El humilde cartón, un material utilizado principalmente como envoltorio, lucha a su manera por salir del encasillamiento al que se le ha sometido. Un potencial que se está empezando a ver en multiples facetas artísticas, creativas, artesanales que lo emplean sin miedo y aprovechan su ligereza y fuerza para hacer estructuras, muebles, medios de transporte y hasta iglesias.
Shigeru Ban es quizá el que más ha sabido sacarle provecho hasta el momento. Este arquitecto japonés es especialista en crear estructuras elaboradas principalmente con cilindros de cartón tratados con poliuretano que aportan solidez, según este artículo de El Mundo. Sus creaciones han sido especialmente útiles para proporcionar viviendas temporales que han servido de refugio para víctimas de terremotos en Haíti y Kobe.
A raíz del terremoto de Christchurch, la ciudad ha aprobado un plan del arquitecto para remplazar temporalmente la catedral de la ciudad con una estructura compuesta principalmente por cartón mientras se trabaja en su reconstrucción. Una vez terminada la restauración de la catedral, la iglesia de papel seguirá funcionando como un centro de culto.
Aunque está diseñada para durar 30 años, el arquitecto dice que con un buen mantenimiento puede durar más tiempo. Un proyecto realizado con un coste modesto (2 millones de euros) teniendo en cuenta la envergadura del edificio.
En este caso la utilización del cartón para Ban no es meramente estética, ayuda a rellenar el vacío que dejan muchos terremotos debido a la rapidez y facilidad con la que se pueden desplegar sus edificios temporales. A esto hay que añadir que durante los desastres naturales, el cartón es relativamente fácil de conseguir. Se espera que esté lista para diciembre de este año, según The Architect’s Journal.
El cartón permite además ser reutilizado cuando ya no se necesita. El pabellón japonés que realizó Ban para la Expo de Hannover en el año 2000 fue reciclado y convertido en papel al finalizar el evento.
En los últimos meses, un ejemplo mediático ha vuelto a poner de manifiesto el valor del papel. El artesano Israelí Izhar Gafni ha logrado fabricar una bicicleta de cartón con material que le costó 9 dólares (sin contar las horas que tardó en elaborarlo). Su creador ya piensa en su comercialización y se estima que saldrá al mercado con un precio de 60 euros.
En el caso de la agencia de publicidad Nothing, crear un mobiliario de oficina casi exclusivamente de cartón fue una buena oportunidad para darse a conocer. La compañía contrató a los diseñadores Alrik Koudenberg y Joost van Bleiswijk para diseñar el interior de su nuevo lugar de trabajo utilizando una técnica que no usa pegamento.
Para el arquitecto y programador Michael Hansmayer, esta materia la ha servido para realizar unas columnas de extremada complejidad compuestas por láminas de cartón apiladas.
El resultado es que estas columnas presentan una estética tan novedosa como increíblemente compleja, un sueño húmedo para cualquier discípulo de Antoni Gaudí, lo que las convierte en un concepto que desafía en gran medida los intentos del reduccionismo a los que la tecnología muchas veces nos aboca. “Gaudí no ha sido una inspiración directa para este proyecto pues el diseño de sus columnas es muy diferente por sus curvas, catenarias y pesos. Pero le admiro por crear algo que nada ni nadie había visto antes y por conseguir que se siga construyendo así, incluso 100 años después de su muerte”.
(…) El intrincado ornamento se realiza mediante hojas de cartón seccionadas por tres cortadoras láser funcionando en paralelo. Debido a los detalles casi interminables de la columna, los láser hicieron un recorrido total de más de 20 kilómetros en cortes. Las 2.700 rodajas de 1 mm resultantes se apilan y se mantienen unidas a un núcleo común que hace de guía.
También tenemos algunos ejemplos artísticos de aplicaciones creativas con el cartón, como es el caso de Havec. Este diseñador gráfico francés «lleva años creando figuras humanizadas y tipografías nuevas jugando con las texturas de este material», como explica este artículo que le dedicamos en abril del año pasado.
Steph Baudouin, una escenógrafa francesa afincada en Madrid, acaba de lanzar Atipik Cartonnerie, una pequeña empresa que hace muebles de cartón. Muebles como esta estantería realizada con cartón ondulado:
O este reloj para apoyar en la pared:
Viendo estos ejemplos, se puede constatar que el cartón está muy desaprovechado.
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Fuente fotos Shigeru Ban: Las cosas de José y Katty