Categorías
Creatividad

Monigotes con carácter


Daan Botlek es un artista holandés que siempre utiliza la figura humana como tema central de su trabajo. Cuando tiene que lidiar con otro tipo de figura, la humaniza. La mayor parte de su obra es dibujo y aunque ha pintado grandes murales y paredes, dice que todo es dibujo a una escala más grande.
Al principio el estilo de Daan era más elaborado pero prefirió darle más peso a las ideas dando al concepto un mayor protagonismo. “Me gustaría pensar que algún día la gente reconocerá mi trabajo por las ideas y el humor y no por el estilo o la técnica”, comenta.
Además, compagina su vocación con otros trabajos comerciales. “Al principio fue difícil expresar mi estilo minimalista. Los que me contrataban tenían miedo de que se viese raro, pero con el tiempo he ido demostrando que con pequeñas modificaciones se puede conseguir lo que se quiere. Suelo hacer trabajos muy conceptuales y eso me encanta. Es como un puzzle, hay que sumergirse en una materia complicada y traducirla en una imagen muy sencilla, es muy valioso a muchos niveles”, explica el holandés.
Botlek nació a las afueras de Rotterdam, entre una zona costera muy industrializada y un vasto pólder. De pequeño le encantaba ir sin rumbo con su bicicleta. Perderse y descubrir el camino a casa era como un juego para él .“Como sigo haciendo ahora con mi arte. Salir de la zona de confort, ir por rutas interesantes pero a la vez desconocidas, intentar entender el lugar en el que te encuentras y cuando consigues conocerlo, puedes hacer lo que quieras”.

 
Daan reconoce que no fue buen estudiante. En el colegio, aunque fue donde aprendió a dibujar, se sentía encerrado y nunca entendió por qué tenía que cumplir esa sentencia. Sus libros y cuadernos los tenía abarrotados de dibujos sarcásticos y tiras cómicas. Muy parecido a lo que lleva haciendo los últimos cinco años.
Después estudió arte. Pero al principio le denegaron la entrada. “Probablemente porque solo tenía para enseñar dibujitos en los libros de texto”, argumenta. Luego empezó arquitectura, pero no funcionó. Lo intentó con programación informática, pero tampoco, y después pasó algunos años en la escuela de diseño gráfico, pero seguía sin encontrar su lugar. En ese momento, se dio cuenta que lo que le llenaba era dibujar. Trabajó en un portfolio y entró a la academia de ilustración Willem de Kooning en su ciudad natal.
De pequeño le influyeron las cosas típicas de los 80, La Pandilla Basura, los Lego, los Transformers, El Inspector Gadget… En los 90 se interesó por el cómic, los dibujos de Ren y Stimpy, la cultura del patín y la electrónica de Aphex Twin. La música del artista británico, supuso una fuerte influencia en sus creaciones y trató de trasladar las ideas musicales a sus ilustraciones. Posteriormente, en la escuela,  se convirtió en un nuevo héroe.
Botlek ha estado trabajando en su nueva web, y ahora, está pintando una pared en Bangkok. En los próximos meses hará exposiciones en Holanda, Inglaterra y Alemania, y tiene varios proyectos de ilustración que están por llegar. “En un futuro próximo quiero hacer más trabajo en 3 dimensiones y darle más importancia a la creación de tramas”, apuntilla. Estaremos atentos.












Por Eduardo Vea

Edu Vea, redactor creativo hiperactivo. Puedes hablar con él en Twitter bajo el nick @noselanariz y ver su trabajo en Behance

Salir de la versión móvil