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Vivimos un milagro cada mes porque no entendemos casi nada

Los milagros no existen. Solo son fenómenos que revelan la incapacidad del cerebro de operar con grandes números. En una muestra lo suficientemente grande, cualquier cosa extraordinaria probablemente ocurrirá. Según la Ley de Littlewood, vivimos un milagro a razón de uno por mes.

La ley de Littlewood fue formulada por el profesor de la Universidad de Cambridge, John Edensor Littlewood, y publicada en A Mathematician’s Miscellany en 1986. Asume que si una persona percibe un evento por segundo y permanece en vigilia ocho horas, asiste a 28.800 eventos diarios; 1.008.000 de eventos al mes. La mayoría serán ordinarios, pero son tantos que, estadísticamente, al menos habrá un evento extraordinario cada millón de eventos. Es decir: uno al mes.

MILAGROS COTIDIANOS 

Un milagro solo es una medida de nuestra ignorancia. Es algo que no entendemos. Y desafortunadamente, hay demasiadas cosas que aún no podemos explicar. Seguramente hay más de una cosa al mes. Incluso hay cosas que quizá existen y hemos asumido erróneamente que no lo hacen. Como Santa Claus. O los gnomos. O que vivimos en Matrix.

Por esa razón, cuando se afirma científicamente que algo no existe, no se está sugiriendo implícitamente que disponemos de una seguridad total. Ni de que entendamos todo el universo. ¿Cómo vamos a entenderlo si se producen milagros cada mes? Cuando decimos «no existe», en realidad afirmamos que es una hipótesis actualmente irrelevante y tenemos explicaciones mejores sin tropezar en el dios de los vacíos. ¿Existe Santa Claus? No.

Tampoco el efecto placebo es tan milagroso como lo pintan. Muchas veces, parece que nos curamos de una enfermedad sin necesidad de tomar el medicamento prescrito: basta con creer que lo estamos haciendo, con tener fe, con ser optimista. De hecho, normalmente el efecto placebo como tal no es lo que estamos viendo, sino otro conjunto de cosas. Como una fluctuación de los síntomas, una regresión a la media, un tratamiento adicional, un  cambio condicional de tratamiento con placebo, un sesgo de escala, unas variables de respuesta irrelevantes, unas respuestas de cortesía, una subordinación experimental, unas respuestas condicionadas, un juicio neurótico o psicótico, unos fenómenos psicosomáticos, una cita errónea, etc.

Todas las enfermedades tienen una llamada historia natural, o como lo expresaba irónicamente Voltaire, «el arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la dolencia»

Por supuesto, todos somos humanos. Todos tenemos experiencias. Todos tenemos sesgos. Todos nos equivocamos. No es la intención de este texto enjuiciar eso, sino describir mejor la realidad. Cuando cometes un error, lo juzgo por lo que veo. Es rápido y fácil. Cuando yo cometo un error, hay un monólogo largo y persuasivo en mi cabeza que agrega contexto y justifica el error. Todo el mundo es así. Por eso, con suficiente información, todo comportamiento tiene sentido. También todo error y acierto.

NADA EXISTE COMO CREES QUE EXISTE

No importa lo que estés haciendo ahora mismo. El aire que te rodea está lleno de átomos en suspensión, formados en el núcleo de estrellas ya muertas, que se deslizan por la curva espaciotemporal de la Tierra. También hay átomos formándote. Todos se desintegran y transmiten radiactividad. Bajo tus pies está el suelo, cuyos electrones se niegan a dejar pasar los que te forman a ti, lo cual te permite mantenerte en pie, caminar… y no traspasar los enormes huecos de vacío que hay en toda la materia.

El mundo ya es lo suficientemente extraño, incomprensible, caótico y hermoso para adornarlo con mitos. Con afirmaciones fantasiosas. Ahora mismo estás flotando sobre el suelo. No puedes tocar nada realmente. Toda la materia que contemplas, a pesar de su aparente solidez, está casi totalmente vacía.

De igual modo, todo lo que decides hacer no lo decides tú. Lo determinan descargas neuroquímicas que han sido estimuladas por inputs entrantes. Como la dopamina. La fuente de tu motivación. Una motivación que permite a tus genes continuar sobreviviendo.

El amor existe porque tus genes necesitan intercambiar código con otra persona a fin de no extinguirse en tu cuerpo finito. También las interacciones sociales, de cualquier tipo, está sujetas a tres niveles inconscientes pero relevantes para nuestra supervivencia:

  • Selección por parentesco: preferimos ayudar a nuestros parientes.
  • Reciprocidad directa: yo te ayudo y luego tú me ayudas a mí.
  • Reciprocidad indirecta: hago una buena acción para que todo el mundo la vea y, así, mejoro mi reputación.

Naturalmente, no son compartimentos estancos. Todo nuestro comportamiento moral surge de una mezcla de estas tres formas de cooperación.

También el contexto resulta crucial. Como pone de manifiesto el ya clásico experimento filosófico del dilema del tranvía: ¿accionarías una palanca que desvía un tranvía que está a punto de atropellar a cinco personas a otra vía donde solo hay una persona?

  • Un consecuencialista accionaría la palanca.
  • Un deontológico no, porque igualmente mataría a un ser humano.

La mayoría de la gente es consecuencialista.

Sin embargo, si en vez de tirar de una palanca hay que empujar a una persona a la vía para que detenga el tren, entonces la mayoría de la gente es deontológica.

En otras palabras: dependiendo del contexto, nuestras intuiciones morales cambian. Así que nuestras intuiciones, al menos en estos casos, no dependen tanto de los principios morales como de la psicología. Del diseño de nuestro cerebro. De los niveles neuroquímicos. De los genes. Todo un concierto biológico que toca unas notas u otras en función de los inputs entrantes del contexto.

Esto lo explicaba también de otro modo el premio Nobel Daniel Kahneman en Pensar rápido, pensar despacio. Tenemos dos sistemas para pensar, uno rápido influido por las emociones y otro más sosegado influido por la reflexión. Cuando tenemos que accionar una palanca, simplemente usamos el cálculo racional coste/beneficio. Pero matar con nuestras propias manos a alguien activa más la parte emocional y sentimos repulsión.

Dicho sintéticamente: cuanta mayor sea la implicación emocional en un tema moral, más tenderá a ser uno deontológico. Y cuanta menos, más tenderá a ser consecuencialista.

De hecho, cada vez hay una evidencia más robusta que sugiere que las personas muy utilitaristas, que calculan perfectamente cómo hacer el mayor bien posible, los que escogen mayormente la versión del tranvía de empujar a la persona a la vía, tienen puntuaciones más altas en psicopatía y maquiavelismo. Es decir, que cometer menos errores o deslices o incoherencias morales, irónicamente, es propio de personas que tienen características psicológicas que muchos consideramos típicamente inmorales. Así de embrollado es el comportamiento humano. Un milagro darwiniano al que sumar a los milagros mensuales de Littlewood.

SURFEAR LA INCERTIDUMBRE

En los travesaños de la biblioteca de Montaigne había inscritas unas 70 citas de los clásicos, todas las cuales destacaban la vanidad de la vida humana y de las aspiraciones al conocimiento. También hizo acuñar una medalla que tenía inscritas las palabras «Que sçay-je?» (¿Qué sé yo?) sobre la imagen de un par de balanzas. Las balanzas no representaban la justicia porque vacilaban. Representaban la incertidumbre.

Habida cuenta de que somos testigos de innumerables milagros (lo que evidencia nuestro escaso conocimiento del mundo), de que nuestros sentidos apenas registran modelos simplificados de la realidad, de que nuestro comportamiento y nuestras decisiones son fruto de combinatorias neuroquímicas y contextuales…; en definitiva, si asumimos que apenas entendemos nada y que nuestras opiniones más sólidas nacen del prejuicio y el atajo, con ese espíritu que vindicaba Montaigne es como deberíamos enfrentarnos a las siguientes dicotomías (a la vez que desconfiamos de quienes las tienen demasiado claras y no basculan según las circunstancias):

  • Proaborto – antiaborto.
  • Unidad – interdependencia.
  • Libertad – igualdad.
  • Centralismo – descentralismo.
  • Estatismo –minarquismo.
  • Cultura libre – patentes.
  • Utilitarismo – deontología.
  • Democracia – epistocracia.
  • Sanidad pública – sanidad privada.
  • Realidad – virtualidad.
  • Orden – caos.
  • Privacidad – transparencia.
  • Hedonismo – pragmatismo.
  • Sobreprotección – desprotección.
  • Emoción –razón.

Por Sergio Parra

❶ Divulgador y editor de divulgación científica en Xataka Ciencia, Muy Interesante, Next Door, Naukas, Escapada Rural, Jot Down, Quo, Conec o Mètode.

❷ También ha colaborado en proyectos de empresa como El Instituto de la Felicidad (Coca-Cola), Coca-Cola Journey, Blog de Lenovo (Lenovo), Strambotic (Público), Tecnoxplora (Atresmedia) o Muy saludable (Sanitas), así como en la edición de libros y manuales para Editorial Planeta, RBA Coleccionables, Montena y Martínez Roca.

❸ Crítico cultural en Papel en Blanco y El Hispanoamericano.

❹ Habla de viajes en Diario del viajero.

LIBROS PUBLICADOS

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA

■ Biografía del científico victoriano Michael Faraday Ciencia de alta tensión (RBA, 2013), traducido al francés, al italiano y al ruso.

El elemento del que solo hay un gramo. Y otras historias de física, química y sustancias asombrosas (Guadalmazán, 2015). A propósito de él, le entrevista Carlos Herrera (Herrera en la Cope).

Cultiva tu memesfera. Somos lo que nos rodea (Arcopress, 2015). Entrevista en La Contra de La Vanguardia por Ima Sanchís.

La inteligencia artificial. El camino hacia la ultrainteligencia (National Geographic, 2017), traducido al italiano y al francés. (Coautoría con Marc Torrens).

■ Trilogía de libros ilustrados juveniles Las chicas son guerreras (Montena, 2016), Las chicas son de ciencias (Montena, 2018) y Las chicas van donde quieren (Montena, 2019). Traducidos al italiano, al turco y al rumano.

Eso no estaba en mi libro de Historia Natural (Guadalmazán, 2017).

Cómo cambiar el mundo antes de los 30 (Next Door Publishers, 2018). Entrevista en NTN24 por Luis Quevedo.

¡Mecagüen! Palabrotas, insultos y blasfemias (Larousse, 2019). Entrevista en Hoy por Hoy y en Está Pasando (Telemadrid) por Inés Ballester.

Eso no estaba en mi libro de genética (Guadalmazán, 2020).

LITERATURA DE VIAJES

300 lugares de verdad que parecen de mentira (Martínez Roca, 2013). Entrevista en La Contra de La Vanguardia, por Víctor Amela.

Ciclistas de sofá (Xplora, 2014)

NOVELA

La granja de Dios: Publicado en Cd-Rom Pc-Actual (2001). Premio de Literatura de Pc-Actual 2001 y  seleccionado para la oferta de libros PDF de Microsoft Reader.

Frío (Septem Ediciones, 2005). Premio Ategua Castro del Río de Novela 2003.
What hath God wrought. Finalista Premio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) de Ciencia Ficción 1999.
Las gafas de Platón: Primera novela-podcast en castellano (2005).

BITIS tm (Mundo Imaginario, 2006). Premio Libro Andrómeda 2005. (Se completa el volumen con la novela corta Empatía)

Jitanjáfora(AJEC, 2006).

La moleskine (Nostromo, 2006). Premio V Certamen Nacional de Narrativa Caja Castilla la Mancha “Valentín García Yebra” 2005

Tanatomanía (Espiral CF , 2007).

Capítulo fundacional de la novela colaborativa Yo, dragón, auspiciada por Koch Media y Soopbook para el videojuego Dinivity II: Ego Draconis (2009).
Venus decapitada (Viaje a Bizancio Ediciones, 2010).
Jitanjáfora: Desencanto (AJEC, 2011).

➽ Redacción de novelas de youtubers como ElRubius (Escuela de Gamers, Gamedonia y Real Hero), Experimentos Caseros (Maytalia y los inventores, Maytalia y el espacio, Maytalia y el cuerpo humano), Grefg (Rescate en White Angel), ByViruzz (El despertar de la bestia, La gran alianza), AlphaSniper97 (Atrapados en Box Odissey).

Ha recibido algunos galardones y reconocimientos, entre los que destacan el XVI Certamen Literatura Ategua (Novela) con Frío (Septem, 2005), el V Certamen Nacional de Narrativa Caja Castilla La Mancha “Valentín García Yebra” con La moleskine (Nostrum, 2006) o la mención en los Premios Ignotus con Jitanjáfora (AJEC, 2006).

ANTOLOGÍAS DE CUENTOS

Más allá de…: cuento incluido en la antología Artifex Segunda Época número 3 (2000). Finalista en el Certamen Domingo Santos de Relato Corto.
El animal: cuento incluido en la antología El Fungible (2001) Finalista en el certamen de cuentos El fungible.
El demiurgo desnudo: cuento incluido en la antología de relatos fantásticos del Ayuntamiento de Noviercas (2001). Finalista en el certamen de relatos fantásticos del Ayuntamiento de Noviercas.
Juan Hitlerfranco busca a Dios: cuento incluido en la antología española de fantasía y ciencia ficción Visiones 2002.

El bigote de Venus: cuento incluido en la antología del II Concurso de la Asociación Juvenil “el Rural” Oria-Almería (2006).
¿Quieres ampliarme?: Publicado en la antología Artifex Tercera Época nº 4, Editorial Bibliópolis (2006). Finalista Certamen Relato Corto Domingo Santos 2001
Aduya: Publicado en antología Fabricantes de Sueños 2008 (2009). Finalista de los Premios Ignotus de la AEFCF en categoría relato (2008).

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