Es la era del vehículo eléctrico. Por una cuestión de necesidad, pero también de conveniencia. Desde su aparición, las nociones sobre los vehículos eléctricos han estado perseguidas por una retahíla de mitos que daban la idea de que aún no tenemos una alternativa viable a los vehículos alimentados por combustibles fósiles. La idea era que los vehículos eléctricos «no estaban listos» para sustituir a sus contrapartes más contaminantes. Pero hoy, la realidad dicta que esos mitos han quedado obsoletos.
Los vehículos eléctricos ofrecen ya una alternativa fiable (y sobre todo, equivalente) a los vehículos con motor de combustión interna. Es así, por ejemplo, con el Opel Corsa Electric, 100% eléctrico, capaz de acelerar de 0 a 100 en 8,7 segundos y “culpable” de un total de cero emisiones de gases de efecto invernadero.
MITOS SOBRE COCHES ELÉCTRICOS
Entre las leyendas urbanas sobre los coches eléctricos está la de la baja durabilidad de sus baterías. Un mito que no tiene razón de ser en pleno 2023, cuando los vehículos eléctricos ya tienen una autonomía superior a los 400 kilómetros, más que suficiente para encarar cualquier tipo de desplazamiento.
Son, además, suficientemente rápidos como para circular por cualquier tipo de vía. Al mismo tiempo, la red de carga ya cuenta con el número de puntos disponibles necesario como para habilitar la posibilidad de realizar viajes largos sin peligro de quedarse uno tirado. Los propios vehículos han reducido los tiempos necesarios de carga, permitiendo llenar la batería casi al completo en lo que dura un descanso del viaje.
Y, por supuesto, está el mito sobre lo difícil que resultar reciclar las baterías, cuando lo cierto es que estás son igual de reciclables que las de los vehículos propulsados por gasolina y diesel, siguen siendo la alternativa más limpia y sostenible para desplazarse.