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Inteligencia y edad, ¿obstáculos para la sabiduría?

«Tengo un título de Harvard. Cada vez que me equivoco, el mundo tiene menos sentido».

Frasier

La inteligencia es como el motor de un coche de carreras. Si todo lo demás falla (frenos, neumáticos, bujías), la inteligencia hace mucho ruido pero produce muy poco. 

De hecho, la inteligencia es contraproducente en muchos casos en los que necesitamos sabiduría. Por ejemplo, según un estudio liderado por David Lick, del departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York, las personas con mayores capacidades cognitivas también presentan mayor probabilidad de asumir ciertos estereotipos. Esto sucede porque son precisamente más ágiles reconociendo patrones teóricos y también defendiéndolos. Eventualmente, al menos, también estas personas son más capaces de reducir sus estereotipos cuando se les presentan nuevos patrones que desafían las asociaciones estereotipadas existentes.

También las personas con mayores habilidades aritméticas pueden tender a emplear su capacidad de razonamiento de manera selectiva. Y lo hacen para interpretar los datos con el fin de que estos sean más coherentes con su ideología política, tal y como sugiere un estudio realizado por Dan M. Kahan, profesor de Derecho de la Universidad de Yale.

Es decir, que si un tema está impregnado de política, nos volvemos hooligans, pero si somos especialmente hábiles, entonces esa habilidad la podemos emplear para ser incluso más fanáticos. O como ya lo había sintetizado Benjamin Franklin: «Ser criaturas racionales resulta harto conveniente, pues nos permite encontrar o inventar una razón para todo aquello que se nos antoje». 

Porque la inteligencia puede usarse tanto para el bien como para el mal. En ese sentido, el mal es el pensamiento cerrado, monolítico, argiloso y, sobre todo, sesgado. La inteligencia es empleada entonces para reafirmar prejuicios y alimentar la ideología propia, a la vez que se abomina de la ajena. Un escollo importante si queremos tener un pensamiento científico en vez de predicador, fiscal o político.

Según Philip Tetlock, autor de diversos estudios sobre la intersección de la psicología, la ciencia política y el comportamiento organizacional, refiere que al hablar o pensar podemos adoptar tres actitudes distintas en función del contexto: 

  1. Modo predicador (cuando nuestras creencias más sagradas se ven amenazadas): pronunciamos sermones para proteger y promover nuestros ideales.
  2.   Modo fiscal (cuando detectamos puntos débiles en el proceso de razonamiento de los demás): reunimos los argumentos necesarios para demostrar que se equivocan y ganar el caso.
  3.   Modo político (cuando queremos ganarnos al auditorio): hacemos campaña y movemos los hilos que sean necesarios para obtener la aprobación de nuestros electores.

 A menudo, nos obsesionamos con predicar que tenemos razón, fiscalizar a quienes se equivocan y politiquear en busca de apoyos. Adam Grant, en Think Again, propone abandonar en lo posible estas actitudes y adscribirse mayormente al:

Modo científico: dudamos de todo lo que sabemos, somos curiosos con todo lo que desconocemos y actualizamos nuestros puntos de vista a partir de los nuevos datos que aparecen. 

Una mayor inteligencia sirve para aumentar la eficiencia manejando datos, encontrando patrones o interpretando resultados. Pero si los patrones contradicen la ideología, entonces se apaga el modo científico y se activan los otros modos. La inteligencia, en tal caso, se convierte en un arma perjudicial para el propio individuo inteligente, pues retuerce de formas más intrincadas los sesgos de confirmación y deseabilidad.

De hecho, irónicamente, las personas inteligentes suelen tropezar con más frecuencia en la idea falaz de que es más objetiva que el resto o no tiene sesgos que influyen en su criterio. Cuando eres muy brillante, te resulta más difícil detectar tus propias limitaciones. Te conviertes en extraordinario a la hora de pensar, pero torpe a la hora de reconsiderar. La antítesis del modo científico.

Por todo ello, además de la inteligencia, hay otro lastre que impide alcanzar el razonamiento científico: la edad provecta. Al menos es lo que sugiere un nuevo metaanálisis publicado este noviembre de 2022 y que resume treinta años de investigación de la sabiduría empírica.

Según este análisis, una persona sabia considera múltiples perspectivas, equilibra diferentes puntos de vista, integra los opuestos, se involucra en la reflexión, adapta las soluciones de sus problemas a cada contexto y demuestra humildad intelectual. De este modo, la edad cronológica por sí sola no garantiza automáticamente la sabiduría. Por si fuera poco, el estereotipo de viejo sabio no puede ser más infundado. Una edad avanzada puede estar asociada con una disminución de la sabiduría, porque los viejos se vuelven menos abiertos de mente. 

Y la apertura de mente resulta crucial para puntuar alto en sabiduría. Es decir, curiosidad por el conocimiento (no tanto ser culto o inteligente); predisposición a pasar de un extremo al otro cuando la ocasión lo requiere y navegar por la incertidumbre.

Con arreglo a su forma de razonar y entender el mundo, Tetlock ha dividido a las personas en erizos y zorros, inspirándose en el título de un ensayo de Isaiah Berlin sobre el novelista ruso León Tolstói, El erizo y la zorra. A su vez, este había tomado prestado el título de una frase que se atribuye al poeta griego Arquíloco: «El zorro sabe muchas cosas pequeñas, mientras que el erizo sabe una cosa grande». En esta metáfora, las personas inteligentes pueden acabar convirtiéndose en expertos tipo erizo y usar esa inteligencia para proteger sus ideas de las amenazas exteriores. Por el contrario, es omnívoro, es un buscador, vaga libre. Si los erizos son cazadores, siempre al acecho de la gran presa, los zorros son recolectores.

A medida que el mundo se vuelve más complejo y polarizado, y el futuro de la humanidad se torna más incierto, es cada vez más evidente que necesitamos algo más que inteligencia o experiencia para gestionar los nuevos desafíos que nos salgan al paso. Debemos formar y pagar bien a los erizos, pero también a los zorros. Debemos admirar a quienes saben mucho de una cosa, pero también a quienes saben solo un poco de muchas cosas. Debemos sentirnos seducidos por quienes despliegan seguridad y aplomo, pero escuchar a quienes muestran dudas. En definitiva, necesitamos visión micro y visión macro, microscopios y telescopios. Gente inteligente, pero también gente sabia.

 

Por Sergio Parra

❶ Divulgador y editor de divulgación científica en Xataka Ciencia, Muy Interesante, Next Door, Naukas, Escapada Rural, Jot Down, Quo, Conec o Mètode.

❷ También ha colaborado en proyectos de empresa como El Instituto de la Felicidad (Coca-Cola), Coca-Cola Journey, Blog de Lenovo (Lenovo), Strambotic (Público), Tecnoxplora (Atresmedia) o Muy saludable (Sanitas), así como en la edición de libros y manuales para Editorial Planeta, RBA Coleccionables, Montena y Martínez Roca.

❸ Crítico cultural en Papel en Blanco y El Hispanoamericano.

❹ Habla de viajes en Diario del viajero.

LIBROS PUBLICADOS

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA

■ Biografía del científico victoriano Michael Faraday Ciencia de alta tensión (RBA, 2013), traducido al francés, al italiano y al ruso.

El elemento del que solo hay un gramo. Y otras historias de física, química y sustancias asombrosas (Guadalmazán, 2015). A propósito de él, le entrevista Carlos Herrera (Herrera en la Cope).

Cultiva tu memesfera. Somos lo que nos rodea (Arcopress, 2015). Entrevista en La Contra de La Vanguardia por Ima Sanchís.

La inteligencia artificial. El camino hacia la ultrainteligencia (National Geographic, 2017), traducido al italiano y al francés. (Coautoría con Marc Torrens).

■ Trilogía de libros ilustrados juveniles Las chicas son guerreras (Montena, 2016), Las chicas son de ciencias (Montena, 2018) y Las chicas van donde quieren (Montena, 2019). Traducidos al italiano, al turco y al rumano.

Eso no estaba en mi libro de Historia Natural (Guadalmazán, 2017).

Cómo cambiar el mundo antes de los 30 (Next Door Publishers, 2018). Entrevista en NTN24 por Luis Quevedo.

¡Mecagüen! Palabrotas, insultos y blasfemias (Larousse, 2019). Entrevista en Hoy por Hoy y en Está Pasando (Telemadrid) por Inés Ballester.

Eso no estaba en mi libro de genética (Guadalmazán, 2020).

LITERATURA DE VIAJES

300 lugares de verdad que parecen de mentira (Martínez Roca, 2013). Entrevista en La Contra de La Vanguardia, por Víctor Amela.

Ciclistas de sofá (Xplora, 2014)

NOVELA

La granja de Dios: Publicado en Cd-Rom Pc-Actual (2001). Premio de Literatura de Pc-Actual 2001 y  seleccionado para la oferta de libros PDF de Microsoft Reader.

Frío (Septem Ediciones, 2005). Premio Ategua Castro del Río de Novela 2003.
What hath God wrought. Finalista Premio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) de Ciencia Ficción 1999.
Las gafas de Platón: Primera novela-podcast en castellano (2005).

BITIS tm (Mundo Imaginario, 2006). Premio Libro Andrómeda 2005. (Se completa el volumen con la novela corta Empatía)

Jitanjáfora(AJEC, 2006).

La moleskine (Nostromo, 2006). Premio V Certamen Nacional de Narrativa Caja Castilla la Mancha “Valentín García Yebra” 2005

Tanatomanía (Espiral CF , 2007).

Capítulo fundacional de la novela colaborativa Yo, dragón, auspiciada por Koch Media y Soopbook para el videojuego Dinivity II: Ego Draconis (2009).
Venus decapitada (Viaje a Bizancio Ediciones, 2010).
Jitanjáfora: Desencanto (AJEC, 2011).

➽ Redacción de novelas de youtubers como ElRubius (Escuela de Gamers, Gamedonia y Real Hero), Experimentos Caseros (Maytalia y los inventores, Maytalia y el espacio, Maytalia y el cuerpo humano), Grefg (Rescate en White Angel), ByViruzz (El despertar de la bestia, La gran alianza), AlphaSniper97 (Atrapados en Box Odissey).

Ha recibido algunos galardones y reconocimientos, entre los que destacan el XVI Certamen Literatura Ategua (Novela) con Frío (Septem, 2005), el V Certamen Nacional de Narrativa Caja Castilla La Mancha “Valentín García Yebra” con La moleskine (Nostrum, 2006) o la mención en los Premios Ignotus con Jitanjáfora (AJEC, 2006).

ANTOLOGÍAS DE CUENTOS

Más allá de…: cuento incluido en la antología Artifex Segunda Época número 3 (2000). Finalista en el Certamen Domingo Santos de Relato Corto.
El animal: cuento incluido en la antología El Fungible (2001) Finalista en el certamen de cuentos El fungible.
El demiurgo desnudo: cuento incluido en la antología de relatos fantásticos del Ayuntamiento de Noviercas (2001). Finalista en el certamen de relatos fantásticos del Ayuntamiento de Noviercas.
Juan Hitlerfranco busca a Dios: cuento incluido en la antología española de fantasía y ciencia ficción Visiones 2002.

El bigote de Venus: cuento incluido en la antología del II Concurso de la Asociación Juvenil “el Rural” Oria-Almería (2006).
¿Quieres ampliarme?: Publicado en la antología Artifex Tercera Época nº 4, Editorial Bibliópolis (2006). Finalista Certamen Relato Corto Domingo Santos 2001
Aduya: Publicado en antología Fabricantes de Sueños 2008 (2009). Finalista de los Premios Ignotus de la AEFCF en categoría relato (2008).

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2 respuestas a «Inteligencia y edad, ¿obstáculos para la sabiduría?»

INTELIGENCIA, EDAD, SABIDURÍA Y FOTOS EXCLUSIVAMENTE DE HOMBRES. RELINDOS, POR CIERTO, PERO TODOS ELLOS VARONES. ME HA LLAMADO LA ATENCIÓN.

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