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Arreglados pero cómodos: la nueva forma de vestir para un modelo híbrido de trabajo

Nos cuesta recordarlo, pero hubo un año (el 2020) en el que muchas personas trabajaron desde casa en pijama y zapatillas. O que, si se vestían, era de cintura para arriba, lo necesario para dar imagen de trabajador serio en un Zoom de empresa.

Acabado el confinamiento y lo más duro de la pandemia, ha tocado regresar a la oficina y reservar el pijama y las zapatillas para su función original. ¿Pero ha cambiado la forma en la que nos vestimos para ir a trabajar y el trabajo en sí?

Esta pregunta se la hizo el grupo IWG, proveedor mundial de espacios de trabajo flexible y coworkings con marcas como Spaces. Y encargó un estudio que analizara ese posible cambio de hábitos entre los trabajadores tras la pandemia. Los resultados apuntan a que estos empleados de oficina desean volver a vestirse para trabajar con ropa más elegante, algo que les aporta mayor seguridad, pero sin sacrificar la comodidad.

DEL TRABAJO EN OFICINA AL MODELO HÍBRIDO

Muchos de los cambios que se dejan ver a raíz de los resultados del estudio tienen mucho que ver con los espacios donde se trabaja. Si la pandemia estuvo marcada por el teletrabajo, ahora la vuelta a la oficina se combina con un cambio de modelo que va creciendo: el trabajo híbrido, es decir, ese que combinar ir a trabajar unos días a la oficina, otros días en casa y otros, en un coworking.

Philippe Jimenez

IWG ha observado un aumento significativo de la demanda de espacios de oficina tanto suburbanos (32%) como rurales (20%), ya que las empresas comienzan a operar con un modelo hub and spoke. Este enfoque significa que los empleados dividen su tiempo entre el hogar, una oficina local y ocasionalmente en una sede corporativa.

Así lo corrobora Philippe Jimenez, country manager de IWG en España y vicepresidente comercial para Europa del Sur, Benelux y Reino Unido. «En los últimos dos años, la transición hacia el trabajo híbrido se ha acelerado, por lo que tanto pequeñas y medianas empresas, así como también grandes multinacionales, se han ido uniendo a este modelo. Entre ellas, se encuentran grandes compañías como los conglomerados de telecomunicaciones NTT y Cisco, o como el banco Standard Chartered, que han elegido nuestros centros de coworking para implantar el sistema laboral flexible».

Según Jimenez, no hay un único perfil de empresario que opta por elegir lugares como Spaces para trabajar. «Los empresarios que optan por nuestros espacios pertenecen a todo tipo de sectores, desde firmas de abogados, arquitectos, informáticos, profesionales de la alimentación y sector de las telecomunicaciones, entre otros. En Spaces promovemos una comunidad dinámica de trabajadores, que disfrutan de la flexibilidad y los beneficios de este formato laboral para conciliar su vida personal y profesional».

Y ese modelo híbrido, opina el country manager de IWG en España, ofrece una serie de beneficios que el trabajo de oficina tradicional no contemplaba. «En general, la mayoría de nuestros clientes trabajan en el modelo híbrido, lo que les permite encontrar un balance ideal entre su vida personal y profesional. Esto se debe a los múltiples beneficios que ofrece el trabajo flexible, que es cada vez más popular y ofrece a los empleados la posibilidad de trabajar entre un espacio de un espacio de coworking, su casa y la sede corporativa de la empresa».

Una investigación realizada por IWG entre los líderes empresariales del FTSE 100 y el FTSE 250, llevada a cabo a principios de este año, reveló que el número de empresas que desean utilizar un modelo de oficina híbrido es tres veces mayor que el de las que pretenden continuar de la misma manera que antes de la pandemia. Sin embargo, a pesar de este claro cambio hacia prácticas más flexibles, la oficina va a desempeñar un papel clave en la vida laboral posterior a la pandemia. Los datos de acceso al Wi-Fi de IWG muestran que las visitas a la oficina en sus centros han aumentado un 58% desde principios de enero.

PRODUCTIVIDAD Y CREATIVIDAD

Este nuevo modelo de trabajo híbrido que parece que se va implantando tras el covid afecta también a la manera en la que los trabajadores se plantean qué ropa ponerse para ir a la oficina y cómo les hace sentir vestirse para trabajar.

El 55% de los encuestados afirman trabajar mejor cuando tienen la libertad de vestirse como quieren, y el 40% asegura ser más creativo cuando se le permite elegir su vestimenta. Esto es algo que parecen tener más claro la generación milenial y la Z, mucho más conscientes que otras sobre la importancia de expresarse en el trabajo a través de la ropa.

Tanto es así, que el 51% de los jóvenes de entre 18 y 24 años asegura que la ropa que visten refleja su personalidad. Y el 51% de los trabajadores de entre 25 y 34 años confirma que su atuendo de trabajo está relacionado con su creatividad.

LA MODA CAMBIA, LA FORMA DE VESTIRSE PARA TRABAJAR TAMBIÉN

Aunque es cierto que en buena parte de la población que trabaja en oficinas tenía ganas de volver a vestirse de manera más elegante para trabajar, también es verdad que cuesta renunciar a la comodidad que suponía poder utilizar prendas más informales al trabajar desde casa.

«Los espacios de trabajo de Spaces siempre han sido un lugar que prioriza la flexibilidad de los profesionales en todos los sentidos, desde la posibilidad de trabajar en cientos de ubicaciones en todo el mundo, hasta la forma de vestir», explica Philippe Jimenez.

Normal que cuando ha tocado regresar a la oficina se haya tendido a mantener esa comodidad en la medida de lo posible. «Tras la pandemia, notamos que los que visitaban los centros lo hacían de forma mucho más cómoda, dependiendo de sus sectores de trabajo y la actividad del día, y abrían paso a ropa más holgada y confortable», corrobora Jimenez.

Así parece indicarlo uno de los datos que arroja el estudio de IWG: el 64% de los trabajadores opta por ropa cómoda en lugar de la vestimenta formal. Además, más de la mitad de los encuestados (el 50%) afirma que los días de vestimenta formal en los negocios se han acabado. Y el 39% cree que se verá mejor llevar ropa menos formal en la oficina; la razón: la implantación del trabajo híbrido.

No obstante, esta tendencia va por barrios; o mejor dicho, por edades: el 64% están de acuerdo en que visten así según su edad y el 32% se siente mejor consigo mismo cuando lleva ropa más elegante.

COLECCIÓN IGW X GILES

En función de todos los datos obtenidos con el estudio, IGW encargó al diseñador británico Giles Deacon una colección capsula de moda para ir a trabajar a una oficina. «Creó la colección teniendo en cuenta los constantes hábitos de los trabajadores, es por ello que las prendas de Deacon fusionan la ropa cómoda, que la gente usaba mientras trabajaba desde casa, con el outfit corporativo que normalmente se espera en la oficina», aclara Philippe Jimenez. «Asimismo, el diseño parte de investigaciones que realizaron a los consumidores, los cuales confirman que para ir a la oficina prefieren optar por ropa que les ayude a sentirse seguros y cómodos».

Las prendas diseñadas por Deacon se basan en tres looks distintos: uno masculino, otro femenino y un tercero no binario, inspirándose en las visitas a centros Spaces de Liverpool. El diseñador británico ha optado por tejidos orgánicos y paletas de colores que van más allá de los tradicionales blanco y negro de los trajes de oficina. «Todos los colores y tejidos se han seleccionado para que el usuario se sienta feliz, tranquilo, confiado y decidido allá donde trabaje», afirmaba el diseñador.

«La colección IWG X GILES se lanzó en un momento en el que los empresarios y los trabajadores eran cada vez más conscientes de los múltiples beneficios del trabajo híbrido para las personas, la economía de la compañía y para el planeta. La filosofía de la firma Spaces busca ofrecer espacios que inspiren a los profesionales y fomenten su bienestar, con un diseño original que promueve la creatividad, la productividad y el networking», concluye el country manager de Spaces.

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