El análisis sistemático de la cultura manuscrita se desarrolla mediante dos ramas de conocimiento diferentes y a menudo confundidas. La grafología o psicografología se refiere a la elaboración de perfiles psicológicos y de personalidad a raíz del análisis del textos manuscritos y firmas. Se trata de una aplicación que despierta cierta polémica y escepticismo porque tiene un componente de subjetividad.
La segunda rama es la pericia caligráfica, que determina la autenticidad o falsedad de documentos sobre cuya autoría existen dudas.
Una tercera rama relacionada sería la documentoscopia, que es más reciente y se dedica a detectar documentos impresos falsos entre aquellos que tienen algún tipo de protección, como el papel moneda.
Según Carlos Rodríguez Díaz, psicólogo, grafólogo y perito calígrafo en Instituto de Psicografología y Peritación – IpsigraP, la profesión se ha desarrollado mucho en los últimos diez años, tanto en número de estudios como en aplicación profesional.
Todavía no existen planes de estudio regulados, pero para ejercer de perito calígrafo se necesita capacitación profesional. Puede constar de dos años de estudio de grafología y un tercer año de perito caligráfico, según cada centro. Posteriormente, los profesionales pueden especializarse a través de cursos más prácticos. Por ejemplo, focalizados en grafología infantil o en grafoterapia, entre otros.
[pullquote]«La escritura es una forma de gesticular».
Jules Crépieux-Jamin [/pullquote]
EL SISTEMA GRAFONÓMICO
Se trata de un método que clasifica las variables gráficas según ocho parámetros: tamaño, presión, inclinación, cohesión, forma, dirección, velocidad y orden o impresión de conjunto. No pretende ser una ciencia, sino que constituye solo una herramienta que puede ser utilizada en combinación con otras. Como veremos después, se aplica tanto en pericia caligráfica como en grafología.
1.El tamaño del cuerpo central de las letras, así como de las crestas y los pies, puede mostrar la forma de ver las cosas de una persona y de considerarse a sí mismo. Por ejemplo, si es ahorrador, si tiene capacidad de observación, si es una persona extrovertida o si es más o menos racional.
2. La presión determina la vitalidad. Se observa mediante la aplicación de una luz rasante, entre otras pruebas.
3. Los grados de inclinación tienen que ver con el equilibrio entre la razón y la emoción.
4. La cohesión se refiere al número de veces que levantas el útil. Atendiendo a ella se pueden apreciar rasgos de sociabilidad, características de lógica o intuición o información sobre el equilibrio emocional.
5. La forma tiene que ver con el comportamiento de un individuo. Una letra manuscrita puede ser angulosa o curva, estar adornada con arcos o guirnaldas, ser simple o complicada, ágil o torpe, caligráfica…
6. La velocidad habla de los procesos mentales, de cómo se producen los pensamientos.
7. La dirección tiene que ver con el hecho de que las líneas horizontales asciendan o desciendan. Obsérvese, en este poema de Rafael Alberti, cómo la palabra tristeza tiende a bajar y la palabra «alegría» asciende ligeramente.
8. El orden o impresión de conjunto tiene que ver con la toma de decisiones a la hora de organizar el texto. Esto muestra el carácter de la persona. Qué márgenes elige, qué disposición, cómo son sus renglones…
LA PERICIA CALIGRÁFICA
Esta rama trata de descubrir la autenticidad de un manuscrito y también utiliza el sistema grafonómico descrito anteriormente.
Los dos documentos que se comparan con este método son un dubitado (el documento que arroja duda) y un indubitado (su autor está demostrado legalmente). En ellos se analiza la cantidad y calidad de convergencias y divergencias para determinar si son de diferente mano (por ejemplo, de alguien que haya aprendido a escribir o firmar como otra persona).
«Aunque se trata de un campo bastante objetivo, hay una parte de duda en el caso de falsificaciones muy buenas en las que alguien ha aprendido a firmar como otra persona en un proceso de asimilación de grafía. En ocasiones, puede pasar que un perito crea que es la misma persona y otro que no. Se ven careos en el juzgado y se escuchan las razones para ver quién lo argumenta más y más claro», explica Carlos Rodríguez.
[pullquote]En la firma se puede apreciar el estado emocional de la persona (por ejemplo, si estaba enferma cuando la ejecutó) o la tensión gráfica (si firmó con seguridad o no)[/pullquote]
Según el experto, aproximadamente un 80% de los casos que se les presentan a los peritos son firmas que generan dudas en algún documento, como un contrato, un testamento o un reconocimiento de deuda. Para que se puedan analizar, deben ser coetáneas, con un margen de diferencia máximo de unos cinco años. En ellas se puede apreciar el estado emocional de la persona (por ejemplo, si estaba enferma cuando la ejecutó) o la tensión gráfica (si firmó con seguridad o no).
Este tipo de peritaje también se utiliza en arte, para identificar si una nota manuscrita es obra de un determinado poeta o escritor. Las obras de arte plástico pasan por un peritaje multidisciplinar durante el cual el perito calígrafo interviene en la firma. Algunos más especializados pueden también estudiar la autoridad de las pinceladas.
Los números también tienen su parte grafológica de identificación de personalidad. Se estudian cuando hay sospecha de alteración de facturas o fechas. Los grafólogos también pueden trabajar con otros formatos, como los grafitis. Por ejemplo, para contribuir a encontrar al autor de uno realizado sobre un monumento u otra superficie no autorizada.
En el campo de la criminología, muchos peritos aumentan su cartera de servicios formándose tanto en caligrafía como en grafología y lingüística forense.
LOS INFORMES PSICOGRAFOLÓGICOS
La psicografología puede determinar algunos rasgos sobre cómo es una persona o cómo está en un momento determinado, siempre que sea llevada a cabo por expertos que realicen análisis rigurosos y no parciales y que se cuente con material de análisis suficiente. En la forma en que escribimos intervienen la neurología y la psicomotricidad. Al escribir, realizamos los mismos gestos que en la vida cotidiana.
Todo escrito es, además, más consciente al principio que al final, cuando las personas tienden a «dejarse llevar». Las emociones hacen que nuestras letras varíen, al igual que lo hace el paso de los años o las enfermedades.
Hay algunas cuestiones que, al contrario de lo que dicen algunos mitos extendidos, no se pueden deducir solo por ver cómo escribe una persona. Algunas de ellas son si es zurda o diestra, cuál es su género o cuál será su conducta futura.
Por ejemplo, un grafólogo determinaría que la firma de Federico García Lorca pertenece a una persona idealista (por los trazos ascendentes en las mayúsculas); y una persona que escriba muy pegado al margen izquierdo muestra introspección y tal vez cierto miedo al futuro.
ALGUNOS USOS: GRAFOTERAPIA Y RECURSOS HUMANOS
La grafoterapia consiste en una reeducación gráfica en adultos para conseguir mejoras psicológicas en temas de autoestima o control. En esta técnica se pide a la persona que vaya escribiendo al tiempo que cuenta sus problemas, y se intentan corregir aspectos como letras que están muy apretadas y pueden expresar problemas de expresión de emociones.
Se indica que abra la escritura, y que así la persona se sienta mejor, más cómoda. Que dirija lo que le ocurre, que exprese las cosas… Si la persona tiene tendencia a la obsesión, con todo se puede provocar un cambio de carácter que la ayude a ganar seguridad.
Los niños, por ejemplo, deberían tener una evolución gráfica acorde a su edad, y en caso contrario, hablamos de «grafopatologías», que se pueden corregir.
El uso de la grafología en el ámbito de selección de personal ha crecido mucho en las últimas épocas. Se trabaja de la mano con la empresa, que diseña el perfil requerido y proporciona los candidatos. A partir de ahí se hace una labor de encaje con los rasgos de personalidad de la persona.
Nunca se señala un perfil concreto, sino que se preparan informes de debilidades y fortalezas, y son los responsable de recursos humanos los que deciden. Esta observación de sus características psicológicas a través de la grafología se realiza al final de los procesos y se va mezclando con otras técnicas.
ENTREVISTA A CARLOS RODRÍGUEZ
La psicografología es la rama que más escepticismo despierta. ¿A qué crees que se debe? Existen muchas personas que son críticas con ella o que la tildan de «pseudociencia». ¿Qué tiene que decir sobre esas acusaciones? ¿A qué cree que se deben?
En el campo de la psicografología existe una parte de interpretación. Pero se cuenta con todo un protocolo grafonómico para tratar de ser lo más objetivos posible.
Este protocolo cuenta con muchos años de desarrollo y debe ser puesto en valor para tratar de que el resto de profesionales también se guíe por él. Se trata de conseguir que la detección de características como la angustia o la tristeza se base en una serie de datos objetivos. El problema viene con interpretaciones sesgadas, es decir, mirar solo unas cosas pero no otras.
¿Crees que los casos más mediáticos o anecdóticos, como los de análisis de la personalidad de alguien famoso por su firma, pueden convertir esta especialidad en un show mediático sin mucho fundamento y pueden desprestigiar otras aplicaciones más objetivas de la grafología?
Puede haber una parte de eso. Grafólogos que, por un minuto de gloria, interpretan un papel sin un estudio riguroso, sin la parte grafométrica, los protocolos… Sí haría falta que se regulase. Hay personas que hacen informes parciales o mediáticos, hay intrusismo, gente que por haber leído libros ya quiere ejercer sin tener formación. Está mal regulado, al igual que ocurre con la psicología.
¿Abundan los psicólogos, como tú, en las especialidades grafológicas?
Sí. Al final, la grafología es psicología. Si no tienes claro cómo es un proceso de histeria, de neurosis o una manía, no puedes buscarlos en los textos o en los gestos gráficos de alguien.
¿Por qué crees que siguen existiendo personas que, sencillamente, «no se lo creen»?
Cuesta entender la relación entre escritura y carácter. Muchas personas piensan: «¿Cómo algo muy corriente, como es la escritura, puede decir tanto de mí?».
Me sorprende el debate sobre si es ciencia o pseudociencia. No es nada de eso. Por ejemplo, el test de Rorschach, muy usado en psiquiatría, es un test, no una ciencia. Es una técnica o método de evaluación que utiliza todos los principios de la psicología; es una parte de ella que evalúa la personalidad a través de la producción gráfica.
¿Qué ocurre si una persona es capaz de escribir de muchas formas distintas? ¿Podría una persona con pericia engañar al escribir un texto?
Si el texto es escaso, podría llegar a engañar o distorsionar el perfil. Hay que cuidar la muestra y saber su naturaleza. El grafólogo siempre debe tener en cuenta si la nota gráfica es idónea o no. De dónde viene, qué extensión tiene…
Hay recomendaciones sobre cómo se debe obtener. Por ejemplo, que los textos comparados sean coetáneos y numerosos. También es importante que sean extensos, porque en una línea o dos puedes fingir, pero si es más largo sale la parte inconsciente, la expresión gráfica habitual de la persona.
Por ello hay que cuidar la recogida de la muestra gráfica. Que sea un papel en blanco, sin pautas para guiarse, en el caso de los adultos, y con un útil al que la persona esté acostumbrada. Algunos, como lápiz o rotulador, dan muchos problemas porque cuesta determinar la presión.
Otros consejos que pueden parecer obvios es que se ponga las gafas si las usa, que escriba sentado o que escriba de una sola pieza para ver el cambio entre la parte inicial y consciente y la parte más íntima.
¿Qué información se puede obtener realmente de una firma?
La firma revela la parte más intuitiva. Responde a modas. Por ejemplo, ahora se usan más las formas curvas. Debería tener coherencia con cómo escribimos.
Cuando es artificiosa, de acuerdo a las modas, está distorsionada. En el caso de que la hayan diseñado para ti, sigue unas directrices estéticas que te ha dado un diseñador, así que está muy alterada.
Pero la presión, la fuerza motriz, las distancias o la velocidad de ejecución son innatos y reflejan nuestra huella gráfica, de la que no se puede escapar.