The Handmaid’s Tale abre la segunda temporada con una escena de terror. Continúa con la huida de June durante los episodios 2×02 y 2×03. Huida que despierta en el público cierta esperanza. (Sabemos que quedan episodios por delante, pero sentimos el relato audiovisual en presente).
Mientras que June huye, Emily se pudre en las colonias, pero de alguna manera aceptamos el destino de la segunda; temíamos para ella peor resolución. (También sufrimos menos por Emily porque ha estado menos en pantalla: aún no la conocemos bien).
Cuando June es detenida al final del capítulo 2×03 nos sentimos confusos entre la contrariedad y resignación prevista (lo veíamos venir).
El capítulo 2×04 comienza con una escena desoladora con guion de Bruce Miller (el creador de la serie HBO) y dirigido por Kari Skogland. El título es revelador: Otra mujer. La June que aceptó, como muchas personas, por desidia, la dictadura de Gilead, no es la misma June. Aunque atrapada por segunda vez por el régimen, el fuego de la resistencia anida en sus tripas y su corazón.
June encadenada
June es anillada por segunda vez, como un animal; después recibe la visita de tía Lydia. Esta segunda escena se desarrolla en una cancha de baloncesto. La idea de lucha está presente en la escenografía, el uso de la cámara y los diálogos.
(Haz clic en las imágenes para verlas en tamaño original).
El techo es alto, pero la cámara lo contiene en los planos generales.
June es la luchadora que comienza encadenada, observada, más que vigilada, por cuatro mujeres. La heroína carece de intimidad. Gilead es un estado opresor en el que las formas importan: con la presencia excesiva de vigilantes deja clara su omnipresencia.
El plano general recuerda la presentación de una retransmisión de lucha en televisión. Frente a June hay una mecedora, como posible trono de tía Lydia. Las mujeres que vigilan a June salen. Tía Lydia no quiere testigos. Intuye la rebelión de June y no desea que su autoridad sea cuestionada en público.
June está fuera del plano, bajo la línea de la cama, y queda así reforzada la presencia de tía Lydia.
La escena cierra con un plano que muestra a June encajonada a la derecha. Apenas la punta del pie pisa la línea de la composición de tres tercios. El fino vestido de criada se alza imponente con su oscuridad, como de sangre coagulada, inclinándose ligeramente hacia la derecha.