Categorías
Creatividad

Las fotos de Madrid de Kike Carbajal son nuestro Vietnam fotográfico

Existen dos sociedades en una. La sociedad que somos y la sociedad que creemos que somos. El fotógrafo Kike Carbajal piensa que la imagen que tenemos de nosotros mismos está deformada por el filtro Valencia de Instagram, por las narrativas publicitarias y por la idea de que somos mejores de lo que somos en realidad.

Carbajal se ha lanzado con todo el coraje necesario a uno de los entornos más hostiles del planeta: el centro de Madrid en diciembre. Cada vez que dispara su cámara, trata de guardar para siempre la imagen real de lo que somos. «Me llama la atención que queremos aparentar lo que vemos en Instagram. Cuando aparece la cámara sonreímos. Pero lo que yo busco es lo que pasa antes y después», explica. Esas fotos de Madrid son nuestro retrato sin filros.

Carbajal, vecino de la zona, ni siquiera sale de caza. Es la manada la que invade su ecosistema. De pronto, las calles reordenan su flujo con direcciones obligatorias para peatones. Las personas deciden confluir en el mismo sitio en 30 días de vértigo. La Puerta del Sol, la plaza de Callao o las calles Preciados, Carmen, Arenal o Carretas tientan sus límites de aforo y crean situaciones límite.

Así, sus fotos de Madrid se llenan de miradas de hastío; de pensamientos imaginados que dicen «¿qué carajo hago yo entre este millón de personas?»; de buscavidas, vidas buscadas y destinos no encontrados; de niños cansados y padres aún más cansados; de disfraces-con-señor-dentro haciendo perritos con globos; de vendedores de lotería con su expositor de décimos colgado, pequeñas sucursales móviles de Doña Manolita.

Como explicita su libro Somos la calle, la comunidad humana que formamos es desordenada, ruidosa, plural, caótica. Al menos hasta que alguien saca el móvil y abre Instagram, que es cuando toca posar.

En los otros casos, cuando se bajan las defensas, cuando el aire despeina las cabelleras, cuando en las caras se lee el agotamiento, es cuando Carbajal dispara su cámara y cuando consigue concentrar en unas pocas fotos la síntesis de toda una sociedad.

     

  

 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

Salir de la versión móvil