Las culturas antiguas no tenían el concepto creatividad. La escritora Elizabeth Gilbert cuenta en una charla TED que para los griegos, los responsables del arte y la filosofía eran demonios que vivían en las paredes; para los romanos, espíritus llamados genios.
El Renacimiento puso al artista como fuente de la creatividad. Un artista no tiene un genio: es un genio… o no, para su desgracia. La nueva concepción sobre la creatividad conduce a la experimentación para generar ideas. Un ejemplo lo encontramos en El tratado de la pintura de Leonardo da Vinci. El autor de la Gioconda escribe:
XVI. Modo de avivar el ingenio para inventar
Quiero insertar entre los preceptos que voy dando una nueva invención de especulación, que aunque parezca de poco momento, y casi digna de risa, no por eso deja de ser muy útil para avivar el ingenio, la invención fecunda, y es que cuando veas alguna pared manchada en muchas partes, o algunas piedras jaspeadas, podrás mirándolas con cuidado y atención advertir la invención y semejanza de algunos países, batallas, actitudes prontas de figuras, fisonomías extrañas, ropas particulares y otras infinitas cosas; porque de semejantes confusiones es de donde el ingenio saca nuevas invenciones.
La simplicidad del método lleva a Da Vinci a escribir que es una «especulación (…) casi digna de risa». Recuerda al hecho de encontrar de forma casual figuras reconocibles en las nubes, método que también propone da Vinci. Este reconocimiento espontáneo no es extraño. La Psicología conoce el fenómeno como pareidolia (del griego eidolon, figura, y para, adjunta).
Lo que propone Da Vinci es mirar «con cuidado y atención». Supone no contentarse con la imagen casual. Esta mirada atenta al caos será llamada por Dalí método paranoico-crítico. La intención del pintor de los relojes doblados es encontrar reflejadas sus fobias y obsesiones en el desorden de la realidad. Así, un paisaje con figuras frente a una cabaña africana es también un rostro.
Si Da Vinci comenta el método, aunque con pudor, significa que le fue útil para su arte y sus invenciones. Y puede servirnos a nosotros en cualquier momento y lugar.
Las paredes, los suelos, las sombras, las grietas, los arañones… nos valen. Esta mirada desintoxicada de la tecnología entrena el músculo creativo. Y puede convertirse en un reto: ¿cuántas figuras encontraremos en una simple loseta? Una mirada casual no revelará más que dos o tres. Una mirada atenta revelará siete, doce, veinte… Tomé como ejemplo la que tenía a mis pies redactando el artículo.
Ojos y narices al aire de personas y animales son fáciles de encontrar. El fenómeno pareidolia.
La deformación en los gustos debe influir así como las épocas. Da Vinci también encontraba guerras. Yo vislumbro reencuentros entre personas y entre personas y animales.
Reencuentros que sugieren en ocasiones líneas de texto.
Cuando la señora Harrington volvió, Sultán no la reconoció.
—Huyamos —dijo el liliputiense.
—¿Y qué harán nuestras mujeres? —dijo el jilguero.
Mientras esperamos el semáforo en verde, el caos urbano y los contados espacios naturales sugieren ideas a poco que apartemos los ojos de las notificaciones móviles.
Así fui consciente de la realidad del entorno –de otra realidad, más bien– a la manera de Neo en Matrix. Dos árboles lejanos se convirtieron en actores de mis mañanas. En casa los esbocé de memoria:
Mi primera impresión: el árbol de la izquierda atrapa al árbol de la derecha: «¿A dónde quieres escapar?». Me pareció la coacción de una rebeldía.
Otro día imaginé a dos colegas chocando las manos infinitamente.
Otro día pensé que eran árboles bailando, tan despacio, que pocos pueden percibirlo.
Saber más:
Vídeos sobre la creatividad que te gustarán.
El tratado de la pintura. Leonardo da Vinci.
5 respuestas a «El sencillo método creativo de Leonardo da Vinci»
Si ves algo extraño y lo ignoras desaparecerá su extrañeza, por el contrario, si ves algo extraño y le das forma, lo aceptas, lo observas, lo trabajas. Estarás creando algo.
Lo has dicho muy bonito, Nombela.
Breve y bueno. Gracias por escribir sobre y difundir la creatividad.
Tremendo artículo, yo lo aplico para mis talleres de arte. Las texturas nos evocan imágenes, historias. No sabía que existía un término para ello, ahora lo sé. Muchas gracias por tomarte el tiempo, Javier
Me ha encantado…yo lo hago desde chiquitina, sobre todo sentada en el Wc pensando en mis cosas, y lo curioso es que según el día, mi estado anímico…ve cosas diferentes.
Ese es el secreto del cerebro humano, está en constante cambio, disfrutemos de él !!
Gracias Miguel, ha sido un placer leerte.