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Creatividad

Lucreativo: las penurias de un autónomo

Ocurre cada mañana como una maldición.

A las 6.30 suena el despertador.

Xarly lo apaga como puede y se levanta de la cama.


A esa hora el único sueño que habita su cabeza es el de una cafetera voladora que le traiga litros de café.


Y el sueño solo se derrumba con un buen cargamento de cafeína.

«Me inflo de café mientras leo la prensa y hago un dibujo para mi diario ilustrado», cuenta Xarly.

Café, café, café.

Esa rutina empezó en febrero de 2014. Hacía casi dos años que había dejado las agencias de diseño y había creado su propio estudio, es decir, se había dado de alta en autónomos para trabajar, solo, desde casa.

En 2012, el diseñador y su mujer habían decidido abandonar una rutina de jornadas infinitas en la oficina y montar una vida que les dejara algunas horas libres no ya para criar, sino al menos, conocer a sus propios hijos. Muy pronto llegó el primero.

A Xarly le iba bien en el estudio de diseño que había creado, Vengavale. Desde esa empresa empezó a hacer proyectos para marcas y a la vez comenzó a trabajar como ilustrador. Para ese oficio adoptó el nombre de Lucreativo. Al poco surgieron los primeros encargos y también algunos disgustos.

Le pagaban tarde las facturas,

los clientes le mareaban y a menudo tenía tanto que hacer que se veía encadenado al ordenador.

Cuando la cosa se iba de madre, la rabia se comía a Xarly. Su mujer, al verlo, le decía:

–Tienes que sacar ese mal de alguna manera.

El madrileño empezó a dibujar situaciones de su trabajo y de su vida de autónomo. Pintaba escenas sobre lo difícil que le resultaba encontrar tiempo para hacer los proyectos que le encargaban y cuidar de su hijo. Al final siempre se veía bajo la balanza, aplastado por el platillo de la profesión y sus preocupaciones.

Hablaba de los autónomos.

De su día a día.

De sus intenciones.

De sus insomnios.

De lo que pasaba a su alrededor.

De política.

De sus alegrías.

Y de sus deseos.

–Y si un día no tengo ningua idea, dibujo que no tengo ninguna idea– apunta.

Las primeras viñetas las tiró a la basura. Pero un día su mujer se acercó a su mesa y vio algunas.

–Tienes que compartir esto– le dijo.

Xarly hizo caso y abrió un blog. Lo llamó El ilustre diario de Lucreativo. Ese tipo, el creativo con barba que protagoniza todas las viñetas, es su «alter ego». Y el diario acabó resultando terapéutico, cuenta, riendo, el creativo. «Es el resultado de mis frustraciones».

Las visitas a su blog fueron creciendo. Los seguidores de Instagram pasaron de 180 a miles. El «valenciano de nacimiento, mallorquín de corazón y superviviente en Madrid» decidió llevar sus viñetas a un libro. Para financiarlo acudió a Verkami y en otoño de 2014 publicó sus historias en papel. La obra, titulada también El ilustre diario de Lucreativo, narra «las aventuras e infortunios de un diseñador freelance y padre full time, en clave de humor y con barra libre de quejas y protestas».

El ilustrador sigue desde entonces su diario digital en dibujos. Es parte de esa rutina que lo despierta a las 6.30 de la mañana y lo ocupa hasta las 16.00 en su oficio de diseñador. A partir de esa hora cuida a su hijo y de las 22.00 en adelante vuelven las ocupaciones laborales. Este «diseñador de día» es también «ilustrador de noche».

Xarly dibuja a mano. Sobre papel y bajo un flexo. Tan solo al final acaba la ilustración en el ordenador. Ahí se produce el remate.

Lucrativo vive en un mundo en blanco y negro. Xarly lo decidió así por dos motivos. Uno, el de postín, es porque a veces puede parecer «un tío pesimista y sarcástico que lo ve todo gris». El otro, el auténtico, es porque, según dice, no sabe usar los colores. «¡Se me dan fatal!». Y eso, al final, ha creado una de sus claves estéticas: el blanco, el negro, las luces y las sombras.

Estos días Xarly anda algo más ocupado de lo habitual. Está terminando su próximo libro y esta vez no tuvo que acudir a la financiación colectiva. Tiene editorial. En mayo estará encima de su mesa. Probablemente, con algún salpicón de café.

 

 

Por Mar Abad

Periodista. ✎ Cofundadora de la revista Yorokobu y de la empresa de contenidos Brands and Roses (ahí hasta julio de 2020).

Libros.  Autora de Antiguas pero modernas (Libros del K.O., 2019). «No es una serie de biografías de mujeres; es una visión más vívida, más locuaz y más bastarda de la historia de España». Lo comentamos en El Milenarismo.

Autora de El folletín ilustrado junto a Buba Viedma. Lo presentan en Mundo Babel (Radio3) y en Las piernas no son del cuerpo, con Juan Luis Cano (Onda Melodía).

Autora de De estraperlo a #postureo (editorial Larousse, 2017). Un libro sobre palabras que definen a cada generación y una mirada a la historia reciente desde el lenguaje. Hablamos de él en Hoy empieza todo (Radio3), XTRA!, La aventura del Saber (La2).

Autora junto a Mario Tascón del libro Twittergrafíael arte de la nueva escritura (Catarata, 2011).

Laureles. ♧ Premio Don Quijote de Periodismo 2020. Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes 2019, Premio Internacional de Periodismo Colombine 2018, Premio de Periodismo Accenture 2017, en la categoría de innovación.

2 respuestas a «Lucreativo: las penurias de un autónomo»

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