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La era de la diplomacia televisiva


Los conflictos armados monopolizan los medios pero la verdadera batalla en la era de la información está en las ideas y la percepción. Gobiernos de todo el mundo han destinado miles de millones de euros para crear sus propios canales de noticias con el objetivo de promover sus intereses y puntos de vista de cara al resto del mundo. El truco no es nuevo, pero nunca antes había tenido tanta competencia como ahora. Bienvenidos a la nueva era de la diplomacia televisiva.
Estamos asistiendo a una lucha entre naciones. Una batalla en la que no se requiere armamento ni aviones de caza. Una competición para difundir ideas y perspectivas en la que la capacidad de los satélites para transmitirlas se vuelve absolutamente clave. Durante la última década, los gobiernos de naciones tan distintas como Catar (Al Jazeera), Francia (France 24), China (CCTV International, Xinhua), Rusia (Russia Today) e Irán (Press TV) han invertido miles de millones de euros en crear sus propios canales de noticias en inglés.
Sus gobernantes han visto con recelo la influencia que emisoras, como CNN y BBC World, han tenido para marcar la agenda informativa internacional durante el último medio siglo. “Yo separaría la idea de llevar programación convencional a mis diásporas del mundo de aquellos que quieren dar una versión del mismo para crear agenda, como China, Rusia, Venezuela, Francia, UK, Irán o Catar. Son productos creados explícitamente para contrarrestar a la CNN”, explica Gonzalo Martín, analista de nuevos medios.
Su apuesta llega en buen momento. Los canales de noticias referentes al periodo de la guerra fría, como BBC World, Deutsche Welle y los distintos estudios estadounidenses, están recortando sus plantillas y oficinas en todo el mundo. Una retirada que está siendo cubierta con gusto por tropas de periodistas nativos y extranjeros contratados por aquellos países. A la vez, estos nuevos canales apuestan por redoblar su cobertura en lugares tradicionalmente relegados a un segundo plano en África, Latinoamérica y el sudeste asiático.
Estas son quizá las apuestas más decididas pero no las únicas. El Vaticano tiene su propio canal por satélite llamado Telepace. Antes de dejar el poder, Lula Da Silva lanzó TV Brasil Internacional para llevar noticias con sabor carioca a 49 países de África. SABC, la televisión estatal de Sudáfrica, tampoco se quiere quedar atrás y ha anunciado su intención de lanzar un canal de noticias de 24 horas, especialmente pensado para el continente africano. Japón sigue su apuesta con NHK World que emite para todo el mundo en inglés.
En ocasiones, los movimientos audiovisuales estatales se asemejan a una partida de ajedrez. Cuando el gobierno iraní lanzó su canal de noticias en inglés, Press TV, en 2006, la BBC respondió unos años más tarde con una edición de BBC World en farsi. El truco no tiene nada de nuevo. En 1948 Estados Unidos creó una versión en ruso de la radio Voice of América para contrarrestar la propaganda de la Unión Soviética.

(Ilustraciones: Forma & Co)
Resignación estadounidense
La administración de Obama mira con preocupación y resignación este fenómeno. “Estamos perdiendo la guerra de la información”, declaró Hillary Clinton a la comisión de relaciones internacionales del Senado en marzo de 2011. En su testimonio, la secretaria de estado se quejó de la falta de inversión en medios como Voice of América y advirtió que los canales privados “no pueden llenar este vacío” que están rellenando los nuevos. Una pérdida de influencia informativa que difícilmente será solucionada con dinero público estadounidense debido al precario estado de sus finanzas.
Pero el mundo es mucho más que los lamentos de una superpotencia que ya no lo es tanto. ¿Qué significa para los ciudadanos del mundo este fenómeno? Por un lado, cuenta, cada vez más, con una elección informativa internacional con perspectivas diversas. Pero ¿son simples panfletos de los intereses de sus estados o realmente aportan valor a la agenda informativa?
La respuesta es compleja y está llena de matices. A pesar de recibir su financiación del emir de Catar, Al Jazeera se ha convertido en un referente mundial por sus producciones profesionales, periodistas de primera y reportajes de gran calidad, al margen de algunas críticas inevitables sobre su conflicto de intereses. Es la única que puede presumir de competir directamente con BBC World y CNN, y el estado catarí se ha gastado cientos de millones de dólares para conseguirlo
Pero el dinero no garantiza nada, aunque para competir con los grandes haga falta mucho.
– China anunció en 2009 que invertiría 7.000 millones de dólares en su apuesta por CCTV International y su agencia de noticias Xinhua. Sin embargo, el canal sigue sin calar mucho entre las audiencias internacionales con una programación que observadores, como Global Media Wars, valoran como parcial y “aburrida que refleja la influencia que ejerce el estado que lo financia sobre ella”.
– France 24 empieza a ser respetada, pero cuenta con un presupuesto demasiado reducido para poder competir en igualdad de condiciones.
– Difícilmente se escuchará una crítica sobre Rusia en Russia Today, pero se encontrarán entrevistas con Julián Assange o personajes que ofrecen visiones críticas de Occidente que merecen ser escuchadas. Puede que tenga un cierto aire a Fox News, pero antiamericano, con invitados polémicos y con un sensacionalismo a raudales; sin embargo, la programación gusta. En Reino Unido es uno de los canales internacionales de noticias más vistos, con más de 2 millones de espectadores y sus vídeos en YouTube tienen un éxito apabullante. En Estados Unidos también tienen un éxito notable.
Y es aquí donde surge el valor de tener tantos medios en antena. Un grupo nutrido de intelectuales africanos que residen en países francófonos recurre a France 24 para recibir noticias sobre sus respectivos países. En la televisión estatal francesa encuentran una programación que no pasaría la censura en sus medios locales. CCTV international no será un buen lugar para acudir a fin de saber más sobre los flagrantes abusos del estado chino en Tíbet, sin embargo, cuenta con un despliegue importante de periodistas en África que proporcionan su material a medios locales.
Al Jazeera ha roto tabúes en el mundo árabe con su cobertura incisiva de la región. Pero su fuerte no está solamente en esta región. La emisora sigue acontecimientos en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa con mucha profesionalidad y calidad.
A la hora de informar sobre sus propios países, un estudio realizado por Global Media Wars de Columbia University encontró que solo France 24 informaba adecuadamente sobre lo que pasaba en su país de origen. El resto pasaba muy por encima de sus problemas locales.
A la hora de valorar si son objetivos o no, siempre entra en juego un punto de subjetividad. “No sé qué significa periodismo objetivo”, declaró Abderrahim Foukara, jefe de noticias de Al Jazeera, a la revista Time en febrero de 2011. “Si eres un canal americano emitiendo desde Estados Unidos, vas a retransmitir con una sensibilidad que quizá no parecerá objetiva para una audiencia en otra parte del mundo. Lo mismo ocurre si eres un canal como Al Jazeera en árabe difundiendo noticias desde Medio Oriente”.
El futuro promete un rico y diverso panorama de noticias lleno de matices y un reflejo de un mundo cada vez más multipolar. Unos medios serán más fiables que otros, pero todos tendrán algo que aportar para informarse.
AL JAZEERA

Año de creación: 1996.
Idiomas: Árabe, inglés.
Misión: Competir con CNN, BBC, Sky News y Fox News. “Buscamos dar voz a las zonas olvidadas por los medios occidentales”, según David Marash, uno de los primeros presentadores del canal en inglés.
Personas clave: Sheikh Hamad bin Khalifa (emir de Catar), fundador de la cadena y su principal benefactor.
Funcionamiento: El canal divide sus emisiones entre los estudios de Doha, Londres, Washington y Kuala Lumpur. Cuenta con oficinas en todo el mundo.
Alcance: 220 millones de hogares en más de 100 países.
Presupuesto: Desconocido, aunque Global Media Wars estima que el gobierno gasta cientos de millones de dólares al año en financiar el canal, basándose en declaraciones del director de Al Jazeera en Estados Unidos.
¿Quién paga las facturas?: El emir de Catar. El canal cuenta con algunos inversores privados y se financia parcialmente con publicidad.
Programación: Muy variada, con noticias, documentales y tertulias que abarcan un abanico de opiniones. El canal profundiza mucho en los temas.
Independencia: Según Global Media Wars, su credibilidad es de cinco sobre cinco. El canal demostró ser muy objetivo a la hora de cubrir las revueltas árabes, siguió de cerca todos los acontecimientos que se produjeron en la zona y fue galardonada por su cobertura. En 2008 recibió críticas tras la publicación de un artículo de The New York Times que denunciaba que la emisora había suavizado su cobertura sobre Arabia Saudí tras un encuentro entre el emir de Catar y las autoridades saudíes. Según las fuentes del periódico, los gobernantes cataríes temían el creciente poder de Irán y cedieron antes las exigencias del régimen a cambio de hacer un frente común contra sus vecinos persas.
Logros y polémica: La edición inglesa se lanzó en 2006 y ha sido un éxito rotundo. Su periodismo incomoda a todos los bandos. El canal ha sido amenazado por el gobierno saudí y sus oficinas bombardeadas por el ejército estadounidense en Kabul y Bagdad. Mubarak cerró su estudio en Egipto y sus instalaciones fueron incendiadas en Líbano y Cisjordania en 2010; el gobierno israelí tampoco renovó el visado a sus periodistas.
RUSSIA TODAY

Año de creación: 2005.
Idiomas: Árabe, inglés, ruso, español.
Misión: “En la conciencia de Occidente, Rusia se asocia con tres palabras: comunismo, nieve y pobreza. Nos gustaría proporcionar una visión más completa de nuestro país”, según Svetlana Mironyuk, directora de RIA Novosti.
Personas clave: Mikhail Lesin, fundador y exministro de prensa de Vladimir Putin.
Funcionamiento: El canal tiene su sede en Moscú. Cuenta con estudios en Londres, Washington D.C, Nueva York, París, Nueva Delhi, El Cairo y Kiev, y un canal en español y otro en árabe.
Alcance: «550 millones de personas en 100 países».
Presupuesto: 300 millones de dólares en 2012.
¿Quién paga las facturas? La agencia de noticias RIA Novosti, propiedad del 100% del gobierno ruso. También comercializa espacios publicitarios.
Programación: Noticieros tradicionales, documentales y programas sobre finanzas, escándalos financieros e inestabilidad económica, con especial énfasis en los países occidentales. Las entrevistas a personajes controvertidos y críticos con el mundo anglosajón tienen mucha importancia. La información sobre Rusia suele resaltar aspectos positivos y huye de la corrupción y de los problemas sociales.
Independencia: “Estoy cansada de intentar explicar que somos independientes. No recibo llamadas del gobierno”, declaró Margarita Simonyan, directora de Russia Today al New York Times. No todo el mundo está de acuerdo: “Es la mejor máquina de propaganda para el mundo exterior”, según Andrei N. Illarionov, exasesor de Vladimir Putin. Otros, como Tracy Quan, prefieren resaltar su aportación al panorama mediático: “Es un canal mucho más interesante de lo que a algunos les gusta admitir”.
Logros y polémica: Ha conseguido dos millones de espectadores en UK. Es el canal de noticias más visto en YouTube. Es el segundo de noticias internacionales más visto en Estados Unidos, después de BBC News. La viabilidad del proyecto parece asegurada mientras siga Putin en el poder. Su redacción en Gaza fue bombardeada durante los enfrentamientos entre Israel y Hamas.
PRESSTV

Año de creación: 2007.
Idiomas: Inglés, español (HispanTV).
Misión: “Desde el 11 de septiembre, los medios occidentales están divididos en dos bandos. Aquellos que favorecen sus políticas forman una facción y el resto están conectados con grupos radicales islámicos como Al-Qaeda. Queremos mostrar otro punto de vista de Irán y los Shi’as”, explicó Mohammad Sarafaz, CEO del canal, en la rueda de prensa de presentación del proyecto.
Funcionamiento: La sede de PressTV está en Teherán. Cuenta con estudios en Londres y trabaja con periodistas freelance en todo el mundo. La versión de habla hispana de PressTV se llama HispanTV y tiene sus estudios en Carabanchel (Madrid). Su objetivo es ofrecer su punto de vista al público de América Latina.
Alcance: No hay datos fiables. Su audiencia está principalmente en Pakistán, India y África.
Presupuesto anual: 25 millones de dólares.
¿Quién paga las facturas? La televisión de la República Islámica de Irán. (Traducción: El régimen teocrático de Irán).
Programación: Noticieros cada media hora. El canal ha ido reduciendo sus tertulias con el paso del tiempo.
Independencia: La programación está controlada estrictamente por las autoridades de la República Islámica. Los periodistas que informaron en PressTV sobre las revueltas en 2009 fueron arrestados. Global Media Wars valoró su credibilidad en un uno sobre cinco, pero alabó su capacidad de cubrir algunos acontecimientos en Medio Oriente. “Su agenda está claramente orientada a hacer propaganda”, concluyó el estudio de la Universidad de Columbia.
Logros y polémica: El canal ha sufrido varios intentos de bloqueo de su señal. El regulador británico Ofcom ha prohibido su difusión en Reino Unido alegando que el canal ha infringido las normas de emisión británicas cuando, en 2009, mostraron una entrevista en el canal con el periodista Maziar Bahari, capturado bajo amenazas de muerte. En respuesta a esta emisión, el regulador británico exigió que las decisiones editoriales se tomasen en Reino Unido y el canal se negó propiciando su expulsión. En abril de 2012 los abogados de la cadena lograron revocar un bloqueo del proveedor de satélites SES Astra en Alemania. Hispasat ha dejado de emitir la señal de HispanTV.
CCTV INTERNATIONAL

Año de fundación: 2000, relanzado en 2010.
Idioma: Inglés.
Misión: “El canal será una antena para el mundo, y los ojos de China, una ventana para el planeta”.
Funcionamiento: La sede está en Pekín, con estudios en Nairobi y Washington D.C. Existen 70 redacciones en todo el mundo, 23 de ellas en África.
Personas clave: Hu Zhanfan, presidente de CCTV.
Audiencia: 85 millones (alcance según el canal). No existen datos fiables.
Presupuesto: El estado invertirá un total de 7.000 millones de dólares para incrementar la influencia mediática china en el mundo.
¿Quién paga las facturas? El estado chino.
Programación: Noticieros en directo, magazines tradicionales, deportes y viajes.
Independencia: La programación está supervisada por el Ministerio de Propaganda del Partido Comunista. En declaraciones recogidas por The New York Times, Hu Zhanfan fue inequívoco sobre la independencia de sus periodistas. “La primera responsabilidad social y de ética profesional debería ser entender que su papel es claramente ser un buen portavoz. Aquellos periodistas que se consideran profesionales en vez de trabajadores de propaganda están cometiendo un error fundamental sobre su identidad”.
Logros y polémica: Una de las mayores apuestas de la cadena es en Kenia, un país que ha recibido millones de dólares de ayudas y préstamos para construir aeropuertos y carreteras del gobierno chino. El canal utiliza Nairobi como centro de operaciones para sus ambiciones audiovisuales en África. Frecuentemente, la agencia estatal regala artículos a los medios locales con menos recursos.
Curiosamente, CCTV News no es el único proyecto televisivo de noticias internacionales surgido del gobierno chino. Xinhua creó en 2010 CNC World, un canal cuya propiedad está dividida entre el estado y una participación privada del 49%. CNC World ha entrado con fuerza en Nueva York con la compra de un espacio publicitario gigantesco en Times Square, donde cuenta también con una oficina en uno de los rascacielos de la plaza. Por ahora su programación no está teniendo un gran impacto.
FRANCE 24

Año de creación: 2006.
Idioma: Inglés, francés, árabe.
Misión: “Queremos cubrir el mundo con nuestros ojos, y nuestros ojos son franceses. Si tengo que explicar la visión francesa, diría que es una mirada que reconoce la diversidad del mundo. Una tercera vía para entender el mundo”. Alain de Pouzilhac, ex CEO de France 24, 2006.
Personas clave: CEO Marie-Christine Saragosse, nombrada recientemente por François Hollande.
Audiencia: 105 millones de hogares (canal de habla inglesa).
Presupuesto: 145 millones de dólares.
¿Quién paga las facturas?: El estado francés y la publicidad.
Programación: Noticias, entrevistas y tertulias.
Independencia editorial: La programación es relativamente independiente, especialmente cuando trata temas internacionales. Se critica al gobierno francés en ocasiones.
Logros y polémica: “France 24 es aún un canal joven que intenta encontrar su sitio en el panorama global y mediático. Sus emisiones en francés y árabe han logrado conseguir una gran audiencia en países africanos y árabes. Le falta recursos para poder competir con CNN, Al Jazeera y la BBC”, fue el diagnóstico de Global Media Wars sobre France 24. Fue el primer canal en conseguir una entrevista con Gaddafi durante las revueltas en el país.
(Ilustraciones: Forma & Co)

Por Marcus Hurst

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

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