¿Quién no ha oído hablar de Bola de Dragón? La serie original de Akira Toriyama se ha convertido en una de las marcas más reconocidas del planeta. En viñetas, en televisión o en forma de merchandising, el legado de Bola de Dragón se ha ido adaptando a los tiempos y tendencias de un público que no ha dejado de crecer.
Pero la realidad no deja de ser que el manga de Dragon Ball terminó de publicarse en 1995. La adaptación animada, en 1997. Como resultado, tres series de televisión: Dragon Ball, Dragon Ball Z y Dragon Ball GT. Las dos primeras, conectadas; la tercera, no tanto. Desde entonces, las aventuras de Goku y compañía pasaron a ocupar otro tipo de formatos: figuras, juegos de cartas y un buen puñado de videojuegos.
En 2009, Toei Animation movió ficha. Estrenaba Dragon Ball Z Kai, una versión remasterizada y editada de Dragon Ball Z, la serie más larga y popular de la franquicia. Comenzaba así un movimiento comercial del estudio japonés encaminado a algo mucho más grande: traer de vuelta Dragon Ball, recuperar el curso de la serie que había encandilado a millones de personas.
Mientras las distintas sagas de Dragon Ball Z Kai se sucedían, en Japón trabajaban en el siguiente paso: Dragon Ball Z: La batalla de los dioses. La película, estrenada en 2013, venía a dar continuidad a la serie original en forma de largometraje. Dos años más tarde, en abril de 2015, terminaba Kai y se estrenaba en cines Dragon Ball Z: La Resurrección de F. Secuela de La batalla de los dioses y, por ende, continuación de la serie.
El resultado de todo esto se llama Dragon Ball Super, la serie que recoge el testigo de Dragon Ball Z 18 años después y la resucita a todos sus efectos. Estrenada solo unos meses después de la segunda película, Super vino a culminar una cadena de movimientos por parte de Toei Animation que hoy cobran todo el sentido.
Masatoshi Chioka ya había trabajado en el storyboard de Dragon Ball Z: La batalla de los dioses. «Como ya conocía un poco el mundo de Dragon Ball, Toei confió en mí para seguir adelante con la serie», cuenta Chioka. El japonés, director de la primera saga de Dragon Ball Super, visitó España durante el pasado Salón del Manga de Barcelona junto a Hiroyuki Sakurada, productor de la serie.
«Tras Dragon Ball GT, las empresas implicadas en la producción querían continuar haciendo Dragon Ball», explica Sakurada. «No ha sido posible hasta 20 años después, cuando una serie de coincidencias, empezando por Dragon Ball Kai, lo han hecho posible».
A pesar del paso de los años, en Super el espíritu de Dragon Ball no cambia. «Lo que cambia es la tecnología, los tiempos. Al final, tenemos que adaptarnos a algo que se estrenó hace 20 años», dice Chioka. Después de tanto tiempo, ¿a quién está dirigida esta serie? «La serie se creó, en un principio, para atraer a público nuevo, a nuevas generaciones de Dragon Ball. Pero nunca nos hemos olvidado del público que ya estaba ahí», responde.
Cuando se habla de producciones de este tipo, es inevitable preguntarse cuánto hay de fidelidad con respecto al proyecto original. «Toriyama tiene una idea general sobre cómo tiene que ser Dragon Ball a lo largo del tiempo. Él pone esa idea y el equipo involucrado en el proyecto piensa cómo adaptarla y mejorarla», dice Chioka sobre el proceso de creación de Dragon Ball Super. «Una vez tenemos la idea original y los diseños de Toriyama, el equipo va consultando con él algunos puntos, pero no hay un seguimiento diario», añade. El resultado son más de 100 episodios estrenados que no prevén, de momento, un final.
Dragon Ball Super en España: la prolongación de un fenómeno de masas
A nadie se le escapa la relevancia de Dragon Ball en España. Quizá sea por eso que Dragon Ball Super no ha tardado en llegar a nuestro país. La serie desembarcó a principios de año con su emisión en televisión a través del canal Boing y el primer pack de episodios ya está a la venta en tiendas, de mano de Selecta Visión.
Manu Guerrero, responsable de Selecta, cuenta cómo las películas de 2013 y 2015 trajeron de vuelta el fervor por Dragon Ball con los estrenos en cines y posteriores emisiones en televisión. «Notábamos que el resurgimiento de Dragon Ball ya estaba ahí», dice. «Después de ver la reacción de la gente y las ventas que hemos tenido con Dragon Ball Super en este Salón del Manga, nos reafirman en la idea de que Dragon Ball es imperecedero e incombustible».
Para Manu, sin embargo, el lanzamiento de Dragon Ball Super no es más que una extensión de la marca. «Dragon Ball Super ha sido una prolongación de lo que es poder comprar nuevas aventuras de Dragon Ball por los mismos fans que ya estaban comprando las antiguas», explica. Esto, principalmente, alarga la vida del producto: «Hay gente que está viendo Dragon Ball Super ahora que tirará hacia atrás y querrá ver Dragon Ball y Dragon Ball Z». La tendencia puede verse, especialmente, en las nuevas generaciones. «Tenemos una nueva legión de fans que se está creando con Super y que hará que la marca siga adelante», concluye Manu.
De forma paralela a la animación, Dragon Ball Super también se está publicando como un manga. Un nuevo cómic escrito por Akira Toriyama, pero dibujado por otro artista japonés, Toyotaro. Igual que el anime, también podemos disfrutarlo ya en España gracias a Planeta Cómic, que lo está publicando en dos ediciones: versión tomo y versión comic-book, imitando la Serie Roja de los 90.
Su editor es David Hernando, quien coincide con Manu a la hora de ver Dragon Ball Super como una extensión más de su universo. «Es verdad que hace años Dragon Ball estuvo algo de capa caída, pero cuando volvió a emitirse en televisión, cuando se anunció Kai y con el nuevo material editorial, la marca se reavivó mucho. Super parecía el paso siguiente lógico, que era continuar la historia».
La idea de lanzar la serie en formato comic-book fue algo que «planteamos desde la pura nostalgia», dice Hernando. Aunque la propuesta inicial pasaba por lanzar solo algunos números, finalmente publicarán la serie al completo también en este formato. «La nostalgia ha sido tal que gente que no vivió aquello nos dice que la ha comprado por pura curiosidad de oír contar a otros lo importante que fue esto en su día en España».
Quizá ese bum inicial tenga que ver con una marca capaz de trascender al factor del manga y el anime y que, a pesar de su indudable procedencia y características, ha sido capaz de elevarse por encima de cualquier otra serie japonesa. «Dragon Ball se empezó publicando en un formato comic-book que era el que se podía asimilar mejor para publicar manga, cuando mucha gente, yo incluido cuando era lector, ni siquiera sabía qué era el manga», comenta.
Queda claro: Dragon Ball «va más allá de todo». «Si bien Dragon Ball fue el germen sobre el que se expandió el manga, a día de hoy alcanza mucho más allá. Es como si habláramos de Spiderman, que es algo de lo que se habla más allá del cómic», apunta Hernando.
3 respuestas a «Viaje a la nostalgia: así surgió la nueva serie de ‘Bola de Dragón’»
Mi amigo Capman dice que Dragon Ball GT no es canon. Dice o no la verdad?
Dice la verdad. GT no es canon, pero le da una buena patada en la boca a Super.
La dice.