Eltono trabaja bajo un seudónimo que suena, sobre todo en el entorno del arte callejero. Su nombre y sobre todo sus diapasones, llevan más de una década dando una nota de color allá por donde pasan. Su obra es un acertijo para el espectador apreciable solo si sabe qué se está mirando. Porque muchos de los trabajos de este francés que ahora vive en China son una señalética abstracta en mitad del exceso de información de nuestras vidas.
Sin embargo, una vez conoces el trabajo de Eltono, los siguientes no te pasarán desapercibidos. Porque aunque lleva mucho tiempo jugando con líneas rectas y en su mayoría colores planos y primarios, siempre consigue adaptarlo al entorno aplicándolo de formas muy diferentes y dándole al espectador, al tiempo, y al propio entorno, un papel muy protagonista en la obra final.
“Dentro de ese caos de estímulos inteligibles, una pintura furtiva abstracta, que en principio no debería estar, es un enigma; de repente el transeúnte se pregunta: este símbolo no lo entiendo, ¿qué me quiere decir? De ese modo se abre paso a que el espectador piense por sí mismo en vez de recibir. No mando un mensaje, dejo que el observador se lo imagine. Es lo bonito del arte abstracto: la libre interpretación”, explica.
Las obras de Eltono están repartidas por medio planeta buscando siempre lugares con los que interactuar. “En mi trabajo, la localización tiene un papel primordial. Si no encuentro un lugar que me guste, simplemente no pinto. Intento no trabajar encima del soporte sin el soporte, quiero que mis pintadas en la calle se entiendan como un todo; la pintura en sí es poca cosa. Lo importante es dónde se encuentra y cómo juega con los elementos alrededor”, y de esta manera, sus diapasones se encuentran desde las calles de Malasaña, donde compartía local hasta hace poco con los artistas de Noviciado 9, hasta en aldeas remotas de China, o en las laberínticas calles de Japón o México.
Sus piezas pueden abarcar diferentes dimensiones, desde una inmensa fachada a cosas tan minúsculas como una pegatina, pero siempre jugando con el entorno y el espectador. Porque el trabajo de creación y estudio es muy importante para él.
“Siempre ando con una libreta y voy tomando apuntes. Entro mucho en teoría y le doy muchas vueltas a una idea antes de empezar a desarrollarla. En la mayoría de los proyectos en los que participo concibo todo en el mismo lugar; en muy pocas ocasiones pinto o fabrico en mi taller. Lo de jugar con el público es algo que me ha enseñado el graffiti y pintar por la calle en general. Haciendo pinturas furtivas en paredes dejas de ser dueño de tus obras, no están a salvo dentro de un almacén y siempre les ocurren cosas: las repintan, borran, pegan algo encima… He observado mucho esos cambios y en vez de odiarlos, empecé a registrarlos; acabé provocando esos desgastes en experimentos donde el público entraba a formar parte activa de la creación de las obras”.
Su trabajo está influenciado por la calle, por los primeros años de sus experiencias como escritor de graffiti en los suburbios de París y por los amigos con los que comparte experiencias en ‘El Equipo Plástico’ o Momo, Remed, 3ttman, Luciano, Spok.
Con los años ha encontrado similitudes en su trabajo con el de otros artistas consagrados, pero no los considera influencias aunque sí tenga admiración por gente como Daniel Buren, Francis Alÿs o Sol LeWitt.
Actualmente se encuentra realizando un proyecto experimental en su barrio, en China. Dice que aún no ha conseguido lo que está esperando, pero así pasan los días mientras sigue creando y pintando nuevas formas para que los ojos curiosos las encuentren.
Equipo Plástico en Lima con el maestro Elliot Urcuhuaranga · Noviembre 2009 from Eltono on Vimeo.
«Banderola Roja» (Red Banner), Equipo Plástico, Beijing 06/2012 from Eltono on Vimeo.