Los artesanos de toda la vida, tan vinculados a la tradición y a su comunidad local, que aprendieron el oficio de sus padres, al margen de tendencias, innovación y cambios globales, enfocados en lo funcional y utilitario… son historia.
El artesano contemporáneo no hereda técnicas familiares. En su mayoría procede de campos tan dispares como la arquitectura, la biología o la moda, y esto hace que, gracias a sus formaciones anteriores, los procesos artesanales vengan acompañados de conceptos y metodologías de diseño más complejos. Y también que las técnicas estén menos condicionadas por obstáculos técnicos tradicionalistas.
El nuevo artesano es consciente de que el mercado único ya no existe, y que esta diversidad les permite llegar a nuevos públicos. «Como cualquier disciplina, la artesanía también requiere segmentar (artesanía folclórica, suntuaria, recreativa, artística, tecnoartesanía…), lo que convierte a esta actividad en una profesión que se adapta a las necesidades de los mercados con nuevas herramientas, pero manteniendo límites frente a la industria», señala Lucas Zaragosí, socio fundador de Estudio Savage junto a Adrián Salvador.
Ambos comisariaron el pasado otoño la exposición Tiempo y Materia, organizada por la Fundació del Disseny de Valencia, cuyo objetivo fue crear un espacio de reflexión donde poder comprobar cómo la artesanía tiene un camino válido de desarrollo junto al diseño y, sobre todo, de permanencia de materiales, técnicas y procesos de elaboración.
El concepto de esta muestra fue Crafting connections, ya que las cada vez mayores conexiones existentes entre industria y diseño, por una parte, y artesanos, por otra, marcan una de las principales diferencias con la artesanía tradicional. «Mientras que la industria se vale de la artesanía para actualizar sus valores y sumarse a la tendencia, el artesano en cambio se sirve de la industria con el objetivo de aumentar y llegar a nuevos públicos», explica Adrián Salvador.
¿Qué habilidades consideráis esenciales para el artesano contemporáneo?
El artesano debe tener la capacidad de la repetición, de la paciencia para llegar a la maestría y ser un observador insaciable. Pero también debemos ser conscientes de los límites de cualquier profesional. La exigencia de tener un conocimiento 360 grados para ser autosuficiente es algo que poco a poco hemos comprendido que no es viable, por ello creemos que el nuevo taller artesanal se compone no solo de los artesanos, sino también de comunicadores, comerciales, fotógrafos, agencias o galerías que les representan. Así que la capacidad de delegar y comunicar un proyecto a un equipo de personas es igualmente valioso.
¿Es el espíritu emprendedor fundamental en este perfil del nuevo artesano?
Por supuesto. Hasta ahora, elegir ser artesano ha sido salirse de los cánones. Elegir vivir en los márgenes del mercado. Pero a medida que la artesanía es una tendencia, vemos cómo se revaloriza el trabajo artesanal y que esos mercados nicho se ensanchan recibiendo nuevos públicos. Esta transformación del mercado marca nuevos paradigmas y, como indicas, favorece el emprendimiento.
¿Cuál es el objetivo principal del primer Máster en Artesanía Contemporánea que habéis creado?
El máster surge para acompañar a profesionales en la creación o profesionalización de proyectos artesanales. Hace 15 años, desde nuestro estudio, empezamos un proyecto personal y nos dimos cuenta de las dificultades que tiene emprender, pero también de las oportunidades que la artesanía ofrece y cómo el consumo y producción sostenibles lo son también para emprender de forma más segura.
A diferencia de otros estudios, desde el Máster en Artesanía Contemporánea no ofrecemos solo un título, ofrecemos una lanzadera para emprender desde la que durante un año entero más de 30 profesionales del ámbito tutorizan los proyectos, conservando y abriendo con su experiencia un campo extenso desde el que poder ver las posibilidades que tiene la artesanía contemporánea hoy en día. Desde el vidrio soplado, las fibras vegetales, pasando por técnicas de cestería, cera perdida, marroquinería o calzado artesanal, es un mundo lleno de posibilidades.
Acompañamos al alumno en la construcción de su proyecto con estudios de comunicación, metodologías de diseño o estudios del mercado.
¿Qué perfil de estudiantes suelen atraer?
Los estudiantes y profesionales que suelen cursar el máster vienen de distintas disciplinas como la arquitectura, el diseño de producto, interiores, diseño de moda, artesanos tradicionales, pero siempre tratamos de crear un equipo de trabajo en el que los propios alumnos puedan aportarse, crear sinergias y, por qué no, que acaben emprendiendo juntos. Por ello también tenemos perfiles que vienen del mundo de la comunicación, del arte y la gestión cultural.
Yo veo complicadísimo fomentar la innovación dentro de un campo tan arraigado en la tradición. ¿Lo es?
La innovación en la artesanía no implica abandonar la tradición, sino encontrar maneras de adaptarla y renovarla para responder a los desafíos contemporáneos. Se trata de combinar lo mejor de las técnicas tradicionales con nuevas tecnologías, enfoques creativos y con la sostenibilidad. Mucha gente desconoce que, cuando hablamos de artesanía contemporánea, hablamos de un campo muy permeable y nada estanco.
Para nosotros, la artesanía contemporánea es una disciplina abierta a dialogar con las nuevas tecnologías, con la industria, integrando tecnologías como la impresión 3D, el corte láser o el diseño asistido por computadora (CAD), que amplían las posibilidades creativas de los artesanos, permitiendo explorar nuevas formas y estructuras.
Algunas herramientas digitales también permiten facilitar la creación de prototipos, de moldes, mejorar la precisión en el trabajo manual y generar no solo nuevos métodos de producción, sino nuevos lenguajes hasta ahora desconocidos, sin perder el carácter artesanal.
El romanticismo de que «solo lo hecho a mano es artesanía» es algo obsoleto. Siempre el hombre se ha servido de herramientas para realizar labores artesanales. La aguja empezó siendo un pelo de caballo o de cerdo y hoy en día es de metal o una máquina de coser. ¿Por qué no podemos valorar el ordenador como una herramienta del artesano?
Y luego están, como comentábais, las relaciones con otras disciplinas y el contagio de ideas, técnicas, formas de trabajo…
Trabajar con profesionales de otros campos, como el diseño industrial, la ingeniería, la moda o la tecnología, puede generar nuevas ideas y productos que combinen tradición y modernidad. Promover la participación en proyectos con otros creativos permite a los artesanos aprender técnicas nuevas, diferentes enfoques estéticos y descubrir nuevos mercados.
Además, aprender sobre áreas como el marketing digital, la sostenibilidad, el diseño contemporáneo o la economía circular puede abrir nuevas puertas para los artesanos en términos de producto y mercado. Y también ofrecer oportunidades para que los artesanos aprendan sobre nuevas tecnologías, técnicas de diseño o gestión de negocios que pueden ampliar su visión y permitirles adaptarse a las demandas del mercado actual.
¿Qué papel juega la sostenibilidad en la formación del nuevo artesano?
La adopción de la sostenibilidad es indispensable, igual que para cualquier emprendedor en la actualidad. Innovar en la selección de materiales sostenibles, reciclados o biodegradables puede posicionar a la artesanía en el creciente mercado de productos ecológicos, ofreciendo una propuesta ética y moderna.
Desarrollar técnicas que reduzcan el impacto ambiental, como la optimización de recursos o la reducción de residuos, es un recurso que se puede ver en el ADN de los artesanos desde hace cientos de años. Incluso hay algunos, como Nati Kabuki, que trabaja con desechos de su entorno para generar materiales biodegradables.
Que la artesanía está cambiando parece incuestionable por todo lo que contáis pero ¿creéis que también está cambiando la percepción del consumidor?
El consumidor moderno valora aspectos que anteriormente no se consideraban prioritarios, lo que ha llevado a una revalorización de la artesanía en varios sentidos. En un mundo dominado por la producción en masa y la homogeneización, la artesanía ofrece la posibilidad de adquirir productos personalizados y a medida, lo que atrae a un consumidor que busca diferenciación y singularidad. Esto está alineado con la tendencia hacia un consumo más individualizado y menos centrado en las modas impuestas por las grandes marcas.
Por otra parte, la creciente conciencia ecológica ha hecho que la artesanía gane terreno, ya que los consumidores valoran materiales naturales, procesos de producción respetuosos con el medio ambiente y una reducción de la huella de carbono. Además, el interés por productos locales y culturales ha crecido, especialmente a medida que los consumidores buscan conexiones más profundas con las tradiciones y las comunidades, lo que favorece a este cambio de percepción.
¿Me estáis diciendo que la artesanía contemporánea es una tendencia de futuro en sí?
Por supuesto, la artesanía contemporánea es un campo de reflexión y experimentación a través del diálogo entre la tradición y la innovación, entre los materiales inteligentes y los naturales, entre las técnicas manuales y las nuevas tecnologías, entre la identidad global y el desarrollo local, convirtiéndose en la vanguardia de las nuevas tendencias socioculturales que emergen hoy en día en los mercados.
¿Es la artesanía una de las pocas actividades que la IA no va a poder hacer nunca?
La IA, en buenas manos y como una herramienta que forme parte del desarrollo conceptual y experimental, puede ser interesante en la artesanía también. La IA puede ayudarnos a desarrollar prototipos de forma más sostenible, puede recopilar y analizar datos sobre técnicas artesanales tradicionales, preservándolas digitalmente… El verdadero desafío es cómo preservar la esencia del trabajo artesanal en un entorno cada vez más tecnológico. Los artesanos deben equilibrar el uso de la IA sin que el objetivo sea el atajo, sin sacrificar el valor emocional, el toque humano y la conexión cultural que define la artesanía.
¿Cuál es el nivel de la artesanía contemporánea española en comparación con otros países?
Esto es difícil de medir porque hoy en día el mercado es global y hay artesanos locales trabajando desde provincias con muy poca presencia a nivel nacional, pero con mucha presencia en mercados extranjeros. Por lo tanto, el nivel es igual o incluso mayor, porque todavía mantenemos muchas de las técnicas tradicionales. Debemos hacer un esfuerzo por apoyar a los proyectos locales y a mantener nuestro saber hacer, abriendo la artesanía a colaboraciones que sean atractivas para las nuevas generaciones.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrentan los artesanos actuales y futuros?
El principal de los desafíos es la transmisión de conocimientos y técnicas artesanales de generación en generación. La figura del aprendiz prácticamente ha desaparecido, los artesanos y los talleres artesanos siguen teniendo dificultad para mantener y sacar tiempo para transmitir esos conocimientos y que no se pierdan. El papel de los centros de artesanía y las instituciones deberían poner el foco en este problema y no tanto en dar ayudas para realizar cursos de comunicación y redes sociales.
¿Qué consejo le darían a alguien que quiere dedicarse a la artesanía hoy en día?
Es muy buen momento para la profesión, el contexto es muy favorable. La artesanía apoya y fomenta la economía de proximidad, crea empleo y mantiene activa la economía local. Pero igual que cualquier otro campo, necesita formación, conocimiento y requiere tiempo y paciencia. Necesitamos seguir formándonos, conocer los materiales y las técnicas y convertirnos en aprendices de un maestro.
Ocho ejemplos que demuestran cómo la artesanía contemporánea se codea con la industria y el diseño mientras huye de la homogeneización y la producción en masa.
Ignacio Allanando y Catuxa Fernández. Calzado artesanal.
Son el ejemplo del artesano contemporáneo. Arquitectos de formación, realizan un equilibrio perfecto entre el trabajo personal, las colaboraciones con otras marcas y la docencia. Se sirven de las redes sociales para darse a conocer y recientemente han abierto su tienda/taller en Barcelona.
Sara Sorribes. Soplado de vidrio.
Sara es la heredera de una larga tradición familiar que empieza cuando José Sorribes Bellmunt crea la empresa Ampollas Sorribes, dedicada a la fabricación de tubos y ampollas de vidrio de laboratorio, y que llegó a contar con más de 100 trabajadores. Desde entonces, ya son tres las generaciones de maestros artesanos. Sara ha sabido compaginar las técnicas ancestrales del trabajo del vidrio con la innovación y las nuevas tecnologías. Hoy fabrica piezas en colaboración con diseñadores para firmas internacionales de joyería, iluminación, interiorismo…
Clara Díez. Quesería artesanal.
Profundamente ligado a la artesanía y a la preservación de los métodos tradicionales en la producción de quesos, Clara Díez busca revalorizar el queso artesanal como un producto cultural y gastronómico, destacando la importancia de los procesos manuales, la relación con el territorio y el respeto por los ciclos naturales.
Fromaje se centra en ofrecer quesos de pequeña producción, elaborados por maestros queseros que siguen técnicas tradicionales, cuidando cada detalle desde el origen de la leche hasta el afinado. Además, el proyecto fomenta la conexión entre los consumidores y los productores, generando conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad, el respeto a los animales y la calidad artesanal.
Rocío Gallardo y Jorge Ros. Joyería.
Jorge y Rocío creen en el poder de fabricar sus propios productos, en crear métodos que transmitan una sensación única, en llevar las herramientas al límite hasta que permitan expresar la idea buscada y en dejar que el material también se exprese por sí mismo.
Confían en su equipo y en la libertad para decidir cuándo lanzar colecciones, disfrutando de cada proceso desde dentro. Un equipo de diseñadores, comerciales y expertos en marketing y comunicación que diseñan, crean, fabrican y visten sus piezas, construyendo con pasión un proyecto artesano que llega a miles de seguidores a través de sus redes dirigidas de forma magistral.
Nacho Errando. Fotografía y dirección audiovisual.
Nacho se define como un artesano de la cámara. Se caracteriza por capturar la esencia y el alma del proceso artesanal. A través de su lente, pone en valor el detalle minucioso del trabajo manual, el esfuerzo y la dedicación de los artesanos en cada pieza que crean. Su enfoque artístico se caracteriza por su sensibilidad hacia la tradición y su capacidad para mostrar la belleza de lo hecho a mano, acercando al espectador a la riqueza del proceso artesanal y generando una apreciación más profunda por el valor de la artesanía.
Idoia Cuesta. Cestería.
Bióloga de formación, ha transformado su carrera hacia la artesanía textil y el trabajo de cestería contemporánea, combinando su conocimiento de la naturaleza con técnicas artesanales tradicionales. Su trabajo se caracteriza por la creación de piezas tejidas a mano, donde entrelaza fibras naturales como el mimbre, la lana, el cuero y otros materiales sostenibles, generando una fusión entre lo natural y lo artístico.
Idoia ha desarrollado un enfoque innovador dentro de la cestería, explorando nuevas formas y texturas, y reinterpretando técnicas ancestrales en un contexto moderno. Sus cestas, bolsos y objetos decorativos no solo son funcionales, sino que también tienen un fuerte componente estético y experimental.
Ha colaborado con marcas de moda y decoración como Loewe, llevando su trabajo a un público más amplio y posicionando la cestería contemporánea como una forma de arte.
Nati Rodriguez. Biomateriales.
Nati es una artista y diseñadora reconocida por su enfoque experimental y artesanal en la creación de biomateriales. Su trabajo se centra en la investigación y desarrollo de materiales sostenibles a partir de recursos naturales, promoviendo una producción más ética y respetuosa con el medio ambiente. Nati busca transformar elementos orgánicos en nuevos materiales que puedan sustituir el uso de plásticos y otros componentes industriales no sostenibles, explorando las posibilidades creativas de la naturaleza.
A través de su enfoque artesanal, crea piezas que combinan arte, diseño y ciencia. Utiliza técnicas experimentales para trabajar con materiales como residuos orgánicos, algas, hongos, celulosa y otros elementos biodegradables. Su proceso es altamente manual, experimentando con texturas, colores y formas para desarrollar materiales innovadores que mantengan tanto la funcionalidad como el valor estético.
Ana Illueca. Cerámica.
Tras dejar el mundo de la comunicación, Ana se ha dedicado plenamente a explorar el potencial de la cerámica como medio para contar historias y conectar con las emociones de las personas. Su enfoque se caracteriza por un profundo respeto por la tradición cerámica, especialmente la de su tierra natal, Valencia, combinando técnicas ancestrales con una visión contemporánea y personal.
Su trabajo es una combinación de arte, artesanía y comunicación, donde cada pieza tiene una historia que contar, uniendo su experiencia previa como comunicadora con su pasión por la cerámica.
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