Cuando recuerdas Star Wars, siempre piensas en lo campeón que era Luke Skywalker y en cómo, finalmente, triunfaba sobre el mal. Sin embargo, no conviene olvidar que el lado oscuro, encarnado en Anakin Skywalker primero y Darth Vader después, estuvo dando la barrila durante seis películas. Moraleja: los sentimientos chungos tienen un gran poder de motivación. Así lo cree Oliver Bunkerman, escritor especializado en psicología social y un convencido de lo aprovechable que es el Negative Thinking.
Quizás, el tema del que trata este texto sería más adecuado en la hipotética versión némesis de Yorokobu, la que abordaría las cosas desde un prisma negativo, la que hablaría de las cosas chungas de la vida. Pero aún no hemos creado Fukōdearu (ser infeliz en japonés). Además, es verano y no nos lee nadie, así que perdonen la licencia.
Para Burkeman, los problemas son una fuente muy potente de motivación. «El pensamiento negativo es tremendamente poderos. Debemos explorar el camino del fracaso, el pesimismo, el lado negativo de las cosas», explica. «Debemos dejar que todo eso regrese a nuestro menú de emociones».
Hay algo de mecanismo de defensa en la teoría del escritor, claro. Sin embargo, según sus planteamientos, la previsión de lo negativo ayuda a establecer límites en determinados escenarios. Además, ayuda a quien piensa en esas situaciones a ver de antemano si nefastas consecuencias son asumibles o tolerables. «Cuando se piensa en desgracias como perder el trabajo, o a la pareja, automáticamente se piensa en lo miserable que es uno, en que lo que queda de vida será un desastre». Eso, según Burke, es un buen punto de partida para mejorar la situación.
Según su opinión, es un error equiparar felicidad con positivismo e infelicidad con pesimismo, ya que se ambos paradigmas pueden ser materia prima para alcanzar la satisfacción. De hecho, Burkeman alude a Christopher Kayes, un ex-ejecutivo que lo dejó todo para investigar cómo el hecho de fijar metas y retos destructivos y replantear el rol del líder pueden también conducir a situaciones de éxito. «En las escuelas de emprendedores enseñan la previsión del peor escenario posible. Eso ayuda a aceptar las contrariedades y mejorar», explica.
Burkeman tiende a plantear la paradoja queprovoca el hecho de que elementos que son, a priori, tomados como positivos, como el amor, la familia o el trabajo sean recurrentes fuentes de estrés y frustración. Eso hace muy difícil crear incluso una definición de felicidad. Pero, ¿creéis que se puede alcanzar a través de ‘el lado oscuro’?
(Que suene la Marcha Imperial)