El fondo marino –aquel que tiene más de 200 metros de profundidad– es uno de los grandes desconocidos de nuestro planeta. Tanto es así que, según un estudio publicado por Science Advances, el ser humano únicamente ha observado el 0,001% de sus profundidades. Dentro de él, a miles de metros de la superficie del mar, se encuentra la llanura abisal: un espacio aún por descubrir lleno de vida alucinante. El problema de este ecosistema es que cuenta con un tipo de roca que contiene una serie de minerales que puede usarse para la fabricación de baterías, lo que está despertando el interés de diferentes empresas que quieren extraerlo.
Quizá, para equilibrar la balanza hacia la ciencia y no caer por penúltima vez en el error de cargarnos la naturaleza antes de saber las consecuencias que conlleva, la directora Eleanor Mortimer rodó How deep is your love. Una odisea documental que busca fascinar al espectador con las especies que viven en la llanura abisal. Y, de paso, que se plantee preguntas sobre su propia especie. Una película que ha cosechado premios en festivales como Hots Docs (Canadá) y CPH: DOX (Dinamarca), y que inaugurará el Another Way Film Festival*, el certamen de cine documental sobre progreso sostenible que celebra su undécima edición en Madrid desde el 14 al 19 de octubre.
¿De dónde nace ese interés tuyo por el fondo marino?
La llanura abisal cubre el cincuenta por ciento de la superficie del planeta, pero los seres humanos hemos visto mucho menos del uno por ciento de ella. Como cineasta, me interesa la tensión entre lo conocido y lo desconocido, lo visible y lo invisible. El hecho de que gran parte de este paisaje submarino nunca haya sido visto por nosotros me intrigó, e inmediatamente comencé a preguntarme cómo sería la primera máquina humana y cómo la percibirían los animales del fondo marino. Además de mi propia curiosidad por los animales de las profundidades, vi la película como una oportunidad para estudiar a los seres humanos desde otra perspectiva.
Con la película, entre otras cosas, buscas proteger el fondo marino del que desconocemos casi todo. ¿Cómo es posible que se permitan extracciones sin saber realmente lo que esto supone? ¿No aprendemos?
El 90% de los animales de la zona Clarion-Clipperton (un área de 6 millones de kilómetros cuadrados del Pacífico que interesa a las empresas mineras) aún no tienen nombres científicos. Por el momento, todavía no se permiten extracciones a gran escala, pero como esta zona se encuentra fuera de las aguas nacionales, las decisiones sobre lo que ocurre allí corresponden a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.
Sus miembros siguen debatiendo si se debe permitir el inicio de la minería, pero Trump ha expresado su intención de ignorar el Derecho del Mar y comenzar la extracción de todos modos. Es difícil responder a cómo es posible esto cuando aún hay tantas incógnitas. Lo único que puedo decir es que, lamentablemente, es por el afán de lucro y el capitalismo.
¿Qué hay en él para que grandes empresas inviertan dinero?
Las rocas que hay en el fondo marino se denominan nódulos polimetálicos. Crecen a un ritmo de aproximadamente un centímetro cada millón de años y tienen mucho interés porque contienen minerales que pueden utilizarse en baterías, como níquel, cobalto y manganeso.
Los grandes capitalistas como Musk hablan de vivir y de extraer materiales de otros planetas, de la luna. De ellos conocemos casi más que del fondo marino. ¿Por qué de este casi no se habla?
No sabría decir por qué, pero quizá sea porque, hasta ahora, ha estado prácticamente fuera de nuestra vista. Creo que, para los seres humanos, cuando las cosas están en ese punto, a menudo también están fuera de la mente.

Tu película busca fascinarnos con el fondo marino para que sea algo que nos importe y no acabe destruyéndose. ¿Qué fue lo que más te maravilló de él?
Los animales del fondo marino son increíblemente hermosos y misteriosos, y aún queda mucho por aprender sobre cómo han sobrevivido durante milenios en entornos tan hostiles. Como seres humanos, debemos ser más humildes y aprender del mundo natural, en lugar de seguir explotándolo. Esto solo nos va a llevar hacia la destrucción de la Tierra y de nuestro propio futuro como especie.
Muestras imágenes de seres que en nuestro imaginario tienen más que ver con lo alienígena que con nuestra realidad. Te devuelvo la pregunta que les hacías a los científicos. Si tuvieras la posibilidad de charlar con alguno de ellos, ¿qué querrías saber?
Les preguntaría cómo nos ven a los humanos. También cómo ven a la máquina que baja a estudiarlos con la gran luz. Les preguntaría sobre qué piensan de ella, si pueden verla o si está tan fuera de su marco de referencia que ni siquiera la registran.

Es impresionante también ver cómo viven los científicos el avistamiento de cada ser vivo. Algunos incluso se emocionan, lo que hace que el espectador también lo viva con mayor intensidad.
Sí. Cuando empecé a rodar la película, la gente decía que sería difícil conseguir que el público se interesara por los pepinos de mar y los crustáceos. Pero en cuanto experimenté la fascinación y el cariño de los científicos por la fauna que estudian, supe que su amor haría que el público también se enamorara.
¿Cuánto de profundo debería ser nuestro amor por el fondo marino?
Yo diría que lo mejor de los seres humanos es nuestra capacidad de amar, que es realmente infinita. Aprender a amar y respetar el fondo marino es como aprender a amar y respetar lo desconocido, lo misterioso, lo que aún no se comprende, y sentir admiración por ello.