Al caer la noche aparecen los lobos. Lili des Bellons empieza a dibujar y emergen las bestias. De día, la ilustradora francesa trabaja por encargo. De noche, se adentra en un mundo donde no hay más dios que su voz. Es entonces cuando surgen las criaturas eléctricas de hocico afilado, esos seres entre lo animal y lo humano que pueblan sus dibujos.
Empezó a ocurrir después de dirigir una película titulada La era de las bestias junto a Thomas Caudron, Clément Tissier e Ingrid Menet. «La pieza trata sobre la relación entre los humanos y los animales en la Edad Media», cuenta. «Desde entonces, siempre uso muchos de sus códigos en mis trabajos».
Le gustan porque son criaturas místicas que representan «lo humano, lo animal y la bestialidad». Y esas cualidades encajan con precisión en las historias que construye: «ciencia ficción, anticipación, sueños de día, imaginación».
[E]stá oscuro. Parece que el olor a café atrae a las bestias. Lili des Bellons tiene una taza sobre la mesa y música de fondo. Está dibujando.
Antes de llegar ahí descubrió un tema que le interesó. Buscó información y consultó imágenes. Después, intentó «sacar ideas claras, construir un universo y pensar en los colores que tendría».
Entonces la ilustradora y animadora 3D empieza a dibujar. «Hago borradores hasta que encuentro una imagen que me gusta y de ahí comienzo una serie», comenta. «Pero en ese momento no sé cuánto tardaré en terminar el proyecto que me propuse. Depende del estilo gráfico que use. A veces todo es muy rápido y a veces lleva mucho tiempo».
A Des Bellons le fascinan los colores brillantes. Los usa porque le recuerdan la cultura de los videojuegos. «Es muy interesante trabajar con los colores RGB. Son muy agresivos y me ayudan a potenciar lo que quiero transmitir».
—¿Y cuáles son esas sensaciones?
—Me gusta asustar, inquietar y crear sueños.
