« Lo lógico es que el frío alejase a los idiotas» Walt Kowalski (Gran Torino)
La portada de Jeremy Fish para el número 141 de Yorokobu merecía una frase lapidaria, como la que el personaje interpretado por Clint Eastwood soltaba en la cinta dirigida y producida por él mismo. en 2008.
Porque ya que una de las capacidades del frío es la de aterirnos y dejarnos, a veces, en modo hibernación, se podría pensar que, por extensión, también sería capaz de apocar la estupidez y dejarla KO, al menos, durante los meses más fríos. Pero no, esta parece que va provista de su propio anticongelante y es capaz de resistir al más crudo de los inviernos.
Lo que tampoco se congela con la bajada de las temperaturas son nuestras ganas de contar historias. Y de seguir haciéndolo en papel. Sobre todo ahora cuando todo apunta a que nuestra relación con lo digital entra en una nueva etapa, mucho más equilibrada y relajada, después de haber pasado ya la del enamoramiento en la que no sabíamos qué hacer cuando no estábamos online.
Así que ha sido empezar el invierno y lanzar nuevo número impreso. El 141 está dedicado al invierno y al frío, por lo que muchos de sus temas te vendrán genial si, en estos días de ir y venir, te cruzas en el ascensor con los vecinos y quieres aportar algo más en la manida conversación sobre el tiempo. Por ejemplo, en lo que va desde que se cierra la puerta del ascensor y llegáis al tercero, podéis reflexionar juntos sobre cómo la frialdad de los ceros y los unos que subyace a la tecnología y a las redes sociales está enfriando también nuestra empatía.
O le puedes poner a prueba y preguntarle si sabe cuál fue el invierno más frío de los que se han registrado en Europa (con el riesgo, eso sí, de que cuelguen sobre el ti la etiqueta de «cuñado/a» del bloque por el resto de tus días en la comunidad).
Otra opción es comentar la increíble polisemia del término frío y las muchas maneras de expresarlo en España. O hablar de la criogenia (más allá de Walt Disney) o sobre lo super trendy que es añadir unos guantes largos a tu outfit.
Pero como no todo es frío en invierno, en este número también hemos hecho hueco a clásicos de la arquitectura como García de Paredes y su capacidad para percibir el espacio como si fuese una partitura.
Y también hemos querido averiguar por qué los vampiros no mueren como las personas normales, esas que todos los días (o casi todos) hacemos nuestras necesidades, a veces con un nivel de excelencia digno de un ‘perfect’.
Si eres un imperio, la única verdad de la que puedes estar seguro es que…
Les gustaba leer, pero nunca encontraban tiempo. También les gustaba quedar y divertirse juntos, pero…
La tecnología (pero no cualquiera, esa que se nos muestra en las pelis de ciencia…
La ciudad nos habla. Lo hace a través de las paredes, los cuadros eléctricos ubicados…
Cultivar aguacates en zonas secas es forzar la naturaleza: alto impacto ambiental y un futuro…
¿Qué tienen los chismes, los cotilleos, que nos gustan tanto? Para el ser humano, son…