A Mar Hernández muchos la conocen por ser Malota. Y no por mala o descarada, sino porque ese es su seudónimo artístico. Ella es ilustradora y de las buenas.
Mar estudió Bellas Artes y luego se hizo un máster en Artes Visuales y Multimedia. También se gana la vida como profesora del departamento de Dibujo en la facultad de Bellas Artes de Valencia.
Actualmente muchos de sus trabajos son para prensa y algunos han recorrido varios países. “Me gusta trabajar con el texto, reconozco que me resulta difícil a veces, pero quiero aprender a hacerlo mejor cada día. La ilustración para prensa tiene unas características muy específicas y para mí el gran reto es plantear una propuesta gráfica que complemente al texto sin redundar en él”, comenta.
Cuando le llegan los encargos, los estudia y en función de lo que quiera transmitir, escoge la técnica. “Mi proceso creativo consiste en dar más importancia a las ideas que a las técnicas (…) Siempre trato de elegir aquella que me permita contar lo que quiero de la mejor forma posible”. Malota explica además, que cuántas más técnicas conozcas es mejor para aplicarlas según las circunstancias, y admite que las pruebas y los errores cometidos mientras se estudian estilos nuevos, son parte de lo que la hace crecer como ilustradora.
Mar reconoce que su vida y todo lo que la rodea es lo que influye en su estilo haciéndolo más personal. Del trabajo de otros, admira a aquellos que muestran en el resultado lo bien que se lo han pasado en el proceso. “Cuando encuentro el trabajo de un ilustrador en el que puedo entrever que disfrutó haciéndolo, siento admiración”.
Malota quiere auto editarse un par de publicaciones para poder cuidar al máximo todos los detalles, desde el texto a la ilustración e incluso la producción. Pero sobre todo, tiene el propósito de ser feliz y dibujar, le ayuda a conseguirlo.
