El cártel de Santa Blanca, una de las organizaciones narcoterroristas más peligrosas del mundo, campea a sus anchas en Bolivia. La gran cantidad de poder que han conseguido los miembros de esta célula criminal ha puesto en alerta a Estados Unidos, por la cantidad de cocaína que hacen llegar a distintos países de Latinoamérica e incluso Norteamérica.
La inestable situación política de este país andino ha forzado a su presidente a firmar un acuerdo de impunidad con el cártel a cambio de que no se produzcan más muerte de inocentes. Ante tal situación, el Ejecutivo estadounidense ha decidido enviar a su unidad de élite de operaciones especiales denominada The Ghosts para destruir y revelar la sospechosa conexión entre la entidad ilícita y el Gobierno local.
Lo relatado en el anterior párrafo no es una noticia de última hora sobre el acontecer de uno de los países de América del Sur. Se trata de la historia de ficción sobre la cual arranca Ghost Recon Wildlands, el más reciente videojuego de la empresa francesa Ubisoft. La nueva entrega de esta franquicia —inspirada en el universo de Tom Clancy— salió al mercado para las plataformas PlayStation 4, Xbox One y PC.
El título tomó prestada la topografía de Bolivia y creó una experiencia de mundo abierto en la cual los jugadores podrán recorrer libremente el altiplano, montañas áridas, cañones, valles, junglas, entre otros terrenos. El estudio llamó al juego «su apuesta más ambiciosa» hasta ahora en el «lugar más hermoso y peligroso de la tierra».
La historia ficticia, las aserciones de los diseñadores de Ubisoft y el retrato del país como un narcoestado no sentaron bien en el seno del gobierno boliviano. De acuerdo con Reuters, el ministro de interior de Bolivia, Carlos Romero, ha pedido la intervención del Ejecutivo francés para evitar que Ubisoft muestre a esa nación como un país hostil, controlado por grupos de narcotraficantes.
El embajador de Francia en ese país, Denys Wibaux, ha recibido una carta con la queja dirigida a Ubisoft. La autoridad consular expresó su predisposición para ayudar a la administración del presidente, Evo Morales, en las acciones que sean necesarias para que el estudio diseñador retire del videojuego las regiones y cualquier referencia que pueda ser relacionada con Bolivia. «Nos reservamos el derecho de hacer uso de las acciones legales, tenemos todo el amparo y respaldo para hacerlo. Pero, primero preferimos agotar la vía de la mediación diplomática», declaró Romero a Reuters.
@Ubisoft_Spain #SomosGhosts, a partir de hoy a luchar en territorio Boliviano. pic.twitter.com/uVpp1oAlcK
— mdalterno…!!! (@mdalterno) 7 de marzo de 2017
Desde que Romero y Wibaux sostuvieron la reunión en la ciudad de La Paz, la sede de Gobierno, han pasado más de 10 días. El videojuego salió a la venta en todo el mundo el 7 de marzo pasado. Desde entonces, para disgusto de la administración boliviana, se ha mantenido como el título más vendido en Reino Unido, Japón —superando incluso a The Legend of Zelda: Breath of The Wild—, Australia y Nueva Zelanda. Asimismo, el período de prueba gratuito de Ghost Recon Wildlands, que se mantuvo abierto del 24 al 27 de febrero, reunió a cerca de siete millones de usuarios que jugaron partidas por un tiempo total acumulado de 34.295.124 horas, o el equivalente a 3.915 años, según informó Ubisoft en una infografía.
Ubisoft ha respondido a las quejas del Gobierno boliviano, a través de una carta a Reuters, recordando que el videojuego es una «obra de ficción» que se ambientó en esa nación por su «enorme diversidad y espacios abiertos». «Mientras que la premisa del juego imagina una realidad diferente a la que existe hoy en Bolivia, esperamos que el mundo dentro el juego se acerque a representar la hermosa topografía del país», señala el comunicado.
El argumento y la narrativa del videojuego estuvo a cargo de Shane Salermo y Don Winslow, este último con más de 20 años escribiendo sobre narcotraficantes. Pero la tarea de documentación no sólo corrió a cargo de esos dos autores. La empresa francesa se tomó el trabajo de investigar a fondo ese país, los cárteles de la droga y las operaciones especiales, según explicó el diseñador narrativo de Ubisoft París, Sam Strachman.
En Bolivia, según el empleado del estudio, hablaron con traficantes de droga y vieron a los militares quemar laboratorios clandestinos de cocaína. «La guerra contra la droga [en Bolivia] es un tema enormemente complejo sin soluciones claras y sin un final a la vista. Nos esforzamos por explorar todos los ángulos posibles», agrega Strachman en una entrevista publicada en la página web del videojuego.
La paradoja de este problema diplomático es que Francia es el principal proveedor de maquinaria y tecnología para combatir el narcotráfico en Bolivia. «Con tecnología francesa estamos combatiendo al narcotráfico, pues de ahí son nuestros helicópteros, los superpumas [helicópteros], el proyecto de radarización en todo el espacio aéreo se hará con tecnología francesa», explicó Romero a la agencia de noticias con sede en Reino Unido.
Ninguna de las partes en conflicto ha vuelto a pronunciarse sobre el tema. Quizá el gobierno boliviano no quiere volver a mencionar su queja, después de las cifras obtenidas por esta nueva entrega de la saga —que acumula cinco videojuegos, cinco novelas y un cortometraje— por la publicidad gratuita que le dieron sin querer.
Y el estudio creador del título tampoco parece inmutarse, ya que en París siguen adelante trabajando en nuevo contenido descargable y un modo multijugador por equipos en el que se pueda competir contra otros usuarios en línea. Todo parece indicar que la caza al cártel de Santa Blanca en esa versión caótica, corrupta y violenta de ese país andino apenas ha comenzado.
3 respuestas a «‘Ghost Recon Wildlands’, el videojuego de la discordia entre Bolivia y Francia»
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Pues yo vivo en bolivia, y cada dia parece mas un narcoestado. Hace poco aprobaron una ley incrementa El cultivo de coca la cual parece que en su mayoria es desviada al narcotrafico. Adicionalmente El presidente de bolivia tambien es El presidente de estos productores de coca.
Como siempre los yankis y sus lacayos van por el mundo haciéndose los héroes y salvadores… Y yo, volveré a repetir lo que un gran hombre dijo: Vayanse al carajo. Yanquis de mierda!!