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#IGERSNYC

Despedido. Seguía erguido en la silla frente al escritorio del jefe, como el primer día, cuando se sentó ahí para pedirle trabajo. La luz que entraba por la ventana del despacho de Jameson dibujaba a este como una silueta negra, sin rostro, sin gesto. Su corte de pelo a lo marine le hacía una cabeza perfectamente cuadrada.

Solo intuyó su cara cuando giró la sillaza de piel para admirar la ciudad de Nueva York por la cristalera. Durante un instante pudo ver sus dientes mordiendo el puro por debajo de su bigote hitleriano. Luego el respaldo de la silla lo fundiría todo a negro, como el final de una película. En este caso, el film era su carrera como fotógrafo oficial de Spiderman, y después del negro no se escribió el “continuará…” que él hubiera querido.

Miró sus Air Max sobre la moqueta rojiza del despacho y la estampa le recordó a los millones de autofotos de pies que suben los usuarios a Instagram, la red social que ignoró años atrás y que hoy lo había dejado sin empleo. El ejército de teléfonos-cámara de Nueva York podía fotografiar a Spiderman cientos de veces antes de que él encendiera su Canon NK-3030. Contraluces increíbles. Blancos y negros solventes. Y ¡qué decir de los efectos! Podías elegir al Hombre Araña teñido de Amaro, X-Pro o Walden. Aunque la mayoría tiraba del Valencia, que es como más elegante, ¿no?

Si con la etiqueta #igersNYC se pueden encontrar millones de fotografías de la ciudad, utilizando hashtags más precisos como #igersspiderman o #spidermanNYC la pantalla se llena de licra azul y roja, que para Jameson es algo así como un contenido valiosísimo… y gratis.

Al jefe le costó asumir, cómo no, que algo tendencioso pudiera tener cabida en el Daily Bugle, pero el 31 de marzo de 2013 cuando el New York Times publicó en portada una foto del bateador de los Yankees Alex Rodríguez, hecha con un teléfono y retocada con el efecto Earlybird de la aplicación Instagram, a Jameson se le encendió la bombilla y montó un pseudoconcurso a la mejor foto diaria de Spiderman. La recompensa: publicarla en la portada del Bugle. El coste: cero. Si a esto le sumamos que “vivimos en un momento económicamente duro, Peter” y que “el periódico se ve obligado a recortar en los departamentos menos importantes, ya sabes”, el resultado es un Spiderman incapaz de dar valor a sus autofotos. Una locura. “Vas a tener que reinventarte, Parker”. Eso seguro.

#IGERSNYC es uno de los relatos que forman Huele Como a Espíritu Postadolescente, el libro de Benjamín Villegas editado por Bandaàparte Editores.

Por Benja Villegas

A Benjamín Villegas su padre le puso ese nombre por La Cosa de los 4Fantásticos. Pasó su infancia entre tebeos, películas Betacam y VHS, partidos de baloncesto y canciones de Tino Casal. Pueden imaginar que semejante educación solo pudo llevar al joven Benja a convertirse en uno más de los antihéroes que pueblan nuestras calles. Entretanto decidió hacerse diseñador gráfico y poco después músico.

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