suicidio, aunque no hacen ascos a mancharse las manos de sangre.
CAOS Y SEDUCCIÓN CRIMINAL
Anteriormente vimos que cada crisis económica trae la reinvención de los géneros y la eclosión de determinadas historias. Los asesinos manipuladores parecen formar parte de un subgénero que renace en las crisis económicas. Podemos establecer un paralelismo entre el cine expresionista alemán (en concreto, El Testamento del Dr. Mabuse de Fritz Lang) y las últimas series de criminales manipuladores de masas. Aunque las intenciones artísticas y políticas son distintas, hay numerosos parecidos entre las obras cinematográficas del pre-nazismo y las últimas series.
EL DR. MABUSE Y LAS JUVENTUDES HITLERIANAS
Los estudiosos de la obra de Lang consideran que El testamento del Dr. Mabuse (1932) es una alegoría del ascenso del nazismo. (Es curioso que poco después, Joseph Goebbels ofrece a Lang la dirección de los estudios de cine UFA). No era la primera vez que Lang filmaba una obra sobre Mabuse, un personaje que cala en una Alemania destrozada por la Primera Guerra Mundial.
En 1922 un trayecto en tranvía en Berlín valía 28 millones de marcos. Demasiado dinero en papel en circulación provocó que los precios se dispararán. Hiperinflacción llaman los economistas a esto. Ese mismo año, el partido nazi creó Las Juventudes Hitlerianas (once años antes de que Hitler fuera nombrado canciller de Alemania). La mayoría de los miembros eran niños entre 14 y 18 años. El mismo año que crea las Juventudes Hitlerianas aparece Mabuse por primera vez en el cine, con guión de Thea von Harbou (esposa de Lang y futuro miembro del partido nazi) adaptando la novela de Norbert Jacques.
LA DOCTRINA DEL SHOCK
El Dr. Mabuse forma una secta de asesinos que lo siguen con temor, admiración o simplemente personas sin futuro. En El testamento está enclaustrado en un asilo de lunáticos escribiendo Imperio del crimen. Es un texto delirante en el que explica cómo el terrorismo sin reivindicaciones mantiene a la población en un estado de pánico, y esto la predispone a aceptar una dictadura para mantener el orden. De alguna manera, el Dr. Mabuse es un precedente de la doctrina del shock formulada por Naomi Klein en 2007 (convertida en documental por Michael Winterbottom). La doctrina afirma que los desastres y las catástrofes crean conmoción y confusión, y permite a los legisladores aprobar reformas impopulares. La burbuja inmobiliaria y las sucesivas crisis han dado ejemplos de la aplicación de la doctrina del shock.
GRIMM (CULT) Y CARROLL (THE FOLLOWING), ARTISTAS HERIDOS
El catódico Billy Grimm (Cult) y el escritor Joe Carroll (The Following) al igual que el Dr. Mabuse, seducen a las personas hasta conducirlas a la autodestrucción. Los métodos son similares: halagar los egos destrozados de sus víctimas, promesas de realizar «algo grande» y la amenaza de castigos. Sin embargo, estos criminales tienen intenciones distintas. Grimm y Carroll (apellidos de contadores de historias) quieren satisfacer sus pasiones, ser reconocidos como artistas. Por su parte, Mabuse quiere ser un tirano.
EL FANATISMO DE LOS CONSUMIDORES
Grimm y Carroll se convierten también en metáfora del consumidor que raya el fanatismo religioso. Los seguidores de Grimm y Carroll, son prosumidores: sienten placer con los crímenes de sus maestros, y destruyen como homenaje.
EL CAPITALISMO DESHUMANIZADOR
Otra lectura de Mabuse, Grimm y Carroll los sitúa junto a Jack el Destripador. Los criminales de ficción son fruto de la deshumanización de la la Era Moderna.
Mabuse, Grimm y Carroll representan la frustración moderna: personajes que desean escapar del anonimato mediante la atrocidad. No es raro que se sirvan de los medios de comunicación a su alcance. Son criminales transmedia.
VAMPIROS MODERNOS
The following y Cult han calado en los espectadores incluso con sus imperfecciones. Que Grimm y Carroll sean artistas es importante. Los espectadores se colocan en la piel estos criminales y disfrutan con sus maquinaciones. Las víctimas no son personas, si no personajes (pura metaficción). Los espectadores no esperan a que la chica sea rescatada de las vías del tren, si no que sea arrollada. Es un giro respecto a las historias de Mabuse. El villano gana: es necesario para una nueva temporada.
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