El mismo día en el que Federico García Lorca hubiera cumplido 126 años, en Granada, en su Granada, como cantaba Antonio Machado, se inauguraba un mediofestival y un mediomercadillo llamado Mediopán, un evento alrededor de la gráfica y del libro popular que se desarrollará desde el 5 hasta el 10 de junio en Casa de Porras, en pleno barrio del Albaicín.
Y aunque no está dedicado a la figura del genial poeta, hay mucho del espíritu de Lorca en este proyecto. «Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle, no pediría pan, sino que pediría medio pan y un libro», escribió Federico en su discurso Alocución al pueblo de Fuente Vaqueros en septiembre de 1931 para la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal. De ahí lo del nombre del festival y la peculiar descripción que hacen de él sus organizadores.
«Creemos que es uno de los textos sobre bibliotecas más interesantes que se han escrito, y no solo es un texto de bibliotecas, tiene una inmensidad mayor», explica Antonio Collados, uno de los organizadores de Mediopán.
«De ahí tomamos el nombre de este evento, que se mueve entre un programa cultural con exposiciones talleres, presentaciones, conciertos, performances… a modo de festival; y por otra parte, con el despliegue de una selección de más de 20 proyectos de artistas, colectivos editoriales y gráficos y otros ensamblajes culturales que presentarán sus producciones mediante estands. En este sentido, Mediopán funciona también como feria editorial y gráfica siguiendo el ejemplo de otros eventos similares que se están dando en otras ciudades españolas y extranjeras».
A su vez, aclara Collados, jugar con ese adjetivo medio ayuda a resaltar la idea de que es un proyecto que está creándose continuamente, que no está concebido como un algo cerrado. Al contrario, forma parte de un proceso de experimentación institucional y educativa más amplio bautizado como ¡En obras te veas!, llevado a cabo por la Universidad de Granada, que organiza Mediopán y que presta el espacio en el que se desarrollará (la Casa de Porras, un palacete que pertenece a La Madraza, el centro de arte y cultura de la Universidad) con el que están repensando el proyecto cultural de Casa de Porras.
«Lorca decía también que Granada amaba lo diminuto. Quizás otra razón sea esa, que nos gusta lo pequeño o lo menor, y trabajamos desde esas formas de la cultura que intentan escapar de los lenguajes de la dominación. Mucha de la producción editorial y gráfica se ha situado ahí, en ese espacio de oposición a las artes mayores», concluye Collados.
Mediopán cuenta con más de 25 proyectos editoriales, charlas y talleres de artistas internacionales como la poeta y escritora María Sánchez, la editora Gabriela Halac, el fotógrafo y docente Julián Barón y la antropóloga Valeria Mata. Según su coordinador, este evento «quiere constituirse en un espacio que cobije y entrelace a personas y grupos que están generando prácticas editoriales de interés en estos ámbitos como medio para promocionar la investigación, la reflexión y la creación desde las posibilidades económicas y tácticas que ofrecen formatos de producción asequibles, artesanales y sostenibles para las redes culturales de base». Un lugar dedicado a esas artes gráficas alejadas de lo académico y muy próximas a la cultura popular.
«Las clases populares llevan siglos dedicándose a las artes gráficas y la edición artesana, pese al menoscabo o indiferencia de la academia y la alta cultura que llamamos letrada, cuyas producciones, como dice José Bergamín, “no bailan, no corren ni saltan; avanzan lentamente: y pisan todas las cosas aplastándolas, para exprimirlas, para sacarles su jugo, dejándolas secas y muertas”», comenta Antonio Collados.
El festival nace con vocación local, siguiendo el ejemplo de otras ferias parecidas como Recreo Art Book Fair en Valencia, el festival Fiebre Photobook de Madrid, Hostia un libro en Alcalá de Henares o BALA en Bilbao, entre otros. «Sentíamos que, en Andalucía, y en concreto en Granada, faltan más festivales y ferias dedicadas a lo popular, a lo experimental y lo pequeño, a ediciones independientes», afirma Collados. Pero el concepto de Mediopán, asegura su coordinador, es bastante abierto.
«La idea es acoger trabajos fanzineros, ediciones indisciplinadas, ilustraciones analfabetas, libros y fotolibros hechos desde abajo; editoriales cuyas publicaciones bailan, corren y saltan; experiencias de estampa popular contemporáneas, procesos colaborativos, ediciones raras, trabajos en papel sorprendentes, hechos con arte, que alimentan, porque tienen miga, mucha miga».
«No se trata de un mercadillo del sector editorial del diseño gráfico, sino de aquellas publicaciones en papel, sean libros, fanzines, láminas o pósteres, que se salen de la forma comercial de hacer libros, de la narrativa más instrumentalizada, y que experimentan y hacen en colectivo», continúa explicando el coordinador del evento. Pero, además de una feria, también es un festival en el que «todos los y las artistas que se han programado trabajan también en esta línea experimental, híbrida y popular… e investigan alrededor del archivo, la memoria, lo colectivo, de la relación entre el saber académico y el popular. Las bibliotecas. El saber más allá de lo y los académicos».
Para elegir los proyectos editoriales que intervendrán en Micropán, los organizadores hicieron una convocatoria abierta que circuló por redes sociales, newsletters y mailings entre grupos afines. «De entre todos los proyectos presentados, seleccionamos los que sentíamos que estaban más en la línea de la temática de Mediopán: lo popular, lo que se mueve por sus propios cauces, que es humilde y hecho con mimo, que experimenta».
Entre las editoriales que participan, figuran la argentina Blatt y Ríos; la catalana Llamp Edicions, «un sello independiente que recoge descargas espontáneas e imprevisibles y da cabida a expresiones artísticas diversas en forma y contenido»; Bertedero, «un proyecto de cómic colectivo de Granada», al igual que Palomitas, «un zine colectivo también de diez artistas de Granada».
También hay proyectos interesantes como la Imprenta Matriz, de Málaga, «una imprenta artesanal que, rescatando de la chatarra varias imprentas de principios del siglo XX y del siglo XIX, están aprendiendo y enseñando el oficio de impresor tipógrafo»; o la plataforma de edición e investigación alrededor de la arquitectura, las prácticas artísticas y culturales y el pensamiento crítico Bartlebooth.
En cuanto a los artistas, todos los elegidos para participar en este festival «son personas que seguimos desde hace tiempo y que hemos conseguido tener la complicidad y amistad para poder incluirlas en el programa», puntualiza Antonio Collados. «Gracias al apoyo de la Universidad de Granada y al Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española (AC/E), conseguimos los recursos suficientes para dotar a Mediopán de distintas acciones que creemos pueden generar un espacio de reflexión y creación en torno a la gráfica y la producción editorial impresa bastante singular».
El colombiano Camilo Mutis impartirá el Taller Dos Puntos, en el que investiga «la dimensión poético-política de la edición a través de procesos abiertos, transdisciplinares y multimediales». Por su parte, el fotógrafo y docente Julián Barón explorará la autoedición y las prácticas colaborativas como medios para dar salida a las ideas y acciones desde las que trabaja impulsando proyectos que utilizan la imagen como herramienta social de pensamiento. Y también intervendrán otros artistas como Yera Moreno con Florituras bolleras, Estampa Popular del Guadarrama, Talares, la editorial de discursos híbridos Comisura y las artistas de Granada Coco Moya y Lola Nieto, entre otros.
Pero también cuentan con propuestas del contexto local como la exposición 43.800 minutos para pensar o la performance Granadas que explotan en la boca, que surgen de las redes y alianzas generadas por Casa de Porras en estos meses.
«Conseguir que este centro sea un espacio amable y acogedor es una de nuestras principales ambiciones y que se entienda como un recurso a disposición para que gente con inquietudes y talento puedan tener un lugar donde compartir sus creaciones», describe como objetivos el coordinador de Mediopán. «Al ser este un proyecto que se enmarca en una institución universitaria, hemos tenido también especial cuidado por interpelar a la comunidad estudiantil, para que pudieran también ser parte del proyecto. Tenemos esta responsabilidad de servir de zona de contacto entre personas que se están formando con otras que tienen ya una reconocida trayectoria».
«¡En obras te veas!» es el deseo, a modo de maldición, que se regalaba popularmente a quien te hacía la vida imposible. No puede haber peor castigo que verse metido en obras y reformas, y quien lo probó lo sabe. Esta era una de las expresiones que estaban incluidas en un pliego de cordel autoeditado por el artista Julio Cara, y del que toma «el nombre el proyecto de imaginación y experimentación institucional y educativa en la Casa de Porras, situada en el barrio del Albaicín, la institución más singular y popular de La Madraza, el Centro de Cultura Contemporánea de la Universidad de Granada y sus programas de extensión universitaria».
«Es un proyecto que busca una transformación crítica y que quiere favorecer las conexiones entre universidad y sociedad a través del arte y las culturas populares, reorientando las estrategias de extensión hacia una práctica emancipadora, inspirada en las universidades populares de finales del siglo XIX y primeros del XX», explica Antonio Collados.
En estas instituciones, «el saber y el hacer es una experiencia compartida y no un mecanismo de autoridad o desigualdad destinado a la producción de un conocimiento fácilmente instrumentalizable por las dinámicas neoliberales de la universidad. Toda transformación requiere de investigación, memoria, exploración y creación de archivo, pero también el codiseño de acciones imaginativas y de una acupuntura espacial, pues el proceso ha implicado también transformaciones materiales bien concretas y la aparición de nuevas (o la recuperación de viejas) estancias en Casa de Porras». Y aquí es donde surge Mediopán.
«¡En obras te veas! se materializa, además de en diversas acciones y programación, en una serie de boletines mensuales donde vamos narrando los procesos, así como en un libro que saldrá en octubre, que será una reflexión sobre el conocimiento, el aprendizaje y sus materialidades que surge de una crítica a la legitimación del saber que sólo viene de la academia».
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