Tras pasar dos años en una escuela de bellas artes en San Francisco, Óscar Gutiérrez volvió con una perspectiva completamante marcada por la experiencia. Desde entonces el Lowbrow y Pop Art son las ramas artísticas que más han influido en el estilo de este ilustrador que compagina esta faceta su trabajo en una agencia de publicidad.
No tiene dudas. Gutiérrez prefiere «el pincel a lo digital». Estos son algunos de sus trabajos:
Portada de Yorokobu. «Es un proyecto dentro de una serie de cuadros que estoy utilizando para hacer un collage de mis propias piezas. Voy cortando partes y las voy componiendo en distintas formas».
Club Alfil. «Un encargo de unos amigos para hacer la identidad corporativa y murales del Club Alfil».
