Así son los sueños de los grandes chefs convertidos en vajilla

¿Nos sabría igual un plato de Ferran Adrià servido en una vajilla de duralex como las que tenían las madres en casa? Si nos ponemos puristas, quizá el sabor siga siendo el mismo. Pero en una creación culinaria como las del fundador de El Bulli o de Paco Roncero o de Dabiz Muñoz, el sentido de la vista es tan importante o más que el del gusto o el olfato.

José Miguel Piñero es el fundador de El Taller de Piñero, una empresa ubicada en Alcoy (Alicante) que se dedica a la decoración de hoteles, locales y bares temáticos de una manera prácticamente artesanal. Tras más de 20 años de oficio, Piñero y sus artesanos abrieron una nueva vía de negocio dedicada a la creación de vajillas experimentales orientadas a la alta cocina.

El documental titulado José Miguel Piñero: El maker de los chefs hace un recorrido por la trayectoria de este empresario alicantino y sus avances en el terreno de la creación de platos, fuentes, vasos y otros utensilios que completan la experiencia culinaria en un gran restaurante. Como tarjeta de presentación, el vídeo recoge los testimonios de destacadas figuras de la gastronomía como Ferran y Albert Adrià, Paco Roncero, Dani García o Quique Dacosta.

Sus primeros trabajos orientados a la gastronomía los realizó para Tickets, uno de los restaurantes de Albert Adrià en Barcelona. Después llegó el encargo de realizar la vajilla y otras piezas de Heart Ibiza, un espacio concebido junto al Circo del Sol donde la comida es el centro de un espectáculo total. A partir de ahí, Piñero empieza a ser conocido entre los grandes chefs españoles.

Las de Piñero son piezas artesanales en las que el diseño y la imaginación reinan por encima de convenciones. Ranas, cabezas de cerdo, alcachofas, manos que forman un cuenco, calaveras mexicanas, paelleras con patas de gallo… Continente y contenido se funden en una sola pieza hasta el punto de que no es fácil distinguir qué se creó primero en ese tándem: la receta o la vajilla que la contiene.

«Hay veces que las piezas que se hacen son tan bonitas que lo de dentro tiene que estar a su altura. Y eso no es fácil, porque las piezas que se hacen son absolutamente brillantes, y al final tienes que estar gastronómicamente dentro de esa brillantez también», afirma Dani García, chef con dos estrellas Michelin en un momento del documental.