Alicia sentiría que ha vuelto a atravesar el espejo y ha llegado de nuevo al país de las maravillas si pudiera contemplar estas ilustraciones del holandés Nick Liefhebber. Lejos de atemorizar, la oscuridad de esta cueva se llena de luz con la aparición de unos hongos luminosos y psicodélicos.
«Intento restringirme en el color y usar uno principal que comunique el tema o la atmósfera de la ilustración», explica Liefhebber. «No tiene que ser realista en absoluto. Mi idea en esta pieza era crear una oscura pero también fresca y vibrante cueva llena de hongos. Una paleta púrpura y roja encajaba bien; la luz natural también tiende a volverse más azul y púrpura al final del día. Me gusta añadir puntos de contraste y detalles para hacer la imagen más vibrante. En este trabajo añadí algunos toques blancos y rosas que se utilizan para las luces».
La naturaleza es el gran tema en la obra de Nick Liefhebber y también está presente en este trabajo. En especial, ese crecimiento dinámico que muestra. «Me gusta la diversidad; que incluso dentro de un mismo tipo de plantas o flores haya muchos detalles únicos. Además, me interesa dibujar edificios y símbolos humanos que la naturaleza ha ido superando, como si le quitara espacio a la humanidad; como en los edificios y pueblos abandonados», añade.
«Esta interacción y equilibrio es interesante para mí. La naturaleza ha sido una inspiración para los artistas prehistóricos hasta los maestros modernos, y estos artistas también lo son para mí. Creo que porque la naturaleza siempre está ahí y es una parte importante de nuestras vidas: puede ser peligrosa, puede ser relajante, proporciona alimentos y recursos… Supongo que por eso es una fuente de inspiración sin fin».
