Si el papel de aluminio que envuelve el bocadillo acaba hecho un gurruño para hacer de improvisada pelota en el recreo, raro es el niño que nada más acabar el Mini Babybel no aprovecha la cera que cubre el queso para fabricarse una canica o esculpir alguna figura.
Su envoltura roja es casi tan popular como el propio queso. En internet no es difícil encontrar tutoriales con ideas de manualidades a partir de este maleable material. Y no solo para trabajos escolares; muchos mayores se han aficionado y especializado en fabricar velas caseras a partir de estas cortezas de cera.
Roberto Carrascosa y Victoria Aroca van un poco más allá y reutilizan la cera de los Mini Babybel para crear sus joyas. La colección Jaç de su firma Roberto&Victoria ha sido creada bajo esa premisa.
El uso de este material reciclado es el primer punto del manifiesto de esta colección, formada por colgantes, anillos, pendientes y broches.
Según Victoria Aroca, la manipulación de la cera es básica para un joyero: «Es algo casi primario. Utilizarla para crear una nueva colección no se nos hubiera ocurrido si no tuviera un sentido más allá del propio modelado. La elección de reciclar la cera que recubre el queso Mini Babybel ha sido el principio de un trabajo intuitivo que convierte el azar en un factor creativo».
La manera con la que los joyeros «juegan» con el material para dar forma a las futuras piezas, dice, «es intuitiva y lúdica». «Por azar surgen formas que nos resultan interesantes, las tomamos, y las desarrollamos hasta conseguir un trabajo convincente y unas piezas que son las que acabamos fundiendo».
La periodista reconvertida en joyera resume así el siguiente paso: «Una vez que la cera está modelada, se funde en metal por el proceso de la cera perdida. Este es un procedimiento clásico que realiza un especialista en fundición (es el mismo que se utiliza para fundir esculturas de bronce, por ejemplo)».
Algunas de estas piezas serán únicas. De otras se harán series. «La sencillez de la propuesta ofrece una gran libertad».
Libertad que se extiende más allá de la propia firma. «Las joyas Jaç se rigen por un código abierto. Cualquiera puede crear las suyas propias. Este proceso admite trabajar a medida».