Viajar en el tiempo es uno de los sueños del hombre. Nos seduce esa idea de poder conocer qué nos deparará el futuro y observar cómo nuestro yo venidero se las apaña en un mundo que está por venir, desde nuestro asiento de espectador en el presente. Pero, cuidadín, que saber cómo seremos dentro de unos añitos puede no resultar ser tan agradable como parece.
Ikea ha jugado con este concepto de viaje en el tiempo en su última campaña publicitaria y nos invita a participar en un experimento.
Para ello, han contado con la colaboración del hipnotizador Justin Tranz y parejas voluntarias que hacían sus compras en una de las tiendas Ikea. Tranz llevó a trance a la pareja formada por Adam y Sofi para hacerles creer que habían viajado 12 años en el tiempo. Y ahí empieza la aventura, a través de grotescas y divertidas situaciones familiares y cotidianas, de esas que no quieres ni imaginar, a cuyo realismo contribuye la actuación de varios actores compinchados en la trama.
El viaje comienza despertando a su hija futura el día de su 12º cumpleaños y entregándole un regalo que no es el que la niña esperaba. Avanza 18 años más para enfrentarles a una vástaga ya adolescente que amenaza con viajar a la India en compañía de su amante e instructor de yoga; y finaliza 23 años después con el encuentro sorprendente del novio de la niña desnudo en el baño de la casa familiar mientras ellos se lavan los dientes. Aterrador.
De esta manera tan divertida, Ikea nos presenta su nuevo catálogo 2015, con el lema «Donde empieza tu día a día», en el que quiere presentarnos su nueva línea para dormitorios, cuartos de baño y ropa de hogar.
El futuro es incierto y puede que no sea tan divertido como lo imaginamos. Si no, que se lo pregunten a Sofi y a Adam, que aún deben de estar temblando por lo vivido. Menos mal que Ikea seguirá allí para hacernos la vida más fácil y confortable.