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Las muñecas no mueren nunca

¿Tiene sentido seguir alimentando vertederos? La población del planeta sigue creciendo a un ritmo que se acerca a lo insostenible. La consecuencia es que la basura que generamos también aumenta. La reutilización, el reciclaje, no es una opción. Es una obligación. Juguetes a la Carta es una empresa que se ocupa de comprar a los usuarios los juguetes que no usan y los hace llegar a ONGs y fundaciones que les prolongan la vida.

Cuando un juguete sale del precinto, tiene ya fecha de caducidad. Por mucho que el Twister tuviese escrito en su caja ‘De 0 a 99’, no tengo yo recuerdos de abuelos y artrosis poniendo pierna izquierda en color verde. La diversión, en muchas ocasiones se basa en la novedad, en la experimentación de nuevas sensaciones y eso, por desgracia, con la mayoría de juguetes, se suele apagar con el paso del tiempo.

«Juguetes a la carta surge para dar respuesta a un problema con el que nos encontramos los padres», explican desde la compañía. «Compramos juguetes para nuestros hijos, que crecen muy rápido. No hay tiempo para amortizarlos y, además, después no sabemos qué hacer con esos juguetes, que normalmente acaban olvidados y, al final, casi siempre en la basura».

Patricia Martínez y Joan Ramón Martorell vieron un problema y, en él, una oportunidad. Veían con frustración cómo las ofertas en tienda incitaban a compras innecesarias y pensaron en un mecanismo que premiase el reciclado y que hiciera posible la renovación de los juguetes de casa. Por eso, en Juguetes a la Carta compran todos los juguetes abandonados por el 50% de su valor de mercado. «Las ofertas por una segunda unidad a la hora de comprar juguetes no aportan nada. Es mucho más interesante que ese descuento se aplique cuando los niños quieran un juguete nuevo más adecuado a su edad», cuentan.

La empresa se ocupa de hacer llegar los juguetes que están en condiciones de ser utilizados a fundaciones y ONGs. También se encarga de gestionar correctamente los que se encuentras en malas condiciones de uso y los hacen llegar a los puntos de reciclaje más adecuados en cada caso. » Nuestra responsabilidad social se basa en la concienciación, donación, reutilización y reciclaje. Fomentamos también que los niños empiecen a ser conscientes de que se puede ayudar a otras personas y que tengan un aliciente para cuidar de la mejor manera posible los juguetes para que otros niños, con menos suerte, puedan seguir usándolos».

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Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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