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Creatividad

¿No te has dejado nada sin hacer en 2017?

Llegó la hora de la verdad. Esa en la que tus amigas y amigos de Whatsapp te aturdirán con la puñetera canción de fin de año de Mecano. En dos días se desencadenará el infierno en la Tierra y llegará la hora de hacer balance. Perdónanos por esto.

Nosotros, como somos unos vagos y queremos irnos al bar a beber vino, hemos mirado las estadísticas de nuestra web. Así, nos evitamos hacer memoria, nos abrazamos al rigor de las cifras y terminamos antes con este trámite, que es de lo que se trata.

Te ofrecemos una recopilación de 20 artículos publicados en 2017 en Yorokobu. ¿Y por qué 20? Porque cuando llegamos al 21 se nos quitaron las ganas de seguir dándole al copia/pega.

20 artículos de Yorokobu que leyeron algunas personas más que nuestras madres

Uno se siente más próximo a un libro y su autor si lo ‘mancilla’ con notas, garabatos y subrayados.

Subrayar libros, un sacrilegio necesario

Seguimos con libros. Así se consigue que unos niños se aficionen a leer.

La profesora cuyos alumnos leen 40 libros al año (y lo hacen por placer)

El imaginario ruso nos resulta exótico en ocasiones. Estas fotos son una muestra de esa idea.

Fotografías que solo podían hacerse en Rusia

Si dejas de dormir, ¿el cerebro comienza a funcionar o se te funde?

Dime cómo duermes y te diré cuán creativo eres

Aquí nos vamos a guardar el chistecico en el ojal. Esta es, a juicio de unos cuantos por aquí, la mejor historia que hemos contado en Yorokobu en 2017.

El Hombrecino que guardó durante 30 años la lista con los nombres de sus amigos fusilados

Aunque parezca mentira, un empresario puede pagar bien a sus empleados, que estos mantengan unas condiciones dignas y que la empresa sea sostenible.

La empresa de camiones que trata a sus empleados como las tecnológicas de Silicon Valley

Más de Rusia. ¿Escribirán los rusos acerca de los colegios mayores españoles?

No es hogar para blandos: viaje al interior de los colegios mayores rusos

¡Gracias por esto, Candy, y no por los chicles aquellos que llevaban toneladas de azúcar y una pegatina de mierda!

Candy Candy te inició en el sexo sin que te dieras cuenta

Hombre, si estás jodido de antemano, la infelicidad ya no te pilla por sorpresa. Visto así…

La utilidad de ser negativo y sufrir antes de tiempo

Sabemos que no necesitas leer esto para saber que Martínez, el de ventas, es un imbécil. Pero bueno…

Cómo reconocer a un pésimo compañero de trabajo

Aquí superamos con creces la línea de lo que toca las narices.

Si sufres ansiedad, rétate a mirar estas fotos

Desvelamos la clave de la felicidad en lo relativo a los grupos de Whatsapp: SILENCIAR. UN AÑO.

Envía esto a tus grupos de WhatsApp para que dejen de ser una pesadilla

No acabamos de vernos en la situación, pero bueno, cada uno es cada uno.

Desayunar tripis y setas: la nueva clave del éxito laboral

Todo agujero es trinchera. Los prejuicios nos atenazan.

‘Brojob’: sexo gay entre jóvenes heterosexuales

¿Recuerdas lo que decía Freud acerca del orgasmo femenino? Pues pásatelo por el txirri y vive tu sexualidad como quieras.

La gran mentira: no hay orgasmo de clítoris y de vagina

No, no lo sé. Cuéntamelo.

¿Sabes por qué construyeron el Pentágono de EEUU en forma de pentágono?

Queremos aprender mucho de estas mujeres: de su talento, de su vida, de su carrera, de sus errores.

¿Por qué no hacer de Ella Fitzgerald o Marie Curie los nuevos ídolos infantiles?

¿Placeres de viejóvenes o simplemente placeres?

Pequeños placeres que nunca pensaste que te fliparían

La ira es también un motor creativo de primer nivel.

La positividad es una estafa y la ira es creativa

Cuenta, cuenta, nos interesa mucho lo que planteas en este último artículo.

Frases en apariencia inocuas que esconden desinterés

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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