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Los perfumes del futuro no se pulverizarán, se tragarán

Adiós a los frascos de miles de formas, tamaños y colores en los stands de las perfumerías y grandes almacenes (y en algún que otro cuarto de baño). Adiós a los anuncios que, sobre todo en Navidad, convierten a las pausas publicitarias televisivas en monotemáticas e interminables… La industria del perfume tal y como la conocemos hoy podría cambiar radicalmente.

El proyecto Swallowable Parfum de la artista australiana Lucy McRae  podría ser el inductor de ese cambio. Con él, McRae, en colaboración, según NextNature, con el biólogo de Harvad Sheref Mansy,  propone revolucionar la forma en la que consumimos el perfume: en lugar de pulverizarlo lo ingeriremos en forma de cápsulas.

Estos comprimidos contienen una serie de moléculas que imitan a las que se encuentran en el organismo humano. Una vez en él, son capaces de utilizar las enzimas para liberar moléculas olorosas que se excretan por la piel durante la transpiración.

El resultado, según McRae, será que cada persona gozará de su propia fragancia. Agradable, claro, pero sobre todo muy personal puesto que tanto el aroma como su potencia dependerá de factores como la temperatura corporal, el estrés o el grado de excitación sexual del individuo. La customización del perfume en su máxima potencia.

Según, Holly Krueger, una de las personas que trabaja en el proyecto, Swallowable Parfum surgió como parte de la investigación con la que McRae trata de explorar y redefinir nuevos roles para la piel. En cuanto a su lanzamiento en el mercado, Krueger asegura que no hay una fecha prevista: “Aún se encuentra en fase de investigación”.

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