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‘Menstruopedia’, la Wikipedia ilustrada de la menstruación

Las ideas, a veces, vienen por el camino más inesperado. La de la joven india Sejal Budholiya nació mientras miraba Instagram. «Vi un post absurdo que hablaba de cómo la NASA le preguntó a Sally Ride [física y la primera mujer astronauta de Estados Unidos] si 100 tampones serían suficientes para seis días en el espacio. Me hizo pensar sobre la menstruación y su logística en entornos de gravedad cero. Mientras pensaba en el espacio exterior, pensé en las personas que menstrúan en la Tierra, sobre todo en entornos donde no es fácil manejar la logística. Esto me llevó a investigar sobre la menstruación en las comunidades rurales de la India y sobre los militares que menstrúan. Así nació la idea de Gaia».

Gaia es una caja para guardar productos higiénicos usados y sin usar, que se puede llevar encima y cabe en una mochila. «La idea era que la caja pudiera pegarse o adherirse a superficies verticales para que fuera fácil cambiar los productos higiénicos en pueblos y ciudades rurales, durante el entrenamiento militar, que a menudo consiste en defecar al aire libre durante el entrenamiento en la selva, e incluso en lavabos públicos. Este sistema permite acceder fácilmente a nuevos productos sanitarios y deshacerse de los viejos. En futuras iteraciones se incluirá una incineradora que podrá utilizarse para desechar los productos sanitarios usados (que son residuos biomédicos)», explica Budholiya.

La idea la ha desarrollado dentro del programa Creatives for Our Future, de la Fundación Swarovski, en asociación con la Oficina de las Naciones Unidas para la Colaboración, que ofrece becas a jóvenes creativos de todo el mundo, de entre 21 y 30 años, de multitud de disciplinas, como la moda, el diseño, el arte, la arquitectura y la ingeniería, para que desarrollen sus proyectos. Las candidaturas para su nueva edición están abiertas hasta el 15 de octubre.

Pero el proyecto de Sejal Budholiya se extendió más allá de Gaia. La menstruación es un tema tabú en ciertas sociedades, como la india, donde ni las propias mujeres saben demasiado sobre ello. Así que, tras graduarse, creó un manual educativo en código abierto para concienciar sobre la salud femenina y la regla junto con otra exalumna del programa, la diseñadora gráfica polaca Agnieszka Doczynska. Ese manual es Menstruopedia.

«La necesidad de crear Menstrupedia surgió del tabú que rodea a la menstruación, de las estadísticas sobre cómo 1 de cada 5 niñas abandona la escuela cuando empieza a menstruar, y de que sólo el 36% de la población utiliza lo esencial básico de la gestión de la higiene y los peligros para la salud relacionados con una gestión inadecuada de la higiene. Era necesaria una guía universal, sin palabras, para garantizar que todo el mundo tuviera acceso a la información sobre la menstruación».

La guía juega con gráficos e ilustraciones para explicar conceptos relacionados con la menstruación: desde explicar qué es, hasta cómo ponerse un tampón, una compresa o una copa menstrual, cuántos productos de higiene íntima hay en el mercado, cómo reconocer si hay algún problema de salud en función del color del flujo o incluso métodos anticonceptivos.

Se trata, dicen sus autoras, de una guía digital que puede compartirse y descargarse libremente en todo el mundo. Sin embargo, se difunde en formato impreso junto con Gaia en aquellas regiones en las que internet no está muy extendido.

«Puede utilizarla cualquier persona que menstrúe o quiera aprender sobre la menstruación —explica Sejal Budholiya—. Está dirigido especialmente a personas de países donde la menstruación es tabú. En definitiva, se trata de una guía menstrual interactiva para todos. Además, el formato digital permite reenviar fácilmente la guía por todo el mundo para que llegue al mayor público posible».

Para la joven india, hablar de ella es la mejor forma de eliminar el tabú en torno a la regla. «Es importante normalizar la conversación sobre la menstruación. Tanto Agnieszka como yo queríamos utilizar nuestras dotes creativas para hablar de un tema que era importante para nosotras, y creo que ahí es donde empieza la lucha».

El reto de dibujar la menstruación en lenguaje universal

La idea, sobre el papel, parecía sencilla. A priori, podría pensarse que hay cosas y conceptos que son iguales para todas las personas que habitamos este planeta. Pero la realidad demostró que no iba a ser tan fácil como parecía dibujar una guía que pudiera entenderse fácilmente en diferentes culturas y grupos de edad sin depender del contexto.

«Rápidamente me di cuenta de lo difícil que es transmitir información únicamente a través de ilustraciones, sin utilizar símbolos o números. En una guía de este tipo, cada decisión es estratégica: ¿Debemos utilizar números romanos o arábigos? ¿Debemos incorporar símbolos o iconos? ¿Son estos símbolos e iconos universalmente comprensibles? Cada decisión puede afectar a la claridad de la guía», comenta la ilustradora Agnieszka Doczynska.

«Intenté ilustrar todo lo posible por mí misma y solo utilicé símbolos cuando era absolutamente necesario. En el caso de que así fuera, elegí los reconocidos en todo el mundo o en la mayoría de las culturas, como el símbolo del dólar para el dinero o el signo de exclamación para el peligro. Algunas ilustraciones requerían variaciones para tener en cuenta los distintos contextos culturales. Por ejemplo, los retretes varían significativamente: en algunos países, tienen forma de asiento, mientras que en otros son bacinillas donde hay que orinar en cuclillas. Para garantizar la claridad, incluí varias versiones».

Otro reto, explica Doczynska, fue ilustrar procesos complejos como el uso de productos mensuales. Para ello, optó por dividir los procesos en imágenes sencillas, paso a paso, con flechas para guiar a las usuarias. «Quería asegurarme de que estas imágenes transmitieran la información con claridad sin presuponer conocimientos previos, lo que requería una exploración más profunda de los procesos».

Proceso colaborativo

«Al final de la jornada, todas las ilustraciones se probaron con diversos grupos de usuarios para garantizar que fueran comprensibles e inclusivas. A partir de los comentarios recibidos, se hicieron mejoras y se revisaron o sustituyeron las ilustraciones poco claras —continúa explicando la ilustradora—. Además, era crucial que la guía fuera inclusiva para que todas las personas que menstrúan pudieran verse reflejadas en ella. Incluí distintos tipos de cuerpos, etnias y estilos de ropa para representar la diversidad de las personas que menstrúan».

Durante la fase inicial del proyecto, centrada, fundamentalmente en la investigación y su desarrollo, ambas jóvenes colaboraron más intensamente. Cada quince días se reunían para compartir conocimientos e intercambiar ideas: a quién iba a ir dirigida, qué tabúes y mitos menstruales había que abordar más profundamente… Fue una fase crucial para establecer el público objetivo y definir el alcance de Menstruopedia.

«Sejal aportó sus profundos conocimientos, respaldados por la investigación científica de su proyecto Gaia, y realizó encuestas en zonas rurales y entre mujeres militares que menstrúan. Esta investigación fue decisiva para dar forma a nuestro enfoque y garantizar la pertinencia de la guía en diversos contextos», aclara Agnieszka Doczynska.

Elegir un formato

Una vez conceptualizada la guía y fijada la idea de cómo iban a desarrollarla, la ilustradora asumió las responsabilidades editoriales y de ilustración, así como la ideación de la forma de la guía y su puesta a prueba. Y así, empezó a dibujar los borradores iniciales del diseño y el formulario. «En esta fase, la guía incluía descripciones e infografías —explica la ilustradora—. A medida que el proyecto evolucionaba, consideramos diferentes formatos, y finalmente optamos por una guía sin palabras para garantizar la comprensión universal».

Lo siguiente que tuvo que hacer Doczynska fue evaluar qué formato iba a tener esa guía. «La accesibilidad era una prioridad, así que opté por un formato PDF interactivo que fuera coherente en todas las pantallas, fácilmente imprimible y que facilitara la distribución —aclara la ilustradora polaca—. Después empecé el largo proceso de desarrollar el contenido y las ilustraciones, creando capítulos y texto al mismo tiempo que los elementos visuales, lo que me llevó unos cinco meses. Este proceso se apoyó en pruebas y encuestas a los usuarios para evaluar la inclusividad y la comprensibilidad, lo que dio lugar a mejoras basadas en los comentarios».

Una vez completado el contenido, ambas jóvenes revisaron la guía y la enviaron a distintos profesionales, incluidos médicos y profesores. El objetivo era garantizar la exactitud y rigurosidad de la información. Solo faltaba difundirla, así que contactaron con todas las organizaciones benéficas que conocían para hacérsela llegar gratuitamente.

«La educación sexual es un tema bastante tabú, por lo que, aunque algunas escuelas e institutos (sobre todo en las ciudades) tienen una sesión de educación sexual, en las sesiones se separa a las chicas de los chicos y se les da una breve información. Sin embargo, en las familias nunca se habla de «salud sexual» y a menudo se deja que cada uno lo resuelva por sí mismo», comenta a modo de conclusión Sejal Budholiya.

«Esto es lo que suele ocurrir en la India; no puedo hablar de África, porque aún no he vivido esa cultura. Sin embargo, están surgiendo personas influyentes que hablan largo y tendido sobre este producto y, junto con Menstrupedia, espero que esta información esté ampliamente disponible y sea fácilmente accesible para todos».

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