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Cine/TV Digital

Marta Sánchez, marca personal y redes sociales

Todos los jueves, Marta Sánchez despierta las iras de las redes sociales sin haberlo pretendido; tan sólo por ser ella misma en Tu cara me suena. Y a pesar de las críticas, muchas crueles, ella no varía su forma de ser. Es un ejemplo sobre cómo apostar por uno mismo; un ejemplo de marca personal que contentaría a Bender Doblador Rodríguez (al que hemos pedido sus comentarios).

«No sé quién te has creído que eres, pero no eres nadie», escriben personas con apenas un centenar de seguidores.
«Te odio, Marta, eres lo peor».
«Abórtate, Marta».

… Son algunos de los insultos que recibe Marta Sánchez en Twitter. Tuits que de alguna manera reflejan las frustraciones de los españoles en estos tiempos.

Orwell no imaginó que los «dos minutos de odio» de 1984 tomarían forma de programas de televisión de tres horas. Con los «dos minutos de odio», los gobernantes orwellianos desviaban la amargura de la población hacia un enemigo ficticio.

Nuestros gobernantes no son tan sibilinos y, por otro lado, la televisión solo quiere dinero, pero sabe tomar los odios y devolverlos en forma de personajes mediáticos. Es difícil concebir que Marta Sánchez despierte tanta ira por unos simples comentarios en un programa de televisión banal. Esto plantea otra cuestión: ¿La cantante despierta rechazo por sus palabras o porque es mujer? Recordemos que de unos años acá, presentadores y personajes de ficción sin pelos en la lengua —todos hombres— han sido mitificados por los espectadores. Sin embargo, Marta Sánchez quizá es criticada por expresar lo que siente, a bote pronto, y eso que lo hace dentro de unas formas.

Cuestiones sociológicas aparte, la cantante es un ejemplo de marca personal que contentaría a Bender Doblador Rodríguez.

Marta Sánchez no participa en las bromas ni en los juegos que no le interesan. Dice las cosas como las piensa, sin adornos, sin enmascararse en chistes ni pretender la gracia. Y a pesar de las redes sociales, se atreve a mostrarse cercana hablando de sus anécdotas infantiles y su enamoramiento por su pareja. Todo esto choca con un programa que premia la mimesis y hace burla de los participantes que se atreven a salir de las líneas.

La lección que extraemos es que la marca personal es apostar por uno mismo y no por el disfraz. Mostrarse al mundo tal y como se es, y esperar que parte de ese mundo lo acepte o se entusiasme con ello. (También enseña que hay personas que no deben exponerse en las redes sociales si no están preparadas para las críticas). El que suscribe, que nunca ha sido fan de Marta Sánchez,  ahora la mira con respeto y admiración porque es coherente con ella misma.

Por Javier Meléndez Martín

Soy guionista desde 1998. He trabajado en producciones de ficción y programas para Canal Sur, ETB y TV3.

Co-escribí el largometraje para televisión Violetas (Violetes), una película para Televisió de Catalunya, Canal Sur Televisión y Canal 9. (2009).Violetas consiguió dos premios y dos menciones.

Imparto talleres de guion desde 2010.  Ahora, en Portal del escritor.

Puedes leer mi blog La solución elegante (recomendado por la Universidad Carlos III de Madrid para estudiantes de guion).

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