– Trocee 20 o 25 luchadores profesionales enmascarados en calzones a los que se ha citado en cocinas para librar encuentros legendariamente inusuales.
– Ponga ese picado en la cazuela y añada un reputado fotógrafo mezclado con un conocido cronista y blogger. A la mixtura le agrega otro experto en artes audiovisuales y lo baña todo con uno de los mejores chefs de Latinoamérica -añada otro chef de lujo si nota que la pasta espesa-.
– Para terminar, coloque esa masa sobre la base de un proyecto editorial que fue presentado ayer en Ciudad de México.
– Sírvase escrito en fotografías y sesudas crónicas sobre estos choques en los que el chef improvisa inéditos platos de gourmet en base a las historias, gustos y costumbres culinarias que van narrando los temibles guerreros.
El resultado se llama Cocina para luchadores, se trata de un blog –ya en funcionamiento- y futuro libro que deconstruye el recetario más enchilado del mundo y pretende homenajear para toda América Latina la cultura tradicional de México.
Cinco venezolanos expertos en distintas ramas del diseño, el periodismo, la red, las artes audiovisuales y la gastronomía se han unido para llevar a cabo una apuesta editorial tan marciana como de probable éxito. En común, aparte de varios encontronazos profesionales, tenían que desde su Venezuela natal todos habían mamado el folclore y la tradición de este gigantesco vecino norteño. “Como toda América Latina. Mariachis, el chavo, chapulín, la lucha libre… Todos los países latinos tenemos algo de la identidad mexicana”, dice Inti Acevedo, el productor y cronista bloguero.
Para una apuesta atrevida, una presentación del mismo tallaje –empezando por que se realizaba en el centro cultural Gimnasio de Arte-. Luis Cobelo, “el fotógrafo”, habla de que el libro que pretenden publicar dentro de un año –“aproximadamente”- contendrá “las imágenes y crónicas de estos encuentros de los luchadores con el cocinero” y desvela que cada capítulo será una historia y reportaje fotográfico extraído de la cita con los púgiles camuflados más una o dos recetas creadas a partir de lo que cuentan.
De pronto el chef que se verá la cara con estos quebrantahuesos -entre los que incluirán a mujeres, hombres, luchadores estrella y luchadores elegidos por otros valores- hace entrada en la sala enfundado en la máscara picante que utilizan como emblema del proyecto.
“Un luchador es mucho más que una máscara”, dice Pocho Garcés, el sorpresivo cocinero encapuchado. “Todos somos resistencia en nuestro día a día. Somos luchadores. Este proyecto editorial da recetas de cocina pensadas en base a lo que alimenta a estos guerreros que conocemos en toda América, pero no es un libro de recetas. Ni buscamos la foto del plato decorado y perfecto. Es un libro de historias que homenajean la identidad y la cultura tradicional mexicana a través de los luchadores y la comida. Yo improviso recetas a partir de lo que ellos van contando de este país, de sus gustos y de sus experiencias. Porque la identidad en este caso no es lo que protege una máscara, sino lo que demuestra”.
El grupo de componentes de este experimento que bate lo artístico, lo deportivo, lo cultural y lo culinario lo completan el diseñador Enrique Luque y el audiovisual Pablo Peña. Por si algún luchador deja KO a Pocho, Omar Pereney –el cocinero de primera línea más joven del continente-, se queda esperando el toque de relevo desde las cuerdas.
“Además del blog y del libro vamos a desarrollar Apps de Cocina para Luchadores y, como editorial, centraremos nuestros esfuerzos en desarrollar esto”, se mete Acevedo en masa empresarial. Si la idea triunfa, “¿por qué no incluso un restaurante con las creaciones que salgan de estas experiencias?”.
El primer conejillo de indias de estos sparrings culinarios fue el luchador apodado el Médico Asesino. El gigante en calzoncillos, junto a su también legendario padre, aportó una receta, buenas imágenes y declaraciones sin enmascarar que según estos venezolanos casi les hacen saltar las lágrimas.
“La intención es contar en imágenes, textos y recetas cómo es la vida, la lucha y las inquietudes de estos gladiadores que representan parte de una cultura”, afirma Cobelo. Garcés asegura estar preparado para cocinar sobre la marcha menús a partir de lo que escuche de estos profesionistas de la pelea. Incluso se atreverá a ir con ellos al mercado para hacerse con los ingredientes que dibujen su personalidad y sus hábitos.
Estos independientes ideólogos se lanzan a la piscina editorial tratando de noquear al mercado con un golpe tan tradicional como contemporáneo, tan normal como alienígena y tan dulce como salado. “Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa”, cita Acevedo a Mark Twain. La propuesta está entre las cuerdas, Latinoamérica en las gradas y el cinturón a la propuesta más golpeadora para honrar la cultura de México está en juego. La campana inicial ha sonado.