¿Por qué limitarte a redactar un CV cuando puedes escribir un libro?

Excelentes condiciones de trabajo, buen sueldo, horario de 8 horas, residencia en San Francisco y reuniones, de vez en cuando, en Palma de Mallorca. «Para mí, que trabajaba como strategic planner, a veces como freelance y en alguna ocasión en agencia de publicidad, mi trabajo en Camper era la respuesta a mis plegarias». Pero el sueño hecho realidad de Sento de Cecilio terminó justo en el momento en el que finalizó el proyecto en el que trabajaba.
«Cuando acabó mi etapa en Camper me vi otra vez luchando por buscar un trabajo digno, mandando millones de CV y con la certeza de que mi hojita con foto y Helvética de poco valía».
De ahí su cambió de estrategia. Decidió prescindir de LinkedIn y de enviar miles de copias de su CV por mail o correo postal. Es más, ni lo actualizó ni volvió a redactar uno nuevo. «Para mí era como no traicionar la regla prohibida: contar todo lo que soy en no más de dos hojas».
A Sento, el par de folios se le quedaba corto así que aumentó la paginación a 100. «Opte por escribir un libro, al que titulé LifeWalk, donde hablo de mi vida personal y profesional, destinado a las empresas que más me gustan».
Utilizó texturas, telas impresas, plásticos, relieves, transparencias, pegatinas, textos escritos a pluma y mapas antiguos que compró a una anticuario británico en Palma. «Quería que el libro oliera a viejo y que el lector tuviera curiosidad sobre lo que iba a pasar en la próxima página».
Sento quería que el que recibiera el libro llegara a conocerle solo con hojearlo. «Un mail lo borras pero hasta un mal libro te cuesta tirarlo. Los palpas, lo ojeas, lo guardas. En ellos se cuentan historias y yo quería contar la mía´.
Aunque su idea no era hablar solo de él. «Quería que el libro fuese de utilidad, que aportara reflexión o conocimiento al lector y no hablar solo de mí. Por eso utilicé las citas. No soy ningún gurú pero quería compartir algunas reflexiones que me han sido útiles en mi vida profesional y personal».
Que el libro sobreviviera en el escritorio de los que toman decisiones en las grandes empresas y que estos lo manosearan y disfrutaran de él era el reto. «Por eso los libros están personalizados y envueltos en papel negro con lacre cobre».

En algunos casos, la personalización fue mucho más allá: «Doce & Gabbana, su nueva campaña de publicidad es puro sabor español y lo envolví en tela de valenciano».

Para el envió a Ecoalf, que se dedica a la moda utilizando materiales reciclados como redes de pesca. Sento se acercó a la lonja de pescadores de Valencia para pedirles un poco de red y corcho.

¿Y qué ha pasado con los libros? «La mayoría de los 36 han sido enviados. Uno se perdió camino de Reino Unido, otros no han contestado, como los que envié a dos de las más grandes empresas textiles de España… Por el contrario, he recibido feedback muy positivo de otras grandes empresas. Con algunas de ellas ya me he entrevistado…»
¡Ah! y como a Sento le gusta trabajar en equipo («eso de luchar y pelear por el mínimo detalle mola…»), para elaborar el libro ha contado con la colaboración de varios de ellos: «Sobre todo quiero destacar a mi amigo Rafa Estrela, diseñador, que entendió a la primera cómo quería el libro, pero también a Alfonso Calza (fotógrafo), Dan Mosblack (traductor) e Iker Mujica (editor de textos)».