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¿Móviles que se reparan solos?

En el mundo que imaginamos para el futuro, ese para el que Isaac Asimov redactó las 3 Leyes Fundamentales de la Robótica, el ideal es que, además, las máquinas puedan repararse sin la ayuda de ningún humano. Malas noticias para los técnicos, buenas para los vertederos de basura electrónica. Un grupo de ingenieros de la Universidad de Illinois ha creado circuitos para teléfonos móviles que se ‘curan’ a sí mismos.

El precio que hay que pagar por tener dispositivos móviles con más funciones en un tamaño tan diminuto pasa por reducir la fiabilidad de los componentes que lo integran. Así lo explican Scott White y Nancy Sottos, los profesores que han presentado la nueva tecnología. Achacan esta reducción del ciclo de vida a que la densidad de chips que existe en el interior de los dispositivos crea problemas por fluctuación de temperaturas que provocan la rotura de los circuitos.

La solución que proponen los ingenieros «simplifica el sistema,» como explica Jeffrey Moore, co-autor del informe. «En lugar de construir en redundancias o fabricar un sistema de diagnóstico, el material está diseñado para ocuparse del problema por sí mismo».

La historia comenzó con una investigación anterior del equipo de científicos de la universidad. En ese trabajo consiguieron dar con un polímero cuyas características se han adaptado al proyecto de los circuitos móviles de una manera casi natural. «Todo lo que se había hecho antes iba encaminado a la reparación estructural. Este polímero restaura la conductividad», explica White.

El equipo utilizó microcápsulas sobre un circuito de oro. Cuando el circuito se rompía, las microcápsulas liberaban el metal líquido, que era el encargado de reparar el circuito dañado y de restaurar la corriente eléctrica. Los investigadores han comprobado con sus experimentos que el 90% de los circuitos probados recuperaron el 99% de su conductividad.

La técnica, que ha comenzado a experimentarse en circuitería para tecnología móvil, tiene multitud de aplicaciones potenciales. Al ser un sistema autónomo, es más que adecuado para reparar averías en lugares cuya localización se desconoce. «»En un avión militar, especialmente los especializados en defensa, hay miles de metros de cable conductor», resalta Sottos. «No sabes dónde se produce la rotura. Esta tecnología sí lo sabe».

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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