Apple entró y triunfó con su iPhone. Google está intentando hacerse su hueco con Android. Y ahora Microsoft presenta su verdadera apuesta, Windows Phone, para hacerse con su lugar en el mercado de los móviles.
El sistema operativo más utilizado en el mundo, Windows, no quiere perder terreno en un mercado cada vez más importante, el de la movilidad, y por eso ha lanzado una nueva línea de terminales de última generación dotados con uno de sus grandes productos, su navegador, en versión móvil (Internet Explorer Mobile).
De aquí a final de año Windows Phone estará en más de 20 países, con 30 modelos distintos, de estilos diferentes y precios que van de unos 40 a más de 600 euros. Con esta amplia variedad de terminales, Microsoft pretende asegurarse que tendrá entre sus consumidores a personas con todo tipo de rentas.
Windows Phone se enmarca dentro de la filosofía de Microsoft de “convergencia de las tres plataformas”, según Juan Carlos Fernández, director general de la compañía. “Nosotros escuchamos a los consumidores para conocer sus necesidades y en función de esa información desarrollamos nuestros productos”.
Una de las grandes ventajas que presentan estos terminales es su facilidad de uso para las personas que ya utilizan el sistema operativo Windows. Además, todos los mensajes, emails, vídeos, fotos… se almacenan en un servicio gratuito llamado My Phone.
Los primeros terminales de Windows Phone llegan asociados a Vodafone pero, según Fernández, en un futuro se llegará a acuerdos con otras operadoras.