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¿Harrison Ford odia a Han Solo?

Aunque hoy parezca difícil de creer, prácticamente todos los implicados en Star Wars creían que iba a ser un fracaso estrepitoso. Sir Alec Guinnes denominaba la película como «una basura de cuento de hadas». Según cuentan en el documental El imperio de los sueños, los actores no entendían qué estaban haciendo y los diálogos, que George Lucas reescribía constantemente, les parecían horteras y alambicados. Pero, finalmente, el éxito llegó, reventando las taquillas y dando un empujón a la carrera de un intérprete en particular: Harrison Ford. Guinnes, en una carta a un amigo durante el rodaje, le llamaba primero Tennyson Ford y luego preguntaba a su compa si alguna vez había oído hablar de él.

Su papel como una especie de vaquero espacial, un antihéroe que suscita la discusión de quién disparó primero, le catapultó al estrellato y le facilitó sus otros dos papeles icónicos: Indiana Jones y el cazador de replicantes Rick Deckard. Pero mientras que durante años estuvo dispuesto a hablar del arqueólogo, cuando llegaba el momento de comentar sobre Solo era más reticente. En una entrevista en 2010 con David Letterman, se refirió al personaje como Han Yoyo mientras gruñía y es conocido que siempre quiso que muriese al final de The Return of the Jedi, liderando el asalto a la segunda Estrella de la Muerte.

Ford llegó al papel de casualidad. Tras trabajar con Lucas en American Graffiti, su anterior película, el director no quería que ningún actor repitiera en su nuevo proyecto. El libro The Making of Star Wars, de J. W. Rinzler, cuenta que el asistente de casting Fred Roos le contrató para instalar una puerta en las oficinas de American Zoetrope, donde se estaban realizando las audiciones para el papel, para cambiar la opinión de Lucas. Ford acabó ayudando a dar la réplica a los postulantes y finalmente se hizo con el personaje, por delante de actores como Kurt Russell. Teniendo en cuenta que entonces había dejado de actuar debido a que venía de camino su segundo hijo y una familia hay que mantenerla, puede decirse que Han Solo le salvó la carrera.

La reticencia de Ford a hablar de Solo y la película fue creciendo con el tiempo. En las primeras entrevistas hechas para la promoción de Star Wars, se ve un Ford emocionado con el papel. Y dedicado a tratar de mejorarla y hacer al personaje más interesante. Un gran ejemplo puede verse en la segunda película. Cuando Solo es congelado en carbonita y la princesa Leia le dice «I love you» por primera vez, el guion original contestaba «I love you, too». Ford, notando que no casaba con el concepto del personaje, lo cambió por el «I know», más acorde con el canallismo de Solo.

Esto cambió tras el estreno de The Return of the Jedi. Su carrera ya había despegado del todo. Se había estrenado Raiders of the Lost Ark y la crítica le había alabado por su papel en Blade Runner. En una entrevista de 1982 con David Letterman durante la promoción de la película de Ridley Scott basada en el libro de Philip K. Dick, se le nota un cambio de voz cuando surge Star Wars en la conversación.

Desde entonces, Ford se mostró reticente a hablar de este personaje y con la llegada de internet, también lo hicieron las discusiones y teorías sobre si el actor odia al personaje que le dio el primer sorbo de gloria y la fama. Es cierto que los fans pueden ser una pesadilla y que es probable que Ford esté terriblemente cansado de que le pregunten por el tema, incluso después de volver a aceptar ponerse el chaleco de Han Solo en la nueva entrega de la saga.

En un vídeo de la Comic Con de 2013, durante la promoción de Ender’s Game, un aficionado le pregunta cuáles serían las primeras palabras que se dirían en caso de encuentro entre Han Solo e Indiana Jones. Otro sobre si Han Solo sería un buen soldado en el ejército de la película basada en el libro de Orson Scott Card. La cara de Ford es un poema. Se quita las gafas, se frota los ojos y mata a los cuestionadores con la mirada. «Han Solo sería un gran activo para cualquier ejército, es lo que llamaríamos hoy un contratista independiente». El público, por lo menos, se ríe.

Por Carlos Carabaña

Carlos Carabaña es periodista. Puedes seguirle en @ccarabanya

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