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Humansdid: el futuro no se predice, se elige

Humasdid

Cada informe, cada gráfico, cada titular parece decir lo mismo: desigualdad, crisis climática, tensiones sociales, catástrofes inevitables… Predicciones grises que dibujan un futuro cerrado. Frente a eso, un grupo de personas eligió desconfiar. Eligió pensar que lo que ocurre no está escrito. «Nada viene», afirma Julio Wallovits, uno de los impulsores, «las cosas, buenas o malas, suceden porque alguien las provoca. Humansdid nace de la convicción de que aún podemos elegir».

Ese fue el punto de partida, escapar del ‘no se puede hacer nada’ y encontrar un lenguaje común capaz de unir a ciudadanos y marcas para activar proyectos de impacto positivo. Porque si cada uno sigue su camino en paralelo, las divisiones se convierten en un freno. Humansdid intenta lo contrario. Quiere ser un espacio compartido donde la acción sea posible sin importar ideologías.

El proyecto no siempre se llamó así. Durante meses sus creadores lo llamaron Chaingers. «Ya teníamos hasta los dominios comprados», recuerda José María Piera, otro de los fundadores, «pero una empresa polaca de logística usaba ese mismo nombre y hubo que empezar de cero. El giro llegó casi por accidente, cuando Txema, head of art & design, soltó lo de ‘Humansdid’ como de pasada. A los pocos días, todos lo tenían claro. Era mejor nombre que el original. Más honesto, más directo, más potente».

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Sin referencias

Humansdid no tiene un molde previo. «No existe nada igual», resume Wallovits, «sí hay inspiraciones puntuales, desde la facilidad de uso de plataformas como Tinder o Wallapop hasta la narrativa estética de publicaciones como Apartamento o Emergency». Pero la idea es construir una voz propia, lejos de los códigos tradicionales de ONG. «Hay una crisis estética en el sector», explica Txema Alguacil, también parte del grupo fundacional, «si caes en los mismos clichés visuales y narrativos, no conectas. Y si no conectas, da igual lo buenas que sean tus intenciones».

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La mecánica es sencilla. Se plantea una pregunta a la comunidad. ¿Quieres que este proyecto forme parte de Humansdid? Si la respuesta es sí, se activa. Si es no, se busca el siguiente. «Lo importante no es solo el resultado, sino que la gente participe», explica Lola Medina, una de las portavoces de Humansdid. De ahí que el voto, a favor o en contra, tenga siempre recompensa, que puede ser una experiencia, un objeto, un gesto simbólico. Una manera de decir gracias por actuar.

Los proyectos no se encasillan en categorías fijas. Pueden ser de salud, educación, medioambiente o cualquier otra área. Lo único imprescindible es que tengan un objetivo claro, que sean fáciles de explicar y que generen impacto real.

La clave de Humansdid es que la comunidad manda. «Los proyectos en los que nos metemos definen quiénes somos», señala Medina. No es una marca que impone, sino un reflejo de lo que ocurre fuera. Y ese reflejo necesita también empresas. Hoy, el modelo económico se sostiene con ellas. ¿Cómo? Pasando por la plataforma o pidiendo al equipo que diseñe acciones de impacto positivo distintas e innovadoras. «Nuestro límite es claro: evitar el greenwashing, el pinkwashing o el whatever washing», subraya Piera.

Mestizaje

Humanos muy diferentes dan forma a este proyecto. Hay gente de empresa, creatividad, tecnología, periodismo… Todos unidos por la misma convicción, que el futuro puede ser positivo si cada cual actúa desde donde puede. «Sabemos que construir comunidad de verdad lleva tiempo y consistencia, no velocidad ni volumen», apunta Alguacil. Por eso Humansdid no busca escalar como una start-up, quiere permanecer como un contenedor vivo.

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Cuando se les pregunta por el futuro, el equipo sueña alto. Dentro de cinco años, imaginan una comunidad global de personas y empresas que encuentran en Humansdid una forma de pertenencia. «Que ser parte del proyecto sea motivo de orgullo. Que el merchandising de la marca se convierta en objeto de deseo. Y que otras iniciativas similares florezcan en paralelo. Cuantas más, mejor», resume José María Piera.

Al final, la pregunta que atraviesa todo es sencilla. ¿Y si dejamos de someternos a las predicciones y empezamos a decidir juntos? Humansdid nace para ensayar esa respuesta. Porque lo que pasa, pasa porque alguien lo hace. Y si lo hacen los humanos, también lo pueden cambiar.

A partir del lunes 13 de octubre podrás decidir aquí en Yorokobu qué proyectos te gustaría que formaran parte de Humansdid. Cada lunes te contaremos dos ideas y tendrás que votar por una de ellas.

¿Empezamos a cambiar las predicciones?

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