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LaBastarda: el oficio de hacer conservas serigráficas

Cojines. Están ahí. Habitan en nuestro sofá, cuadrados, con más o menos colorido y a juego con la tapicería del mismo. En otras palabras: un rollo.
¿Y por qué no pueden ser divertidos los cojines? Eso es lo que se plantearon Jana Fontdevila, de Manresa, y el canario Erques Torres, dos diseñadores gráficos afincados en Barcelona que forman el taller de serigrafía LaBastarda.
«Habíamos visto en algunas tiendas cojines con formas, pero en general muy sencillos y muy pastelosos, sin un estampado, que es nuestro punto fuerte. Por eso decidimos crear una serie limitada de cojines con forma de pez, una ilustración bastante trabajada y una imagen gráfica que acabara de cerrar el proyecto».

El resultado es Fresc.Co!, una tirada de edición limitada de treinta cojines con forma de pez, serigrafiados a mano y de forma artesanal. Luego, la cosa se fue liando y el proyecto se completó con diferentes piezas, etiquetas y tarjetas. Además de una cuidada ilustración, la tipografía creada especialmente para el proyecto juega un papel destacado. Torres, su creador, la ha bautizado como Mediterranea Gothic Tuscan.
«A medida que avanzábamos el proyecto iba adquiriendo complejidad, sin que lo hubiéramos pensado antes», explican los dos diseñadores. «Erques, que había hecho el lettering principal del pez, vio que de ahí podía salir un alfabeto entero, siguiendo una línea mediterránea un poco desenfadada. Buscando el aire casi feísta de las gráficas marineras, latas de conserva tradicional y productos de colmado de barrio».


Torres y Fontdevila crearon LaBastarda a principios de 2014 mientras estudiaban diseño gráfico. «Es un taller de serigrafía, pero también nos sirve para abarcar proyectos de diseño de cualquier tipo, con lo cual funcionaría también como un estudio», aclaran a Yorokobu. Comenzó como una manera de poner bajo el mismo nombre los proyectos que realizaban conjuntamente. El hecho de compartir piso favoreció el poder dedicarle un espacio y horas de trabajo.
Escogieron el nombre de su taller al azar, entre varias opciones. Al final se decantaron por el que hacía alusión a un tipo de letra gótica porque se pronuncia igual en castellano que en catalán. «Queremos tener un carácter bilingüe», aclaran. «También nos gustaba LAB ya que somos un taller pequeño, pero que nos gusta experimentar».

Las tareas están repartidas, aunque los dos hacen de todo. Por lo general, quien cose es Jana y Erques se dedica algo más al diseño y la ilustración. Pero «serigrafiamos juntos (eso siempre)», enfatizan. La dirección de arte de los proyectos es común y se dividen las tareas en función del fuerte de cada uno.
«La promoción queda en un segundo plano, porque hasta ahora no le hemos podido dedicar tiempo completo a LaBastarda. Desde que acabamos la carrera en junio parece que el proyecto empieza a coger peso».

¿Y por qué usar la serigrafía como técnica de impresión? «Es una técnica superversátil», explican, «y podemos aplicarla en la mayoría de proyectos y productos que realizamos». Empezaron usándola para hacer camisetas, pero pronto se dieron cuenta de las posibilidades casi infinitas que ofrece la serigrafía. «Ahora estamos enamorados de la técnica», concluyen.

Otra ventaja de este tipo de estampación es que les permite intervenir directamente en cada fase del proyecto, desde la idea a la producción. Al ser ediciones limitadas no tienen que depender de terceros para obtener resultados.
Entre serigrafía en tela o sobre papel, no podrían definir cuál es mejor. Sin embargo, el papel parece darles mejores y más satisfactorios resultados.
«Podemos conseguir más definición que en textil y además colores y texturas que no se pueden conseguir en impresión digital u offset. Así el papel gana valor de objeto». Pero es en tela donde encuentran una pequeña ventaja frente a las grandes imprentas.
«Si quieres hacer estampación a nivel industrial te piden unos mínimos enormes. Así que nosotros tenemos a nuestro alcance estampar textil en mucha menos cantidad y a precios razonables».

Los cojines pez de Fresc.Co! pueden encontrarse en Print Workers Barcelona, una tienda-taller de serigrafía en Gràcia que fue también el lugar donde los estamparon. Aunque han recibido propuestas de algunas tiendas de decoración para vender sus productos, el acuerdo aún no ha llegado. Cuando se agote esa primera tirada, «es posible que hagamos otros animales marinos», anuncian.
¿Planes de futuro? «Este curso queremos invertir mucho tiempo en LaBastarda, sacar nuevos productos y acabar algunos proyectos con clientes externos. Estamos preparando también cosas para este otoño que esperamos gusten tanto como Fresc.Co!». Que así sea.



Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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