Fue acerca del amor, pero podría haber sido acerca del cultivo de aguacate, de la bandera de Burundi o de la relación paterno-filial en una sociedad hipermercantilizada. Lo que ocurre es que el imaginario colectivo está lleno de rodeos al concepto y eso hizo que el ejercicio del ilustrador Joan Alturo tuviera un mayor alcance potencial.
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Lo que Alturo ha hecho es una especie de rutina de gimnasio para ilustradores: eligió un concepto y lo abordó de doce posibles maneras. «Pensé en el juego que me podría dar interpretar los distintos tipos de amor desde un punto de vista contemporáneo y con un toque de humor», señala.
Así, Joan Alturo ha repasado ideas eternas, como la del amor verdadero o la del inalcanzable amor platónico, pero también algunas como la del amor de LCD, ese que se mantiene en el siglo XXI a través de una pantalla electrónica. «La sociedad evoluciona y con ella también surgen nuevas posibilidades. El amor cambia. Y su interpretación también», dice el ilustrador.
Las doce definiciones gráficas quedan como metáfora visual de algunas de las maneras de vivir el amor en los tiempos que corren.
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