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Miudo: La revista más pequeña del mundo

«Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas». (Alejandro Dumas)

Todo lo que nos rodea tiende a la inmensidad. A la enormidad. Al gigantismo. Enormes edificios, larguísimas listas de amigos en Facebook, altísima velocidad… Buscamos lo grande, no sabemos conformarnos con menos.
Pero entre toda esa inmensa maraña de cifras, relaciones y publicaciones hay cosas pequeñas, de esas en las que apenas reparamos cuando paseamos la mirada entre tanta enormidad, que nos vienen a recordar que somos moléculas diminutas en la infinitud del cosmos.
Eso es Miudo (también en Twitter e Instagram). «Un laboratorio, un proyecto en el que experimentar, probar y descubrir», tal y como explica Anxo López, su fundador. «Miudo» es una palabra gallega que significa «pequeño». Y ese es su punto de partida.

«Lo pequeño es el origen de todo. En un mundo hiperconectado y lleno de posibilidades, nos hemos olvidado de lo esencial; de dónde venimos», filosofa López. Y es ese amor por lo diminuto, por el individuo frente a la aplastante presencia de la colectividad, lo que le ha llevado a él y a sus compañeras de proyecto, Verónica Bello y Dorothy Silva, a editar la revista más pequeña del mundo. Tan pequeña que solo tiene una página. «Esto es lo que la hace fiel a su nombre y a la filosofía de trabajo que seguimos», explica Anxo.
Anxo López, diseñador de profesión, encontró en este proyecto el lugar para testar y llevar a la práctica sus aprendizajes sobre las posibilidades que el diseño ofrece cuando se convierte en el centro de un proyecto. Desde su nacimiento en 2010 bajo el lema «Small is the new big», Miudo ha pasado por diferentes etapas y actividades hasta llegar a esta última. En este viaje acompañan a López Verónica Bello, arquitecta, y Dorothy Silva, investigadora. Los tres trabajan para la consultora internacional Designit, en la que se dedican a diseñar experiencias para grandes marcas a través de productos y servicios. Dentro del proyecto de Miudo, aunque todos hacen un poco de todo, Bello y López se encargan de la parte creativa y Silva, de que todo tenga sentido de cara a los futuros lectores.

La publicación que están a punto de lanzar constará de un solo texto y una foto que lo acompañará. Tienen previsto editar 4 números al año que se publicarán al inicio de cada estación. Cada año se centrarán en un único tema. El primer número estará dedicado al mar. En torno a él, la revista contará con un relato sobre una experiencia personal sobre el tema correspondiente y una fotografía.
No quieren desvelar aún quiénes serán los escritores y fotógrafos que aportarán sus textos y fotos para la revista. «A nosotros nos gusta pensar en la publicación como un conjunto y no como una suma de fotógrafos y autores», confiesa el fundador del proyecto. «Los habrá conocidos y los habrá más desconocidos. Nosotros ponemos el foco en crear un conjunto y en reunir a un colectivo que posiblemente de otra forma no lo haría». Pero nos adelantan dos nombres: Mar Abad, redactora jefe de Yorokobu, y Lucía Fernández Muñiz, fotógrafa.
La tirada será de 250 ejemplares por número, todos numerados a mano, y tendrán un precio de 4€ la unidad. «La publicación es una manera asequible de conseguir una edición inédita de fotografías de reconocidos autores y autoras, de las que solo hay 250 copias», aclara Anxo López.

Pero ¿por qué ese empeño en hacer una revista tan pequeña? Anxo lo tiene claro: «En un entorno sobrecargado de información, donde ya no tenemos tiempo para detenernos en los detalles, pensamos que hacer una revista con un solo artículo y una sola fotografía te permitía un montón de cosas que con una publicación tradicional ya no podías disfrutar; como por ejemplo, la experiencia de leer el contenido íntegro en un momento, al subir las escaleras, de camino al autobús, mientras te tomas el café».
La vida de la publicación, según su fundador, se prolonga más allá de la lectura ya que una vez leída puede disfrutarse de la fotografía convirtiéndola en un objeto de decoración.
Para financiar el proyecto, lanzaron una campaña de crowfunding en Verkami. A día de hoy, ya han conseguido el objetivo de 2.500€ que se habían fijado para empezar con la producción. La distribución de la revista se hará por correo postal un poco antes del inicio de cada estación. El primer número llegará a los buzones de los suscriptores la primera semana del 23 de septiembre para dar así la bienvenida al otoño.

Mientras llega ese momento, la inmensidad, la enormidad nos siguen rodeando. Bienvenido sea lo diminuto. Porque como el propio Anxo cuenta, «el átomo es el origen de todo y como no lo podemos ver, nos olvidamos de que existe, de que lo compone todo».

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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